La combinación de forestación y ganadería en un mismo predio, bajo el sistema del silvopastoreo, permite obtener ingresos muy buenos, aunque hay que tener en cuenta que en el caso de los árboles se estima un tiempo promedio de 15 años entre la implantación y la tala del mismo, dejando “ingresos anualizados de US$ 350 por la madera, y un ingreso de ganadería con un manejo típico uruguayo que anda entre los US$ 100 y US$ 120 por hectárea por año”, dijo José Dutra, presidente de la Sociedad Uruguaya de Silvopastoreo (Susilvo).
A pesar de que se manejen estos números desde la gremial, en distintas visitas que han recibido de especialistas del sector, “ven promisorio el crecimiento y dicen que los números que nosotros ponemos, se ubican incluso por debajo de las expectativas que ellos ven, bienvenido que sea así”.
Estos ingresos planteados por parte de Susilvo, se pueden mejorar, por ejemplo a través de un sistema de Pastoreo Racional Voisin en la ganadería, “podemos producir 200 kilogramos de carne por hectárea en campo natural, y solo cambios de potreros. Además están los beneficios que se pueden tener por carne carbono neutro y certificados de carbono”.
La producción de madera en estos sistemas, va muy agarrado al tipo de campo y la aptitud forestal que tenga el campo, si son suelos que no tienen buen rendimiento para un desarrollo del árbol, los crecimientos van a ser menores, eso se da como en cualquier rubro”.
“Nosotros pensamos que un sistema silvopastoril, a los 15 años, el ingreso económico por la producción de madera, tiene que cubrir con creces el valor de la misma hectárea de campo”, explicó Dutra.
Por otra parte, el presidente de Susilvo, enfatizó en la necesidad de cuidar el suelo, que es “un bien finito” y “tenemos la obligación de producir bien, sacarle la mejor producción, pero no a cualquier precio, y los sistemas silvopastoriles están bien mirados a nivel mundial, ya que aportan en el fin de conservar los suelos para futuras generaciones”.
En referencia a lo ambiental añadió que “también apunta a reducir los gases de efecto invernadero, con estos pocos árboles por hectárea”.
INICIOS. La gremial que nuclea a los productores silvopastoriles, fue creada en el año 2021, justamente en el mes de noviembre, en el establecimiento Abuelita de la familia Dutra Da Silveira, en Cerro Batoví, departamento de Tacuarembó.
“La gremial se inició con productores que ya tenían silvopastoreo, y otros que tenían la intención de iniciarse en la producción, fuimos muy amplios en ese sentido, también está la investigación y la parte de los servicios que se prestan para la plantación”, recordó Dutra, que además agregó que el objetivo era claro: “fomentar la producción y difundirla a través de la investigación científica”.
Aunque principalmente cuando se menciona a esta producción, se piensa en el árbol, además se destaca el rol del ganado y del pasto, “también está lo ambiental, y lo humano, por las personas que estamos detrás de esto”.
Desde Susilvo, “nos encargamos de mostrar un sistema, que a nosotros nos parece muy interesante para el productor ganadero, que es algo que el sector forestal no lo está haciendo, aunque es algo entendible, no tienen porque dejar fajas empastadas cuando no lo necesitan, pero en ganadería sí es necesario”.
Estos sistemas que integran a la ganadería y la forestación, “es más complejo que solo dedicarse a uno de los rubros”.
REQUERIMIENTOS. Consultado por las condiciones que debe de cumplir un sistema para que sea considerado silvopastoreo, expresó que “para tener el sistema, tenemos que reducir sensiblemente la cantidad de árboles por hectáreas, cuando los comparamos principalmente con las plantaciones comunes que vemos, estamos hablando de que no podemos tener más de 250 árboles por hectáreas, además de tener una distribución en el portero de forma adecuada, con el fin de favorecer el desarrollo de las pasturas, porque ese es el objetivo del sistema, mantener las pasturas existentes y sumarlo confort a la ganadería, a través de la sombra y el abrigo, y también captando emisiones, algo por lo cual se critica tanto y de forma injusta a la ganadería”.
A nivel ganadero, “un buen silvopastoreo tiene que ajustar un poco la carga ganadera, y no solo en los primeros años, sino que en todas las edades. Nosotros que manejamos pastoreo racional, hacemos cambios diarios, y la carga que tenemos es del 18% menos de unidades ganaderas por hectárea, en comparación a una ganadería sin silvopastorear”.
En los períodos de poda, se ensucia al pasto disponible con las ramas, porque obstruyen a la pastura, en esta línea se está trabajando “en una trituradora de ramas, para poder incorporarlas como materia orgánica al suelo, y tengamos pasturas en todo el espacio”.
Esta sinergia de rubros, le permite al productor, “seguir siendo ganadero, con los ingresos anuales, y a partir de ahí, con el manejo adecuado de los árboles, generar ejemplares de muy buen diámetro, y para eso es importante la poda, para que crezcan más gruesos, generando madera a futuro, que es la parte con más valor”.
“El silvopastoreo tiene que ser totalmente amigable con el ambiente”, enfatizó Dutra.
ALTERNATIVAS. Generalmente se asocia a esta clase de producción, únicamente a los árboles forestales y el vacuno, pero hay otras variantes que también se utilizan, por ejemplo, en la zona sur del país, la combinación entre frutales y ovinos, “ahí se le pone una máscara al animal, para que cuando levante la cabeza no coma la fruta, pero sí puede pastorear. También, con el ingeniero Andrés Berrutti, estamos probando con plantaciones nativas, como el guayuvirá y el ibirapitá. Este año se plantaron tres especies más, para ir evaluando posibilidades que puedan ser miradas por el productor ganadero”.
ÁREA SILVOPASTORIL. Desde la gremial se está trabajando en un relevamiento, el cual, entre otras cosas ha dejado que entre 30 y 40 productores usan el sistema de producción de forma anual, “estimamos que al día de hoy tenemos entre 12.000 y 14.000 hectáreas de sistemas silvopastoriles”, comentó el presidente de Susilvo, que además agregó que se visualiza mucho interés en el sector, ya que las jornadas que se realizan son muy concurridas.
También se observa interés de muchos productores de sumarse al sistema, quienes son de varios puntos del país, “esto se implementa en áreas pequeñas, no es como la forestación tradicional, hay una ganadería que ya está, y se instala el sistema en predios que van desde 30, 40 o hasta 100 hectáreas, hay que ir adquiriendo el sistema”.
Desde Susilvo, “estamos para mostrar, difundir y apoyar la investigación, por suerte muchos grupos de estudiantes se suman a las visitas en las jornadas, y está bueno, porque tenemos que generar técnicos y personas entendidas en el sistema, porque es algo más complejo, hay que saber de forma íntegra sobre árboles, el pasto y el ganado”.
“Además, en el correr del año, por fuera de las jornadas, también tenemos muchas visitas de productores a las plantaciones, nosotros queremos que se conozca el sistema, y que después cada uno tome la decisión que crea mejor”, agregó Dutra.
A nivel de estudios, desde la gremial se trabaja en la creación de un documento, buscando establecer “el número indicadores y parámetros de árboles plantados que tenemos que tener, el ancho de los callejones que hay”.
CAMBIO CLIMÁTICO. “Para nosotros desde el punto de vista ganadero, el sistema le aporta confort al animal, sombra en verano y abrigo en invierno. El animal en estos sistemas no tiene que trasladarse a una forestación para abrigarse o protegerse del sol, y muchas veces pasa que en esos lugares no tiene alimento, pero en el silvopastoreo, tiene todo en un mismo lugar”.
Con una disponibilidad de reparo y comida en todo el predio, esto también favorece a que no se concentre el orín y las heces en un mismo lugar, sino que tiene una distribución, “es muy común ver una concentración en una sombra en el verano, entonces la fertilidad que le puede llegar a aportar al campo queda en un lugar que no hay pastura, esto con el silvopastoreo no pasa”.
Por otra parte, también “se captura carbono, y se pueden obtener certificados de carbono, y eso le puede agregar un ingreso interesante al productor”, en un marco, donde estos, son temas muy demandados.
ASAMBLEA. La misma tuvo una concurrencia de varios socios, que concurrieron desde varios puntos del país, la misma “fue muy interactiva, comentando el trabajo que se ha hecho, entre ellos el documento que elaboramos para definir
parámetros e indicadores para determinar que un predio es silvopastoril o no”.
“También hubo mucho intercambio sobre el enfoque que tiene que tener el sistema para futuro”, señaló Dutra, quien continuará ejerciendo la presidencia de la Sociedad Uruguaya de Silvopastoreo.
El tercer aniversario en donde comenzó todo
Este 22 de noviembre, se ocupó casi todo el día para actividades de la gremial, celebrando su tercer aniversario, y se lo hizo en el mismo lugar donde comenzó todo, en el establecimiento Abuelita de la familia Dutra Da Silveira, “el arranque fue con una presentación de la sociedad, y luego yo presenté el trabajo del establecimiento, y luego unos técnicos mostraron un monitoreo satelital que se hace del pastoreo racional, que es algo que se hace por parcelas, cada 12 días”, dijo Dutra.
En la actividad de campo, Martín Jaurena, mostró evaluaciones sobre restauración de CN con Bromus auleticus; se mostraron clones que se están probando en los sistemas silvopastoriles, allí se observaron rodeos de vaquillonas y terneras; en una cuarta parada se mostró el trabajo que se hace en la trituración de las ramas, para que se integren como material orgánico al pasto y se culminó la parte de campo con la visita a un parque nativo, que ha sido instalado por Andrés Berrutti, donde funciona un sistema silvopastoril, “se está evaluando para ver que con que especies nativas se puede llevar adelante el sistema”.
El trabajo realizado, es con la misma premisa, “dañar lo mínimo posible las pasturas naturales, y no generar disturbios en el suelo”.