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La reposición acompaña firmeza del ganado gordo

El recuerdo y homenaje a Ignacio Aramburu de sus hijos

ganado

Un febrero con picos históricos por tonelada de carne exportada de Uruguay, un novillo gordo superando los 5 dólares y un ternero que toca los US$ 4. El momento de la ganadería nacional es excelente, y parece mostrar una firmeza en el tiempo, que más allá de valores exorbitantes o no, se mantendrán como buenos para el negocio.

“La reposición empezó a acompañar los valores del gordo, que se habían despegado”, aseguró José Ignacio Aramburu. Después de una suba tan fuerte para el valor del kilo de carne en cuarta balanza, “era obvio que la reposición iba a acompañar”, agregó el director de escritorio Ignacio Aramburu Negocios Rurales, quien pone énfasis en que el clima, particularmente las lluvias, eran lo que estaba faltando: “el gordo se despegó, pero la seca no permitía lo mismo para la reposición”.

No hay que olvidar la salud de la cadena productiva en la ganadería del país. “Si vendemos novillos arriba de los 5 dólares, el ternero tiene que valer para respaldar al criador”, dice Ignacio Aramburu, añadiendo que “no imaginaba US$ 4, pero sí un ternero que supere la barrera de los US$ 3”.

En lo que tiene que ver con otras categorías, la demanda por vaquillonas, piezas de cría y vacas de invernada (a quien Aramburu llamó las “vedettes” del mercado), se mantiene firme y con excelentes valores. “Tal vez lo que está valiendo menos es la vaca preñada. Hoy el productor puede hacer más dinero enviando una vaca preñada a frigorífico que vendiéndola en Plaza Rural”.

Consultado acerca de si el productor puede estar inclinándose por negocios más cortos para aprovechar esta coyuntura de precios, Ignacio no duda: “ni hablar”, respondió.

Respecto del valor del ganado gordo, Arturo Aramburu manifestó que hay un poco más de oferta de ganados buenos y muy buenos, con “valores generalizados en US$ 5, con novillos generales un poco por debajo y especiales un poco por encima”.

Para las vacas, podemos manejarnos en el orden de los US$ 4,80, y “la vaquillona siempre al medio, en unos US$ 4,90 con la especial bien pesada de arriba de 400 kilogramos, que es la más buscada, golpeando los 5 dólares”.

Si bien es muy “vidrioso” predecir lo que puede suceder con los precios, Arturo Aramburu dijo que ve un mercado muy firme. Hoy las entradas están en 10 o 15 días por este aumento de oferta.

Emoción. “Fueron muy emotivas las palabras de Walter Hugo Abelenda hacia nuestro padre en el principio del especial Angus realizada el viernes pasado desde Punta del Este”, afirmaron los hermanos Aramburu.

“Papá era el tractorcito que teníamos”, comenzaron diciendo. “Ahora seguimos empujando y tenemos mucho ganado, pero falta el patrón que no es poca cosa”.

Si hay algo de lo que están seguros ambos, y sus familias, es que el camino construido por Ignacio Aramburu se va a perpetuar. “Él siempre dijo que no iba a dejar plata, pero sí mucho trabajo. Y fue tal cual, y además algún pesito dejó”, sostuvo José Ignacio.

A su vez, Arturo agregó que la descripción de “vasco metedor para adelante” que brindó Walter Hugo Abelenda es tal cual, y que la palabra y la confianza son todo en este negocio, por eso “vamos a seguir así”, afirmó.

El escritorio está armado, con un equipo que empuja, muchas cabezas de ganado inscriptas actividad tras actividad y un futuro promisorio para la ganadería nacional.

Son 30 años de historia en el escritorio. “Esperamos que los amigos y clientes sigan apoyando. Nosotros vamos a seguir con toda la fuerza”, cerraron los hermanos Aramburu.

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