Gerardo García Pintos, empresario y gremialista agropecuario, participó este domingo de Hablemos de Agro, en Canal 10. Con una vasta experiencia en el rubro, ex presidente de la Asociación Rural del Uruguay (ARU) y protagonista de diversos emprendimientos familiares, realizó un análisis profundo sobre la situación actual del sector agropecuario, destacando su madurez, evolución y los desafíos que enfrenta en un contexto cambiante.
“Veo al sector agropecuario bien, está maduro. Tenemos un paquete de políticas agropecuarias que se han transformado en políticas de Estado, independientemente del gobierno de turno, lo que le ha dado al sector una estabilidad global. Hoy contamos con una ganadería pujante, una agricultura firme, una forestación consolidada y un dinamismo importante en todos los rubros”, comentó García Pintos, señalando también la incorporación de nuevas generaciones y el avance de la tecnología como factores clave de este crecimiento.
Además, destacó la importancia de los instrumentos financieros disponibles, que han dado firmeza al agro uruguayo. “Uruguay es uno de los países más fuertes en agronegocios, con una clara vocación exportadora que pocos países poseen”, enfatizó.
Sobre el sector ganadero, García Pintos aseguró que es un negocio rentable. “La cría, que antes no era tan firme, hoy está sólida. Los precios de los terneros, el buen manejo de los animales y la demanda del exterior han fortalecido este eslabón de la cadena productiva”. Según él, la cría es hoy un sector pujante, lo que se refleja en los más de 3 millones de terneros que se esperan este año. “Antes temíamos que mayor producción bajara los precios, pero eso no ocurre. La exportación en pie está firme y el país está bien posicionado a nivel internacional, más por la calidad de su ganadería que por el volumen”, explicó.
También subrayó que Uruguay cuenta actualmente con una de las mayores cantidades de vacas de cría de su historia, lo que representa un volumen importante de materia prima para la industria y la exportación. En cuanto a la estructura de la cadena ganadera, asegura que, aunque siempre hay matices, existe una clara conexión entre los diferentes actores del sector, lo que fortalece el rubro.
García Pintos también ve un panorama alentador en la agricultura uruguaya. “Hoy tenemos una agricultura muy profesional, gracias en parte a la influencia argentina. El nivel de tecnología, gestión y manejo que tenemos en Uruguay es excelente, lo que se refleja en los buenos rendimientos de los cultivos, tanto en verano como en invierno”. Según el empresario, el país ha logrado una simbiosis entre la agricultura y la ganadería que ha permitido una rotación eficiente, ajustada a cada tipo de campo.
La infraestructura también juega un rol clave en el desarrollo agrícola. “Uruguay ha mejorado sus conexiones viales, lo que facilita la llegada de productos a los puertos y centros logísticos, beneficiando incluso a zonas más alejadas”, comentó. Aunque reconoce que los precios agrícolas están “pinchados”, considera que la infraestructura y la profesionalización del sector siguen siendo grandes fortalezas.
En cuanto al rubro ovino, García Pintos es optimista a pesar de la reducción del stock en los últimos años. “Los que quedamos con ovinos tenemos muy buenas ovejas, y hay una tendencia clara hacia la especialización. El desafío es producir más con menos, como hacen los holandeses”, afirma. Asimismo, señala que las razas se han afinado y se apunta cada vez más a cruzamientos con doble propósito, tanto para carne como para lana.
La baja en el stock de ovinos, aunque preocupante, no lo sorprende. “El precio de la lana ha hecho mucho daño, especialmente durante la pandemia. Uruguay es un país lanero, pero los problemas de comercialización han golpeado fuerte”, admitió.
Para García Pintos, el gremialismo ha sido una pieza clave en su vida profesional. “Siempre he creído en la importancia de canalizar parte de nuestro tiempo para contribuir al desarrollo de la sociedad. Mi generación de dirigentes rurales ha sido parte activa en la consolidación de las políticas agropecuarias que hoy benefician al país”, reflexiona. También reconoce que su etapa como presidente de la ARU fue una de las más desafiantes de su carrera, ya que se enfrentó a un contexto de gran incertidumbre.
A pesar del optimismo general, García Pintos reconoció que siempre hay preocupaciones latentes. “El sector agropecuario siempre está expuesto a riesgos, desde sanitarios hasta de mercado. Lo vivimos en el pasado con la aparición de la aftosa, y aunque hoy la realidad es diferente, siempre hay que estar preparados para enfrentar nuevos desafíos”, concluyó.