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El clima y la oferta juegan fuerte: soja, maíz y trigo en la mira

Federico Morixe.jpeg

En el campo, donde el sol pinta los surcos y el viento murmura entre los cultivos, mayo arrancó con rumores de sequías que podían hacer trepar los precios. Pero el cielo dio un respiro, y las cosechas sudamericanas, con Uruguay sorprendiendo al alza, apretaron el mercado. Las chacras uruguayas, con rindes mejores de lo esperado, abren una ventana de oportunidad para el agricultor que sabe leer el viento. Este informe pone la lupa en la soja, harina de soja, aceite de soja, maíz y trigo, con datos frescos, análisis claro y consejos prácticos para los que viven del sudor y la tierra. y algún especulador suelto que le gusta ganar un mango extra con los precios.

Soja: entre presión y resistencia.

La soja sigue siendo la reina en Chicago, pero mayo trajo más nubes que claros. Los contratos de julio 2025 cotizan a US$ 10.51/bushel (US$ 386/tonelada), con una caída de US$ 3.6/tonelada en la última sesión del 30 de mayo. Desde abril, los precios han quedado atrapados en un rango entre US$ 395 y US$ 383 para la soja de julio, mostrando un mercado en pausa tras un pico de US$ 397 a mediados de mes. La harina de soja, en cambio, brilla con fuerza, subiendo a US$ 296.4/tonelada (+US$ 1.50/tonelada), mientras el aceite de soja se desploma a US$ 48.39/tonelada, tras perder un 8% desde el máximo de US$ 52.62/tonelada del 14 de mayo, por liquidaciones de los fondos de inversión que compran harina y venden aceite.

¿Qué empuja los precios? China, el gigante que se lleva el 60% de las importaciones globales de soja, mantiene una demanda firme, pero la oferta barata de Sudamérica, con Uruguay sumando más toneladas de lo previsto, está frenando a los exportadores estadounidenses. En marzo, los precios FOB de Argentina estaban en US$ 400/tonelada, mientras Brasil ofrecía a US$ 405/tonelada. Hoy, Argentina bajó a US$ 375/tonelada FOB, una caída del 6.25%, y Brasil ajustó a US$ 380/tonelada FOB, un 6.17% menos. Esta presión competitiva golpea a EE. UU., con ventas semanales de soja en solo 146,000 toneladas, por debajo de lo esperado, aunque la harina (424,600 toneladas) y el aceite (19,500 toneladas) sorprendieron al alza.

El clima también juega su carta: el 17% del área de soja en EE. UU. está en sequía, pero las lluvias previstas en el Medio Oeste reducen el riesgo para junio. En China, la sequedad en el centro podría forzar más compras externas, lo que sería un guiño para Sudamérica, especialmente para los campos uruguayos, si las tensiones comerciales persisten.

Frenos en el camino.

La competencia del aceite de palma, que cayó un 1.4% en Asia, presiona al aceite de soja. Las 160 exenciones pendientes a refinerías pequeñas (SREs) en EE. UU. limitan la demanda de biocombustibles. Las tensiones EE. UU.-China, con aranceles en disputa, añaden incertidumbre. Los fondos, con un índice alcista del 68% en aceite de soja, podrían cubrir posiciones cortas y dar un empujón, pero por ahora el mercado espera, como el paisano que aguarda la lluvia en el horizonte.

Maíz: calma antes de la tormenta.

El maíz no logra levantar vuelo en Chicago, con el contrato de julio 2025 en US$ 4.47/bushel (US$ 176/tonelada). Los precios cayeron un 0.9% el jueves, rozando el mínimo anual de US$ 4.36½/bushel (US$ 171/tonelada). La presión bajista es clara: el clima favorable en EE. UU., con lluvias previstas, reduce la amenaza de sequía (afecta al 23% del área de maíz), y la oferta sudamericana. En marzo, los precios FOB de maíz en Argentina estaban en US$ 190/tonelada y en Brasil en US$ 195/tonelada. Ahora, Argentina ofrece a US$ 168/tonelada FOB, un 11.58% menos, y Brasil ajustó a US$ 174/tonelada FOB, un 10.77% menos.

Motores del mercado.

La demanda de exportación en EE. UU. sigue sólida, con 916,700 toneladas vendidas esta semana, incluyendo 104,000 toneladas a México. El etanol también da soporte, con una producción de 1.056 millones de barriles/día, un 1.9% más que la semana pasada, aunque las exportaciones de etanol (66,000 barriles/día) son las más bajas en ocho semanas. Sin embargo, la cosecha de maíz safrinha en Brasil, ya en marcha, y el avance del 5% en la siembra estadounidense,añaden oferta al mercado, limitando las subas.

¿Qué lo frena? La menor demanda china, que prioriza su producción interna, y las ventas semanales por debajo de lo esperado moderan el optimismo. Los fondos, con posiciones cortas, podrían impulsar un rebote si el clima da sorpresas, pero por ahora el mercado está quieto, como un tractor al mediodía.

Trigo: un rayo de esperanza.

El trigo brilla en un mercado agrícola apagado, con su tercera semana de subas en Chicago. El contrato de julio 2025 está en US$ 5.34/bushel (US$ 196/tonelada), estable, mientras Kansas City sube a US$ 5.31¾/bushel (US$ 195/tonelada) y Minneapolis lidera con US$ 6.15½/bushel (US$ 226/tonelada), un 2% más el jueves. Minneapolis rompió un patrón técnico alcista, lo que podría arrastrar a Chicago y Kansas City.

¿Por qué sube? La sequía en el trigo de invierno en EE. UU. bajó al 16% (desde 23%), pero Nebraska sigue con un 90.61% afectado. En Europa, la producción de trigo blando cayó a 114.4 millones de toneladas, el nivel más bajo en 12 años, con Francia en su peor cosecha desde 1983. Ucrania, con exportaciones proyectadas en 15 millones de toneladas, enfrenta problemas climáticos, y las tensiones en el Mar Negro añaden volatilidad. Los campos uruguayos, con cosechas superando expectativas, suman estabilidad a la oferta sudamericana. Comparado con marzo, los precios FOB de trigo en Argentina estaban en US$ 245/tonelada a finales de abril, y hoy se mantienen en US$ 232/tonelada, con menos presión competitiva que en soja y maíz.

Frenos: La siembra de trigo en Argentina avanza rápido, y las lluvias en los Grandes Llanos de EE. UU. podrían mejorar las condiciones, moderando las subas. Sin embargo, las posiciones cortas especulativas en 101 mil contratos, más de 13 millones de toneladas, podrían disparar compras si se confirman quiebres alcistas.

Perspectivas: ¿Qué esperar?

La soja y el maíz seguirán en un rango estrecho, presionados por la oferta sudamericana, donde Uruguay brilla con cosechas que superan lo esperado, y un clima benigno en EE. UU. La caída de los precios FOB en Argentina y Brasil desde marzo (soja -6%, maíz -11%) refuerza esta presión, haciendo que las exportaciones de EE. UU. pierdan terreno. Las existencias finales de soja (295 millones de bushels para 2025/26) y maíz (necesitando 99.66 millones de bushels/semana para cumplir proyecciones) podrían dar soporte si los rendimientos caen en agosto. La harina de soja tiene viento a favor por la demanda ganadera, pero el aceite de soja sufre por el aceite de palma y el crudo para biodiesel.

El trigo, con precios FOB estables en Argentina y buenos rindes en Uruguay, podría seguir subiendo si Chicago y Kansas City confirman quiebres en US$ 5.60/bushel y US$ 5.48/bushel, impulsados por problemas de oferta global. Las tensiones comerciales y las SREs son riesgos bajistas, pero acuerdos con China o cobertura de posiciones cortas podrían cambiar el juego.

Consejos para no perder el rumbo.

Para el agricultor que huele la tierra y conoce el ritmo del campo, aquí van algunos consejos. Aprovechen los rallies en soja (US$ 390/tonelada, US$ 10.60/bushel), maíz (US$ 180/tonelada, US$ 4.57/bushel), harina (US$ 300/tonelada) y trigo (US$ 199/tonelada, US$ 5.40/bushel en Chicago) para vender. Para el aceite de soja, esperen una estabilización en US$ 49/tonelada. Protejan precios con seguros a US$ 375 para soja, US$ 174 para maíz, US$ 193 para trigo. O, como hacen muchos en el pago, vendan todo para pagar las cuentas y compren seguros a la suba, por si el clima en el hemisferio norte da una sorpresa. Las cosechas uruguayas, mejores de lo esperado, son una oportunidad para el paisano avispado que sabe cuándo soltar el grano y cuándo guardar.

En resumen: Los mercados de soja, maíz y trigo están en una encrucijada. La oferta sudamericana, con Uruguay dando un empujón inesperado, y el clima favorable pesan, pero el trigo y la harina de soja muestran fuerza. Mantengan los ojos en el cielo, las exportaciones y las noticias comerciales para aprovechar las oportunidades que esta campaña, con un toque de suerte criolla, puede traer.

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