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La nueva administración de EEUU está dando un giro histórico en las relaciones internacionales, a partir de cambios en los aranceles al comercio. Uruguay y sus agronegocios incorporan el nuevo escenario, atentos a las amenazas y las oportunidades
Con mayores aranceles en EE.UU. y posibles medidas de salvaguarda en China, los principales destinos de exportación para la carne uruguaya se complican
El sector tuvo un año 2024 difícil, pero en los últimos meses pasaron cosas que hacen ser optimistas y tener perspectivas positivas
Un esquema defectuoso con un final tan predecible como evitable. Un sistema que financiaba el pago de sus obligaciones, no con el ingreso genuino de sus inversiones, sino a partir de fondos provenientes de nuevos aportantes. Una situación financiera frágil, que se fue agravando bajo la mirada complaciente de los reguladores y la inacción de una directiva incapaz de modificar el curso de este Titanic rumbo al iceberg. No, no estamos describiendo el fraude que armó Conexión Ganadera sino la situación que atraviesa la Caja de Profesionales.
En el último año y medio se ha dado un aumento en la edad media de faena de los novillos, pero no hay razones que permitan suponer que se trata de un cambio de tendencia, por lo que la expectativa es que se revierta de forma relativamente rápida y retome el camino descendente que ha sido la norma durante la última década. En este sentido no hay de qué preocuparse, la ganadería en Uruguay camina, a su paso, hacia el desarrollo.
El agro fue protagonista del crecimiento de la economía en 2024 e inició el año con fundamentos para continuar creciendo. Además del seguimiento de los mercados, hay que vigilar las finanzas.
El clima finalmente dio un empujón y se viene otra gran cosecha de verano, después de la muy buena producción de invierno. La agricultura sigue adelante pese a las incertidumbres de mercado y limitaciones logísticas.
Presencia de nuevas autoridades en la Inauguración de la Cosecha marcó un inicio prometedor
La política de Trump, para quien “arancel es de las palabras más lindas del diccionario”, es un mazazo para la tendencia a que el mundo gane en eficiencia y genere riqueza. Todos perderán (perderemos) en esta guerra, en especial los americanos a quienes Trump intenta convencer de que los quiere hacer “más grandes”



Menor disponibilidad de materia prima en un contexto de mercado internacional demandante, en un contexto de favorable disponibilidad forrajera, es una combinación que debería determinar un escenario muy favorable para el complejo ganadero uruguayo
Lo que comenzó como una solución innovadora para conectar inversores y productores terminó en un colapso financiero. La burbuja de Conexión Ganadera explotó, exponiendo los riesgos de una gestión deficiente y la falta de regulación
La guerra comercial desplegada por Trump tiene al mundo en vilo. Pero para los principales agronegocios en Uruguay, los mercados arrancaron el 2025 en tono positivo
La conocida situación de algunos Fondos de inversión en ganadería, si bien afecta la imagen del sector ante el resto de la sociedad, no debería tener incidencia directa en los negocios de compra y venta de ganado en el mercado.
Nada debe poner de mejor humor a un narcisista que ver cómo con solo hablar genera reacciones políticas en todo el mundo, además de impactos que mueven miles de millones de dólares y que cambian el sesgo de los negocios globales.
Las lluvias, mayor tranquilidad en los mercados financieros y los aumentos en los precios de algunos productos, mejoraron el panorama de los últimos días.
A pesar de las incertidumbres dentro y fuera de fronteras, el arranque del 2025 muestra un escenario sin cambios drásticos para los agronegocios, aunque sí con ajustes en precios y márgenes.
El año 2024 para la ganadería uruguaya fue de escasos cambios en los números globales, pero con marcadas diferencias en la composición de las variables que determinan esos números similares. Tanto en lo que refiere a faena como a exportación, los totales no difieren de manera significativa respecto al año anterior, pero sí lo hacen la composición de la faena y los países a los que se envió el producto.
El clima, los mercados y algunos capítulos específicos pero graves de conflicto, tienen la agenda sectorial en tensión.
Las exportaciones del agro terminaron el año 2024 con signo positivo y hay fundamentos para el optimismo a mediano y largo plazo. Pero el 2025 arranca con más incertidumbres que certezas.
Últimos tres días de año, típico momento de balance de cómo fue el desempeño, sea a nivel personal, de país o sectorial. En lo que al sector agropecuario refiere, cierra un año 2024 que tuvo más de las buenas que de las malas para la mayoría de los sectores. Tras un 2023 con extremas dificultades desde el punto de vista climático por la más intensa sequía de las últimas décadas, el año fue llovedor, a tal punto que los excesos hídricos de la segunda mitad del otoño y principios del invierno fue una de las principales complicaciones.
La economía y los sectores agroexportadores van cerrando un 2024 con signos, en general, positivos en la actividad. Continuar los avances en años próximos resultará más desafiante, por razones propias y ajenas.

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