El debate sobre la garrapata volvió a ocupar la agenda ganadera esta semana con la presentación del Plan Nacional de Control del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP). El programa, que establece cuatro pilares de acción, busca enfrentar un problema sanitario que desde hace años genera pérdidas millonarias en la producción bovina.
Para conocer la visión del sector privado, Valor Agregado de radio Carve dialogó con el Dr. Juan José Senattore, delegado de la Federación Rural en la Conhasa.
Cumplir la ley vigente
Senattore destacó que la nueva estrategia “es un poco más de lo mismo, pero con variaciones que generan confianza”, y recordó que la ley contra la garrapata de 2007 era muy buena, aunque nunca se hizo cumplir.
“Si se hubiera aplicado en su momento, hoy no estaríamos en este nivel de infestación. Lo que hace falta es voluntad y fiscalización real”, señaló.
El plan del MGAP incluye campañas de comunicación y educación sanitaria, capacitación técnica con veterinarios acreditados y laboratorios privados, además del control territorial con agentes sanitarios en cada departamento. Para el dirigente, este último punto es clave: “Es la base de la lucha. Sin fiscalización del tránsito de ganado y controles efectivos, nada funciona”.
Consultado sobre el impacto económico en los productores, Senattore reconoció que habrá costos adicionales para sanear los rodeos, especialmente con el uso de nuevos productos que aseguran el movimiento de ganado sin parásitos.
“Algunos productores tendrán dificultades, pero era inevitable. En algún momento había que ponerle un freno a la garrapata. No es posible seguir flexibilizando como se hizo en años anteriores”, afirmó.
Uno de los aspectos innovadores del plan es la creación del “agente sanitario dinamizador”, figura propuesta años atrás por la Federación Rural y la Agropecuaria de Artigas.
“Será un nexo entre productores, CODESAs y el ministerio. Es vital que la estrategia no quede en planes individuales de cada establecimiento, sino que se coordine a nivel regional”, explicó Senattore.
Hemovacuna y controles más estrictos
El delegado de la Federación Rural también valoró la incorporación de la hemovacuna, con la meta de inmunizar a un millón de terneros en el norte del río Negro. “Es una herramienta importantísima, pero debe estar bien dirigida a las zonas más complicadas. No hay una única solución: la salida es sumar todas las baterías posibles de medidas”, apuntó.
Asimismo, subrayó la importancia del registro unificado de resistencias y de evitar residuos en carne, así como los nuevos controles al movimiento de tropas. “La habilitación del ganado con cáscara de garrapatas muertas ya no corre más. Ahora se exigirá el uso de productos efectivos para poder mover los animales”, detalló.
Finalmente, Senattore reconoció que la responsabilidad es compartida: “La culpa está dividida entre productores, gremiales y autoridades. Pero ya no sirve mirar atrás. Lo importante es que de aquí en adelante podamos controlar este flagelo, que sin dudas se nos ha ido de las manos y le cuesta muy caro al país”.