
El mercado internacional de la carne vacuna está muy firme y demandado, sostenido en los tres principales pilares que conforman la demanda: China, Estados Unidos y Europa. Esto no quiere decir que no se den altibajos, como pasa en todos los mercados. Pero en la última semana coincidieron las altas.
La actitud de los importadores chinos fue otra desde el inicio de la semana. Desde el lunes el ritmo de consultas y pedidos de oferta se “movió bastante” y se “aceleró aún más” posteriormente, aseguró un trader regional. Esto permitió que se cerraran algunos negocios a precios algo por encima de la semana previa, en la que los importadores mostraban una actitud mucho más reticente a hacer negocios.
En el caso de Estados Unidos, actualmente el principal destino de la carne uruguaya, el parate que se dio después de los aranceles generalizados impuestos por la administración Trump parece comenzar a dejar espacio a una actitud más compradora desde el lado de los importadores. Desde abril se habían mostrado reacios a concretar negocios, seguramente teniendo en cuenta las idas y vueltas de la Casa Blanca en lo referente a su política arancelaria. Optaron por utilizar los stocks, pero estos parece que comenzaron a escasear y la demanda está viendo la necesidad de volver a la cancha. Además, los precios de todo el complejo cárnico estadounidense siguen por las nubes y en alza, especialmente la carne magra para industrializar, que es el grueso de las compras en América del Sur y Oceanía.
A su vez en Europa, luego de un par de semanas de bajas, los precios tendieron a estabilizarse. Se manejaban cotizaciones similares o algo superiores a las de la anterior. Argentina está con poca oferta y es quien manda en el mercado del enfriado Hilton en la Unión Europea.
Los altibajos seguirán, como en todos los mercados, pero esta fue una buena semana que permite mirar con más tranquilidad y optimismo el comienzo del segundo semestre.