En estas horas en que desde las pistas de la Expo Rural del Prado se conocerán a los reproductores mejoradores de la genética que produce la carne que distingue a Uruguay en el mundo, el país vive uno de esos momentos “soñados” por diversos factores. Con el producto insignia cotizado en el mundo, a través de un promedio del entorno a US$ 5.500 la tonelada, en un barco que avanza fuerte sorteando olas de incertidumbres en aguas internacionales convulsionadas por políticas de distintos tipos, agitadas por vientos arancelarios, de otras disputas comerciales que pareciera no afectar, por ahora, directamente el rumbo trazado, y deseado, por todos los habitantes del país.
En un contexto, además, en el cual en lo interno se viven momentos de euforia marcados por un mercado sostenido para las haciendas gordas, más allá de la escasa oferta, con una flecha hacia arriba en la cotización que, si bien es sabido que los “árboles nunca llegan hasta el cielo”, hacen ver con optimismo al negocio. Lo que, además, se ve reflejado en el mercado de ganado de reposición que basta con repasar lo sucedido en estas últimas horas con la dispersión total de la oferta de los remates de Pantalla Uruguay y Plaza Rural, incluso logrando valores superlativos que fueron récord en varias categorías. Y con un cierre del invierno muy bueno con temperaturas benevolentes (más allá de las heladas tardías de estas horas) y lluvias deseadas que han regado los campos, lo cual mueve la aguja del ánimo de los productores sin dudas.
Además, en el sector se aprecia cómo muchos de los voceros de los productores, representativos por ser parte de las gremiales que defienden sus intereses, celebran con entusiasmo el cierre, así parece, del capítulo de la venta de acciones de tres plantas de Marfrig a Minerva en el país, por entender que si se hubiera concretado atentaría contra sus intereses por el daño que provocaría la concentración de la industria frigorífica distorsionando el mercado. En estas horas, el principal referente de Marfrig en el país, el Dr. Marcelo Secco, fue categórico al asegurar, en la conferencia “Hablemos del Negocio Ganadero” que la operación está terminada, vencidos los plazos legales. Una operación que, entre idas y vueltas, llevó dos años con decisiones oficiales en el medio que fueron categóricas en cuanto a la negativa que se concretara (siempre con el voto unánime de los técnicos). El mencionado jerarca industrial incluso manifestó que ya piensan realizar inversiones en las tres plantas en cuestión para mejorar su operativa y seguir adelante. Desde la otra orilla del negocio, no se han manifestado públicamente los involucrados a la parte interesada en adquirir dichas plantas, pero se conoció un comunicado, firmado en Brasil, que esperan el fallo de la Coprodec.
Mientras esto sucede, llama la atención algunas actitudes que hasta desconciertan a la racionalidad de los protagonistas del sector más influyente, pese a quien le pese, de la economía nacional. Es extraño por ejemplo ver cómo el gobierno nacional incluyó, en el proyecto de presupuesto del MGAP enviado al Parlamento, la intención de modificar la integración de la Junta Directiva del Instituto Nacional de Carnes, entidad que regula las políticas del producto más preciado, y valorado, de los uruguayos. Según figura en el documento oficial, el gobierno, a través del Ministerio dirigido por un ex vice presidente de la Federación Rural, pretende intervenir en el INAC, dirigido por un ex integrante de la Industria Frigorífica, sustituyendo al representante de las Plantas dedicadas al abasto, por uno de “otras especies”. Sacando de lado alguna intención de querer con esto “manipular” políticamente a la Junta a través del ingreso de algún “afín” a la causa oficialista que pudiera beneficiar las intenciones del Ejecutivo, bien vale preguntarse ¿Por qué?
En otro artículo del proyecto de presupuesto elevado al Parlamento, se transfiere la competencia de administración del Fondo de Investigación de la Cadena Cárnica (Fica) desde la Junta, al presidente de INAC, que centralizará la gestión de los recursos materiales. Con ello, el presidente puede delegar facultades a órganos y funcionarios de menor jerarquía, sacándole el protagonismo colectivo de la Junta.
Nuevamente surge la interrogante sobre la necesidad de hacer cambios, con este contexto que se describe líneas arriba y cuando el funcionamiento de INAC ha sido y es ejemplo en el mundo.
En este mismo contexto, a una semana que el Poder Ejecutivo exprese sus puntos de vista en la emblemática e histórica tribuna de la Rural del Prado, a través del Ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Dr. Luis Alfredo Fratti, hombre que además de haber sido vicepresidente de la Federación Rural, fue criador de la raza ovina Suffolk, con participación en la pista de la Rural, también llama la atención que se quiera tocar algo que es “sagrado” en la ganadería de este país y que ha servido de puntal para lo que se vive en la actualidad: la exportación de ganado en pie…
Trascendió hace pocas semanas, la intención de las jerarquías del MGAP de limitar (en forma temporal se dijo), la exportación de ganado en pie con destino a faena inmediata. Más allá que luego el propio jerarca del gobierno intentó aclararlo, con más dudas que certezas, y fue hasta si se quiere “atenuado” por el Ministro de Economía, es un tema que generó malestar, dudas y desconfianza en el sector. Si bien no se conocen hasta el momento negativas de permisos, éste será uno de los puntos que se espera que hable el jerarca del gobierno del presidente Yamandú Orsi el próximo sábado en el acto oficial de la Expo Rural Prado 2025. Un acto en el cual seguramente el sector, más allá de matices, le reconocerá las iniciativas en cuanto al control de la garrapata y a fomentar la cría en el país.
Pero, dicho lo anterior, y llevándolo al fútbol, en momentos en que la selección celeste logró un hecho histórico al clasificar por quinta vez consecutiva a un Mundial, suena en la cabeza de todos los productores rurales la vieja frase futbolera que dice: “cuadro que gana, y más si viene jugando bien, no se toca”…