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Federico Stanham: “Se puede duplicar la producción”

Entrevista al Director Ejecutivo de Cupra

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Cristian Alamón

Es Ingeniero Agrónomo de profesión, y cuenta con una amplia experiencia dentro del mundo de los alimentos, trabajó como trader en carnes, quesos y alimentos congelados, también desempeñó su actividad profesional en Argentina, en una empresa comercializadora de alimentos y vegetales congelados. En período 2015 – 2020 fue el presidente del INAC, y actualmente es el Director Ejecutivo de la Cámara Uruguaya de Procesadores Avícolas, donde busca impulsar el escenario del sector, teniendo el logro de una corriente exportadora de carne avícola, como uno de los principales objetivos a desarrollar.

—¿Cuál es el trabajo que realiza la Cámara Uruguaya de Procesadores Avícolas?

—Lo principal que enfocamos desde la Cámara es la necesidad de dar un salto de calidad y cantidad, eso afecta al sector público y al privado. Toda la región sur de América que es la que más crece en exportaciones de proteína animal al mundo, y el producto que más aumenta es la carne aviar. Uruguay hoy está muy bien posicionado en carne vacuna, una posición relativa en carne ovina, pero no exporta ni carne aviar ni porcina, que sí lo hacen los demás países. Hoy tenemos granos, hace 20 años no, entonces ¿cuál es el motivo por el que no podemos exportar carne aviar?. Según nuestros estudios, logrando la apertura de mercados atractivos, pensamos que de acá a 10 años se puede duplicar la producción, y destinar el 60% de lo producido a la exportación. Esto le permitiría al sector dar un salto de calidad, generar más ingresos y más empleo, a eso apostamos, porque a nivel interno tenemos pleno abastecimiento de carne aviar.

—La faena crece de forma lenta, pero paulatina…

Exacto, si tomamos los datos del 2018 para acá, que es la serie de datos que tenemos, que no es muy larga, porque arranca desde el 2026, a influjo del crecimiento del consumo interno, la faena se ha venido incrementando, el consumo pasó de 18 kilogramos per cápita a 25 kilogramos, es más de un 30% de crecimiento, y eso se refleja en la faena. En el 2022 se amesetó el crecimiento, pero sobre finales del 2023 aumentó mucho la demanda interna, lo cual se respondió con más producción, y hoy tenemos más faena que el año pasado, aunque no es un aumento impresionante, porque eso no existe solo con el mercado interno.

 

—Si bien algo se exporta ¿cuánto representa el mercado interno en el consumo?

Al mes de agosto tenemos exportaciones por 2.000 toneladas aproximadamente, que en 80.000 toneladas de producción, es una cantidad insignificante, por lo cual el 98% de la producción se destina al mercado local. También tenemos que sumar la importación de carne, que viene representando un poco menos del 4% del consumo, mayormente se importa carne aviar de Brasil, pero también están habilitados Argentina, Chile y Estados Unidos.

—¿Cómo se ve desde Cupra la importación de carne aviar?

Cupra está de acuerdo que el mercado, al igual que sucede con la carne vacuna, se complemente con la producción importada, lo que sostenemos e insistimos siempre con el gobierno, es que la carne vacuna tiene desde hace más de 30 años los mejores mercados para exportar, por lo que se puede sacar la producción nacional en condiciones muy competitivas hacia el exterior. En carne aviar no se puede sacar producción al exterior de manera significativa, entonces todo lo que signifique ingresos por importaciones crecientes, va claramente en detrimento de la producción nacional, porque hay que achicar lo producido, para hacerle lugar a lo importado. Cupra no es proteccionista, pero lo que se pide son condiciones parecidas a la carne bovina, generando el acceso a mercados, para poder sacar producto cuando hay muchas importaciones. También es cierto que el gobierno mira con mucho interés que no haya precios excesivos para el pollo a nivel nacional, y cuando los precios suben mucho abre un poco más las importaciones, están en todo su derecho, son reglas de juegos que las tenemos claras.

—¿Cómo ha sido la evolución del precio de la carne aviar en Uruguay?

En general ha evolucionado bastante similar al IPC en el largo plazo. En el precio del corto plazo hay dos elementos que influyen: cuando sube mucho la producción, como no se puede exportar, los precios se deprimen, hay ciclos de tres o cuatro meses que se dan esas oscilaciones y cuando sube mucho la carne bovina, como se dio en 2019 y 2022 tienda a arrastrar al precio del pollo. En 2024 se ha dado algo particular, nunca habíamos tenido un período tan largo de baja de precios, desde enero hasta la mitad agosto, por la producción tan importante que hubo. Esto ha llevado a que desde mayo hasta la fecha, en planchada y al consumidor, los precios en valores corrientes están por debajo del año pasado, con lo cual la mayor demanda que hay hacia fin de año, va a estar plenamente atendida.

—¿Cómo se trabaja entre Cupra, el Ministerio e INAC para conseguir las habilitaciones?

INAC hizo un trabajo de priorización de mercados, muy bien hecho, que lo compartimos plenamente, pero tenemos que asumir que es algo que lleva mucho tiempo. Nosotros identificamos claramente tres ejes fundamentales: primero crear el acceso a mercados, que en eso se está, aunque no con todo el ímpetu que se debería de tener, tiene que haber más convicción y un plan más definido y acordado entre todos; el segundo eje es que las empresas se tienen que reconvertir para poder exportar, eso lleva un proceso de inversiones muy importantes, se está en eso, pero no a la velocidad y calidad que se requiere, pero también se necesitan señales de que vamos en el camino de contar con los mercados para justificar las inversiones; el tercer eje, es que el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, que tiene un equipo dedicado a la avicultura muy reducido, debería de incrementar su capacidad técnica y para eso tenemos una propuesta muy concreta, de incorporar seis cargos exclusivos para la avicultura, que cubran todos los aspectos, el acceso a mercados, la sanidad, la industria y la parte de campo. Hay que fortalecer al Ministerio para que pueda acompañar en este proceso, sino siempre quedan las cosas a medias tintas.

—¿Han presentado esta propuesta a los candidatos a presidir la República?

Sí, lo hemos presentado a todos los candidatos políticos, hemos trabajado mucho a nivel parlamentario, hemos tenido una buena acogida, y en el Foro que hicimos en septiembre, fue uno de los ejes este tema. Esperemos que en la próxima Ley de Presupuesto se pueda resolver esto, para lo cual incluso tenemos una propuesta de dónde obtener los recursos, para no tener un incremento del gasto, entendemos que tenemos que evitar eso. Ojalá tengamos apoyo de todos los sectores para poder llevar esto adelante.

—¿A qué mercados se debería de apuntar en el acceso?

Hay que tomar el ejemplo de lo que sucede con la carne vacuna, hoy Uruguay está mandando más carne a Estados Unidos que a China, eso se da porque hay una presión muy fuerte de Brasil y Argentina, que han deprimido los precios, pero Uruguay tiene la suerte de contar con otros mercados donde logra sacar mejores precios. En la avicultura tenemos que buscar lo mismo, entonces una avicultura exportadora sustentable en el largo plazo requiere de contar con los mercados de Estados Unidos, Chile, Japón, China, México, Europa, y dentro de los países árabes los que tienen mejor ecuación de negocio son Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos. Todo eso está en lo que INAC priorizó, pero estamos lejos de tener la agenda para que se consolide como un menú que permita un modelo de negocios sustentables.

—A nivel de Uruguay, ¿cómo está la situación de las plantas en referencia a las inversiones que deben de hacer?

Si comparamos con las condiciones de la cadena bovina que es netamente exportadora, hay una brecha clara, pero no está bien cuantificada. Nosotros hemos logrado un apoyo del Banco Andino de Fomento, una cooperación técnica no reembolsable, con el apoyo del gobierno e INAC, ahí se va a generar una consultoría, que ya se está armando para cuantificar las inversiones necesarias planta por planta en toda la cadena productiva. Ahí sabremos en qué y cuánto hay que invertir, de todas formas las empresas vienen invirtiendo permanentemente, porque la tecnología cambia y hay que mejorar los procesos, y el consumidor demanda cada vez más cortes, y en ese proceso los empresas están, pero no tienen un incentivo claro de que la exportación va a ser algo tangible en el corto o mediano plazo. Por eso las inversiones van a lo que reditúan en el plazo inmediato, por eso es necesaria esta cuantificación que tendremos en algunos meses.

Planta procesadora avícola
Cupra

¿Cómo han trabajado con las exigencias del Ministerio de Ambiente?

—Hoy las exigencias de esta cartera van hacia los típicos controles ambientales, que básicamente tienen que ver con las aguas residuales, por ejemplo con los sólidos, y ahí hay una política entendible del Ministerio, de presionar para mejorar los estándares en todos los sentidos, pero muchas veces son importantes y no se les ve la plena justificación, se toman requisitos del primer mundo y no podemos llegar en un plazo corto. Para un sector que tiene que invertir mucho en materia ambiental, pero no ve un aumento de la producción y el negocio, son inversiones que castigan. Estamos de acuerdo que se tienen que hacer, pero hay que buscar las formas de moderarlas, porque muchas veces las exigencias son hacer las inversiones o cerrar las plantas. No se llegó a esa situación, basta con la amenaza.

—¿Cómo se trabaja desde Cupra con los productores de pollos?

Ahí tenemos las Asociación de Façoneros de Pollos Unidos, que son unos 200 o 220, con los que hay una excelente relación, ellos están muy interesados en el proyecto de duplicar la producción. Ellos han mejorado muchísimo sus estándares de calidad en el trabajo, con mejoras genéticas y de alimentación que se van generando, lo cual se responde con más inversiones y manejos que le permitan al pollo expresar todo su potencial de conversión de alimento en carne. Hay mucho por hacer aún, en este proyecto ellos van a tener que invertir mucho y mejorar aún más las prácticas. Pero de toda la cadena, el sector de la materia prima seguramente sea el mejor posicionado.

 

En estos momentos se transcurre por la segunda generación

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