Publicidad

Los precios en la montaña rusa

Se está dando una corrección en varios precios de exportación y el escenario económico está cambiando: mientras la economía local está en plena recuperación, en el exterior hay síntomas de enfriamiento que pueden impactar en Uruguay

Nicolás Lussich.jpeg

Ha sido una semana no apta para cardíacos en el mercado internacional de granos y otros productos agropecuarios y energéticos. Las perspectivas de que las principales economías del mundo ingresen en un período de dificultades en cuanto a su crecimiento -sin descartarse una recesión-, han puesto a la defensiva a los inversores en los mercados globales, lo que generó una fuerte caída en el precio de las materias primas, en entre ellas el petróleo y los granos. En cierta medida, parecería que lo que aconteció hace pocos días atrás en los mercados de acciones ahora se está extendiendo a los mercados de productos físicos.

Los factores de incertidumbre son conocidos. Por un lado, China - principal destino de productos de exportación de Uruguay- sigue lidiando con el Covid en base a una política de cero casos, que genera muchos costos e incertidumbres. Por otra parte, a la UE se le viene el invierno en pocos meses, con la incertidumbre acerca del suministro energético. La preocupación es bastante lógica en la medida que ha entrado en un conflicto directo con su principal proveedor de energía: Rusia. El enfrentamiento no ha hecho otra cosa que escalar en las últimas semanas: mientras Rusia sigue avanzando en el Donbas (la zona Este de Ucrania que ya tiene prácticamente toda bajo su control) Finlandia y Suecia ya están en proceso formal de ingreso a la OTAN. La tensión es creciente.

Por último, EEUU ha iniciado el camino hacia la normalización monetaria con el aumento de la tasa de interés y el consiguiente fortalecimiento del dólar, que se hace aún más claro ante la debilidad del escenario europeo. El Euro ha caído de 1,18 a casi 1 U$S/Euro, un descenso anual de 14%. Si el dólar se fortalece, es lógico pensar que los precios en dólares tenderían a bajar. La gran pregunta es cuánto: algunos analistas y bancos de inversión globales estiman que la caída reciente del petróleo, por ejemplo, es exagerada dado que la demanda se está recuperando y la oferta es limitada.

El mismo razonamiento puede valer para los granos, que han vuelto a sus niveles pre en guerra. La caída más aguda la ha tenido el trigo, que es el grano con una mayor relación stock consumo a nivel global. Esto puede justificar parte de la caída, junto con los elementos financieros globales mencionados, pero también parece exagerada. En realidad con el trigo el gran cambio en el mercado global es que Rusia ha puesto su pie firme en el Mar Negro y seguramente controlará mucho más la oferta de trigo de esa zona, una de las principales productoras del mundo si se suman las cosechas rusas y ucranianas. Occidente cuestiona a Rusia por usar los alimentos como arma y a Putin parece no molestarle.

Es un buen ejemplo de que el crecimiento mundial vigoroso basado en la asociación comercial y económica implícita entre China y Estados Unidos, que impulsó a la economía global por casi dos décadas, ya quedó claramente atrás (a pesar de que ahora el gobierno estadounidense está negociando para bajar los aranceles que Trump le elevó a China). De ahora en adelante los análisis en los mercados globales tienen que incorporar mucho más la geopolítica, cuyos cambios son bastante más difíciles de prever que en los clásicos análisis de oferta y demanda.

mercados

Negocios en suba… negocios en baja

Para la cosecha de soja uruguaya la baja en el precio -por suerte- llega tarde. Ya se ha comercializado más del 90% de la producción estimada a precios excelentes. Según datos de aduana de esta semana, ya se han acumulado registros de soja vendida por casi dos millones de toneladas, a un precio promedio de unos 620 U$S/ton, lo que equivaldría a cerca de 600 U$S/ton puesta en Nueva Palmira. SI se confirma este promedio para la zafra, será un récord histórico. El desempeño de la soja este año ha sido excelente al coincidir precios récord con muy buenos rindes.

Para el trigo y los granos de invierno el panorama es diferente: los cultivos recién se han implantado y con costos altos, pero los precios de venta pueden no ser los esperados, justamente por la reciente caída en los mercados globales. El factor alcista podría llegar desde el escenario regional, pues Argentina restringe las exportaciones trigueras y desestimula la producción.

Son buenos ejemplos de que cuando se hacen negocios en suba, las ganancias pueden ser excepcionalmente altas, por bajos costos y altos precios de venta. Pero cuando se hacen en baja, los números quedan apretados entre altos costos y precio de lo vendido menores a lo esperado, con el riesgo de pérdidas excepcionales. Se puede trabajar y rentar en ambos contextos, pero hay que hacer bien los números.

Más allá de los precios externos, todo el componente de costos locales - combustibles, salarios, servicios, tasas e impuestos- depende también de la cotización del dólar. Al respecto, esta semana el Banco Central volvió a subir la tasa de interés, aunque de manera más moderada que en la ocasión previa (la subió medio punto porcentual a 9,75%). Las tasas a 1 año de las Letras del BCU pagan ya casi 11%. Se mantiene el rumbo hacia una política monetaria más restrictiva para bajar la inflación. Ésta por ahora no cede, aunque ya es el cuarto mes consecutivo en que no sube (en el dato anual a junio bajó de 9,4 a 9,3%). Mientras, el dólar sigue bajo presión por esa misma política monetaria.

Si los precios externos caen porque el dólar se fortalece ante un escenario económico más adverso, el dólar también debería fortalecerse en el mercado cambiario uruguayo, pero eso -por ahora- está lejos de suceder y la competitividad cruje. Los productores tienen que manejar todo este escenario complejo. A la larga lo que importa es la producción y la productividad.

Cuadros Nico.jpg

Exportaciones

El desempeño de los sectores agroexportadores sigue siendo auspicioso, en especial cuando se miran los montos en dólares. En junio las ventas al exterior sumaron U$S 1.374 millones, 30% arriba de lo registrado en el mismo mes de 2021. En el acumulado anual el aumento es de casi 40%. Sin embargo, en el cálculo que hacemos habitualmente, en pesos constantes el aumento es menor: 23% (cuadro).

La evolución de los precios externos nos viene dada y la macroeconomía puede hacer variar la cotización del dólar más allá de su tendencia global, por medidas del gobierno u otros factores locales. Por eso es importante observar el desempeño exportador en términos de volumen físico, que es lo que verdaderamente impacta en el PBI.

En este plano, las exportaciones muestran también un gran desempeño, aunque con aumentos más moderados y diferencias importantes entre sectores. Según las cifras de la Unión de Exportadores, las oleaginosas (soja y colza) muestran los mayores avances, acompañadas de cereales y molinos (cuadro), con subas de entre 18 y 26% en el último año móvil. Las carnes también muestran un interesante avance de 22%. Pero las exportaciones de maderas casi ni avanzan y los volúmenes de exportaciones de lácteos caen 3,5%.

El estímulo de precios ha puesto a la agricultura en una nueva dinámica, acompañada por el buen clima. Para que el crecimiento en las exportaciones perdure hay que aumentar la productividad y la inversión. En este punto, el Plan Nacional de Infraestructura Vial, que presentó el MTOP esta semana es una buena noticia y permitirá promover más producción en zonas donde -hasta ahora- había dificultades logísticas y -por tanto- más costos. Se invertirán U$S 905 millones este año y U$S 3.500 millones en todo el período.

También valen los logros sanitarios para acceder con ciertos productos a nuevos mercados, como el caso de la apertura del mercado de carnes de Corea del Sur a los trimmings uruguayos. Hemos gozado en los últimos 10 años o más la bonanza económica de la gran demanda china, cuyo crecimiento será más moderado en los próximos años. Por eso, estos nuevos mercados suman y pueden ser opciones valiosas, pese a que Corea cobra un arancel elevadísimo (39%). Es que en lo sanitario se ha avanzado bastante más que en lo comercial.

Publicidad

Publicidad