La Asociación Rural del Uruguay, Valor Agregado y Rurales El País, llevaron adelante la quinta edición del ciclo Hablemos del Negocio Ganadero, un espacio que ya se consolidó como clásico en la agenda de la cadena cárnica. La propuesta, transmitida vía streaming, reunió a tres referentes con miradas complementarias: el consultor argentino Víctor Tonelli, el productor uruguayo Diego Otegui y el presidente de la Asociación de la Industria Frigorífica del Uruguay (Adifu) y CEO de Marfrig para Uruguay, Marcelo Secco.
El ciclo contó con el apoyo de sus sponsors: Pantalla Uruguay, Konig, Grupo Sacramento, Banco Santander, Tranquera e Interagrovial.
El encuentro partió de una premisa compartida: la ganadería atraviesa un momento histórico, impulsado por una demanda global sostenida y por cambios de fondo en los hábitos de consumo. La clave pasa por transformar esta coyuntura favorable en un proceso estructural que consolide eficiencia, competitividad e inserción internacional.
Una demanda que marca época
Tonelli planteó con claridad que “no se trata de una burbuja, sino de una nueva era en la ganadería”. Según explicó, regiones como el sudeste asiático, Medio Oriente y el norte de África pasaron de representar apenas un 22% de la demanda mundial hace dos décadas a superar hoy el 65%. Esa expansión, sumada al redescubrimiento de las proteínas animales entre los consumidores más jóvenes, da un sustento firme al crecimiento del consumo de carne vacuna.
El analista destacó el caso de Estados Unidos, donde el consumo sigue aumentando pese a subas de más del 15% en los precios al consumidor. Para Tonelli, es un dato revelador: “La demanda corre más rápido que la oferta, y eso arbitra los precios hacia arriba. Por eso pienso que 2026 y 2027 serán incluso mejores que el presente”.
El optimismo prudente de los productores
Desde la producción, Diego Otegui puso el acento en la importancia de que los buenos precios se mantengan. “Lo fundamental no es si el lunes sube diez centavos, sino que podamos sostener los niveles actuales en el tiempo”, señaló. Recordó que en 2022 el novillo superó los cinco dólares, pero ese ciclo duró poco. Ahora, con un ternero arriba de tres dólares y un escenario internacional auspicioso, las perspectivas son distintas.
Para Otegui, no sería descabellado proyectar un aumento del 20% o 30% en la producción nacional en los próximos años, si se logran mejoras en la eficiencia reproductiva. “Uruguay todavía tiene margen para subir los índices de preñez y aprovechar mejor el potencial de su rodeo”, indicó, convencido de que el negocio “tira” a todo el sistema a producir más.
Inserción y sanidad en el centro del debate
La conversación no eludió temas sensibles como la inserción internacional y la sanidad animal. Otegui remarcó que Uruguay ha diversificado mercados, reduciendo su dependencia de China, pero aún pierde “una enormidad de dólares” por los altos aranceles en destinos estratégicos. “Necesitamos acuerdos comerciales que reflejen el valor real de nuestra producción”, dijo.
En el plano sanitario, advirtió sobre el impacto de la garrapata, que genera pérdidas estimadas en 95 millones de dólares anuales. “No podemos permitirnos perder mercados por problemas internos. Hace falta control estricto, responsabilidad de productores y medidas ejemplarizantes cuando alguien no cumple”, reclamó.
La mirada de la industria
Marcelo Secco, en tanto, aportó la visión desde la industria frigorífica. Comparó la coyuntura actual con la de 2022, cuando los precios se desplomaron tras un breve auge, y subrayó que hoy los fundamentos son distintos. “La situación está sostenida por bases más sólidas y diversificadas. No percibo un shock como el de aquel año, aunque sí habrá ajustes y oscilaciones”, explicó.
Consultado por la operación frustrada de compra de plantas por parte de Minerva, confirmó que “para Marfrig el proceso está cerrado” y que la compañía seguirá invirtiendo en sus activos en Uruguay. Esa definición, según Otegui, evita una concentración excesiva y preserva la competencia en el sector.
Corrales y nuevas estrategias
El papel del corral en la producción ocupó parte de la agenda. Otegui sostuvo que la actual relación grano-carne favorece el crecimiento del engorde a corral, mientras que Secco destacó la capacidad de Uruguay para posicionar un producto competitivo en mercados como Estados Unidos, Israel y Europa. “El corral complementa a la producción pastoril y permite armar un mix de cortes más diversificado”, indicó.
Ambos coincidieron en que el desafío es mantener un equilibrio que asegure rentabilidad sin descuidar la calidad del producto final. En ese sentido, la combinación de genética, manejo y alimentación aparece como un diferencial clave para sostener mercados de alto valor.
Expectativas de zafra y clima favorable
De cara a la zafra de reproductores, Otegui mostró optimismo. Con lluvias recientes y perspectivas de una primavera temprana, los precios actuales de la hacienda generan un clima de confianza. “Todo lo que esté para entorarse, se va a entorar. La demanda por toros va a estar, porque el pasto y los valores acompañan”, afirmó.
El productor valoró además la claridad con la que la industria expresó su visión, lo que permite a los criadores encarar el servicio y las inversiones reproductivas con mayor certidumbre. “La zafra se perfila como muy positiva para toda la cadena”, concluyó.
La conferencia dejó claro que el momento es favorable, pero también que las tareas pendientes son múltiples: acuerdos comerciales que reduzcan costos de acceso, políticas sanitarias firmes, mejoras en productividad y un manejo ambiental que garantice la sostenibilidad. Son ejes ineludibles para transformar precios altos en progreso duradero.
Si algo quedó claro en esta quinta edición es que Uruguay no puede dejar pasar la oportunidad. La ganadería vive una etapa de demanda firme y de reconocimiento en los mercados, pero requiere cabeza fría y estrategia común. El desafío es construir competitividad con visión de largo plazo, porque la verdadera “nueva era” será la que logre consolidar un país productor confiable, eficiente y preparado para los vaivenes del mundo.