Quedó atrás el 1° de mayo, el día que por amplio margen se hacen más asados a lo largo y ancho del país. De acuerdo con lo que expresaron en la previa del Día de los Trabajadores operadores del mercado doméstico, la venta estaba siendo muy buena a pesar de los precios relativamente altos que volvió a tener la carne vacuna.
En Uruguay se tiende a consumir carne de mejor calidad. La producción doméstica que se destina al mercado interno es carne proveniente de vaquillonas y novillos especiales pero livianos, con un peso relativo creciente de las primeras. Hay un par de motivos que ayudan a explicar el crecimiento de la venta de vaquillonas para el mercado interno, cuya participación en la faena es creciente este año.
La escasez de novillos y los altos precios del ganado a faena están haciendo crecer la actividad industrial con vaquillonas. En el año al 26 de abril la faena de vacunos creció 3,8% anual, con un aumento de 5,0% en la cantidad de novillos y una disminución de 2,7% de las vacas. Por su parte, la faena de vaquillonas creció casi 20% anual.
Los números son tentadores. La demanda, tanto para el abasto como para la exportación, paga en el eje de US$ 4,45-4,50 el kilo carcasa. Y con un encierro corto se logra un animal de excelente terminación, muy apreciado en el mercado interno.
La demanda es intensa, ya sea para envío directo a faena o desde los corrales de engorde. “Esa vaquillona de 380 kilos es ideal para el mercado interno y también es muy demandada por los corrales de engorde”, aseguró una fuente de la intermediación. Los precios al bulto son similares y los costos impositivos de vender a un corral son menores, dado que no se trata de una venta final.
Con una estancia dentro de los corrales de no mucho más de 60 días se logra una buena terminación y en las carnicerías un alto rendimiento de la media res. “La vaquillona de corral está siendo la vedette del mercado interno”, comentó Alejandro Berrutti, de United Breeder’s and Packers (UBP).
Jorge López, principal de Abasto Santa Clara, confirmó la preferencia que desde el mercado interno hay por vaquillonas. “Vacas no se hace nada, novillo muy poco, la demanda está concentrada en vaquillonas”, aseguró. Dijo que este producto tiene varias ventajas, entre las que citó el color de la carne y de la grasa, el tamaño de los cortes y la terneza. “En las carnicerías son pocos quienes siguen prefiriendo medias carcasas pesadas, la mayoría prefiere medias de 90 kilos, que son de vaquillonas”.
Del resto de lo que se vende en el mercado interno, fundamentalmente carne en caja, el producto importado es en una proporción relativamente alta. En los primeros cuatro meses del año Uruguay importó cerca de 13 mil toneladas de carne vacuna. De acuerdo con información del INAC, la carne importada representa en el entorno de 30% del consumo doméstico. En el otro 70% (unas 30 mil toneladas) es en donde es importante la participación de las vaquillonas.
La faena anual de vaquillonas, de acuerdo con información del INAC, hizo un pico histórico en el ejercicio 2021/22 de 365 mil cabezas. El aliciente de los precios más altos de la historia promovió un aumento en la extracción. Con la baja de precios, también cayó la actividad industrial con esta categoría hasta estabilizarse en el eje de las 300 mil cabezas por año. Pero empezó a crecer en el arranque de este año. En los 12 meses a abril ingresaron a planta unas 317 mil vaquillonas, la mayor cantidad desde los 12 meses culminados en marzo de 2023, dos años atrás.
Además de los atractivos precios, la relativa escasez de novillitos ayuda a explicar el aumento en la faena de vaquillonas. En los dos últimos años se fueron 500 mil terneros en pie, mayoritariamente para Turquía, y esta corriente comercial seguirá dinámica este año. Son animales que no llegan a novillos y no están disponibles ni para los corrales ni para los frigoríficos. La opción más clara para suplir ese faltante es la vaquillona.
Si los precios siguen siendo atractivos y el aliciente suficiente como para que se encierren más vaquillonas en los corrales, o se destinen a invernadas, es más que probable que la tendencia alcista observada en la faena de vaquillonas desde que comenzó el año se mantenga. La expectativa es que en los próximos meses se arrime a 350 mil cabezas en 12 meses.
Anualmente, Uruguay cuenta con unos 1,2-1,3 millones de vaquillonas de 1 a 2 años. Considerando un rodeo de vacas de cría de 4,2-4,3 millones y una estadía promedio de las vacas dentro del rodeo de 5 años, se precisan unas 850 mil vaquillonas por año para ingresar al rodeo de cría sin que este baje en número. Por lo tanto, Uruguay tiene perfectas condiciones de mantener una faena anual del entorno de las 350 mil vaquillonas (o más) sin que eso atente contra la cantidad de vacas de cría.