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Marcelo Secco: “Uruguay debe crecer con más terneros, mercados abiertos e inversión en la industria”

Uruguay atraviesa un escenario internacional favorable para la carne, con demanda firme y producción estancada en los principales mercados, según el CEO de MBRF en Uruguay

Marcelo Secco

El CEO de MBRF en Uruguay, Marcelo Secco, analizó a fondo la realidad del mercado internacional de la carne, lo que dejó la feria de Anuga en Alemania, la situación de la oferta ganadera hacia 2026, la exportación en pie, el debate sobre la fiebre aftosa en la región y los planes de inversión de la compañía en el país. Señaló que el contexto es estructuralmente favorable, con una demanda firme y un estancamiento de la producción en Europa y Estados Unidos, pero con la necesidad de mantener la competitividad frente a otras proteínas, fortalecer la reproducción para superar los tres millones de terneros, garantizar la libertad de mercados y sostener la vacunación contra aftosa. En paralelo, destacó que la fusión global de Marfrig y BRF permitirá a MBRF Uruguay ampliar su portafolio de productos e invertir en la modernización de sus plantas para consolidar su posición en el mercado.

Secco analizó la situación del mercado internacional de la carne a partir de lo que dejó la reciente feria de Anuga, en Colonia, Alemania, uno de los eventos más influyentes del sector. A pocos días de concluida la muestra, el ejecutivo sostuvo que el panorama general es positivo, aunque matizado por factores arancelarios, geopolíticos y de competencia interproteica que obligan a una lectura cuidadosa de las tendencias.

“Fue una buena Anuga, dinámica, con varios elementos. Obviamente hay que componer de más piezas para visualizar la situación. Todavía quedan cosas por jugarse: temas arancelarios, medidas compensatorias de China, la agenda Trump-Brasil. Pero todo esto se da dentro de un escenario positivo, con una demanda firme y sin crecimiento en la producción europea”, resumió Secco. En ese contexto, se abre un abanico de oportunidades vinculadas al acuerdo Unión Europea–Mercosur y a las cuotas de los países nórdicos.

Desde el punto de vista de los números, el mercado está mostrando señales de estabilidad en torno a los 5.000 dólares por tonelada de carne tolerada, con variaciones que acompañan la dinámica de la oferta y la demanda. “Si no ocurre ningún desequilibrio fuerte, ojalá podamos cerrar el año en ese escenario de valor sostenido, que ha sido la media de los últimos dos o tres meses”, apuntó el ejecutivo. Esa referencia se traslada a la hacienda con un novillo en torno a los 5 dólares por kilo, manteniendo la lógica histórica de que el ganado cotiza algo por debajo de la carne exportada.

No obstante, Secco advirtió que la libertad del mercado uruguayo puede generar desajustes temporales entre los valores de exportación y los de la hacienda, lo que repercute en la distribución de márgenes tanto para la industria como para el productor.

En relación a la producción global, el CEO de MBRF Uruguay destacó que tanto en Estados Unidos como en Europa se proyecta una menor oferta de carne bovina, mientras que la demanda sigue creciendo. “Esto es estructural, más que coyuntural”, subrayó. En el caso estadounidense, el déficit hídrico y sus efectos sobre la preñez del rodeo serán determinantes, más allá de la disponibilidad de granos baratos. Esa situación podría extender el estrés del mercado norteamericano. Europa, por su parte, mantiene estancada su producción bovina, lo mismo que China, aunque con un crecimiento más marcado en pollo y cerdo.

Marcelo Secco en Hablemos de Agro.

“La producción de pollo crece, la de cerdo también. En un escenario de granos baratos, esas proteínas son muy competitivas y pueden ganar terreno en ciertos segmentos de consumo, donde el precio define la decisión del comprador”, explicó Secco, destacando que la competencia debe asumirse como un factor permanente, no como una amenaza.

En cuanto a Israel, un mercado que importa unas 100.000 toneladas anuales, sostuvo que seguirá siendo un comprador constante pese al conflicto en la Franja de Gaza. “Es un nicho en el que Uruguay, Argentina, Brasil, Paraguay y algunos países europeos tienen su espacio. No es un jugador que mueva el precio global, pero sí abre oportunidades de alto valor”, señaló.

En tanto, el ejecutivo se refirió al papel de China, que si bien tuvo menor presencia en Anuga por coincidir con ferias locales, mantiene un nivel de demanda estable. “El mejor escenario es un consumo estable, con un precio medio que ha mostrado variaciones muy acotadas en el año. A pesar de la competencia de Brasil, Argentina y, ahora, de Bolivia, todo indica que China seguirá siendo un mercado estable de aquí al 2026”, expresó.

"Panorama general positivo"

Consultado sobre las proyecciones de mediano plazo para el mercado de proteínas, y su análisis se movió de lo global a lo local. Señaló que el panorama general es positivo, aunque atravesado por la volatilidad propia de los factores sanitarios, políticos y comerciales que inciden en la producción y el consumo a nivel mundial. “De lo macro a lo micro es bueno. La demanda está, tenemos una relación de conversión de proteínas favorable, y eso es una buena noticia también para los agricultores, porque el escenario actual es de dietas muy baratas en comparación con años atrás. La demanda está planteada en todo el hemisferio norte: Europa, Estados Unidos, la propia China, incluso nuestra región con los desafíos de crecimiento de Argentina y Brasil”, explicó.

A nivel micro, la competencia entre proteínas y las eventuales restricciones sanitarias en cerdo y aves son variables que pueden condicionar la dinámica del mercado. A ello se suma la agenda política internacional, marcada por acuerdos arancelarios y negociaciones pendientes, como la relación entre Argentina y Estados Unidos o el acuerdo Unión Europea–Mercosur. “Son elementos positivos para unos u otros, pero en definitiva son positivos para promover comercio. Sobre esa base, como país y como compañía estamos preparados para atacar las oportunidades. MBRF incluso se ha posicionado en China con una planta muy importante para abastecer al sudeste asiático, que sigue siendo un mercado muy interesante”, remarcó Secco.

Perspectivas 2026

Llevando el análisis al plano local, el ejecutivo reconoció que Uruguay enfrentará un escenario de menor oferta de ganado en 2026. “Independientemente de los números de DICOSE, falta ganado. Hay una capacidad ociosa de más de un 20%. Es un escenario lindo para transformar y vender los tres millones que nacieron, pero hay un hueco derivado de la sequía de 2022”, sostuvo. En este marco, destacó también el rol de la exportación en pie, que cerrará el año cerca de las 400.000 cabezas, aunque con menor impulso en la recta final debido a la tonificación de los precios internos.

La expansión de los corrales aparece como un factor central para acompañar la demanda. “El corral crece y juega un papel importante. La faena aumentó un 7% este año. Uruguay ha logrado posicionar el ganado de grano, más pesado o más liviano según los mercados, pero ha logrado ese lugar. Ahí está la oportunidad de acortar y acelerar ciclos”, señaló. Sin embargo, la reducción de la cuota 481 limita las referencias de precios que la industria podía trasladar al productor. “Hoy ese mecanismo no está, somos los operadores quienes arbitramos para minimizar riesgos, pero con granos baratos y una reposición previsible, el corral puede ofrecer un diferencial respecto al ganado de campo”, añadió.

Respecto al mercado de futuros, Secco fue cauto: “Está activo, se están haciendo operaciones, pero todavía no le veo dinámica. Es un elemento vivo que hay que cuidar para que termine de germinar”. Y sobre el proyecto de ley que busca regularizar la tenencia de corrales por parte de la industria frigorífica, fue crítico. “Leí el borrador y sinceramente no lo logro entender. Si el fin es evitar que los frigoríficos con corrales propios influyan en la formación de precios, me parece que está muy lejos de ser un riesgo real. Para que eso ocurriera tendría que haber más de un millón y medio de cabezas en encierro. Incluso en los acuerdos con productores, lo que se busca es compartir riesgos y dar herramientas para intensificar. Una medida así sería una muy mala señal para la agricultura y para la intensificación ganadera”, concluyó.

El ejecutivo tambien respondió a las reflexiones que en su momento hiciera el ministro de Ganadería, Alfredo Fratti, sobre la relación entre mayor producción y menores precios. Para el CEO de MBRF en Uruguay, ese riesgo no aparece en el horizonte siempre que el país mantenga una estrategia clara de posicionamiento y venta en el mundo. “En un escenario como el que tiene Uruguay de mercado, de oportunidad y de desafío, lo que tenemos que hacer es los deberes. Si vendemos y vendemos bien al país y a la carne, no tengo ninguna duda de que estamos muy lejos de un problema. Uruguay exporta el 90% de su carne, entonces nuestro escenario es el mundo, y esa agenda es la garantía de que podemos superar los 3 millones de cabezas faenadas sin inconvenientes”, expresó.

La cifra de los 3 millones de terneros paridos al año fue durante mucho tiempo una meta simbólica para el sector, alcanzada hace algunos años. Sin embargo, Secco sostuvo que no debería verse como un techo, sino como una base. “Uruguay ha ido generando mesetas en su producción. Creo que hay que dar una señal muy fuerte de que parir 3 millones de terneros debe ser una constante, y que a partir de la eficiencia reproductiva, de mejores sistemas de recría, de más producción forrajera y del uso de grano, ese número se puede superar. El propio sector tiene condiciones de aspirar a más”, señaló.

En este marco, los precios actuales también actúan como incentivo. Con terneros en torno a los 700 dólares y toros promediando los 4.500 dólares —un aumento del 25% respecto al año pasado—, el ejecutivo destacó que las señales para la cría y para la inversión en el negocio son contundentes. “Como decía un amigo que ya no está en el sector, se van a quedar ciegos de tantas señales. Me parece que sobran estímulos para crecer”, remarcó.

La exportación en pie fue otro de los temas abordados, un factor que este año generó debate por el volumen de envíos y por la discusión sobre sus efectos en el mercado interno. Para Secco, el principio debe ser claro: “En un escenario de libre mercado la exportación en pie tiene que estar. Cuanto más grande sea el animal exportado, más valor pierde Uruguay, porque son animales cercanos al grado de producción industrial que derraman mucho en la economía. Lo importante es que haya una agenda equitativa: libertad tanto para exportar ganado como para exportar carne, con una competencia franca por la reposición, por el recriado y también por el gordo”.

Consultado sobre la posibilidad de habilitar la importación de ganado, el CEO de MBRF opinó que es un debate que debe ponerse sobre la mesa. “Hay que revisarlo. En algunos casos los certificados sanitarios lo permiten, en otros no, depende de los destinos. Lo que implica es que el servicio sanitario público debe estar a disposición de la producción, actualizando permanentemente los límites críticos de residuos que exigen mercados como China, Estados Unidos o Europa. Nadie está hablando de poner en riesgo la reputación de Uruguay, se trata de abrir el sistema y de responder a demandas genuinas”, afirmó.

En ese sentido, consideró que habría que analizar diferentes canales: importación para faena en plantas que abastecen al mercado interno, o incluso para reproducción y engorde, siempre con los debidos cuidados. “Uruguay ya puede importar carne para procesar y vender en el mercado local, y eso puede ser un estímulo para la actividad, liberando más producto uruguayo para exportación. Lo mismo podría pensarse en animales para engordar o para reproducción, si la demanda lo justifica. El riesgo existe, claro, pero siempre y cuando no se revisen y acuerden las condiciones con los países compradores. La agenda sanitaria es dinámica, y la política tiene que estar a la altura de esa dinámica”, concluyó.

Marcelo Secco fue consultado sobre la realidad de la fiebre aftosa en la región y la postura que debería adoptar Uruguay frente a la vacunación. Desde su visión como veterinario, aclaró que se expresaba a título personal, sin comprometer la institucionalidad de la empresa. “La agenda aftosa cambió mucho. El reconocimiento de Uruguay como libre de aftosa con vacunación nos permitió acceder a mercados de alto valor, como Japón, en el caso de lengua. Hoy la calidad de las vacunas permite mantener un esquema de seguridad, por eso mi recomendación es continuar vacunando, fortalecer la vigilancia epidemiológica y mantener un monitoreo franco y transparente en la región. No daría un paso distinto todavía, porque la relación riesgo-beneficio no lo justifica”, aseguró.

Secco remarcó que aún falta mayor conocimiento, seguridad y tiempo de estabilidad en la región antes de pensar en un cambio. “Uno siempre se queda con la duda. Brasil ya tenía estados libres de vacunación hace años, pero eran zonas de baja producción bovina. En nuestro caso, somos un proveedor estratégico, de menor volumen, y no tenemos el mismo poder de negociación que Brasil. Si a Brasil le pasa algo, acomoda la situación con más facilidad. Nosotros no. Por eso debemos actuar con prudencia”, agregó.

Fusión global entre Marfrig y BRF

En otro orden, el ejecutivo abordó el impacto de la fusión global entre Marfrig y BRF, que dio origen a MBRF. “En Uruguay implica que todo el portafolio de BRF, con marcas muy conocidas como Sadia, se incorpora a nuestra operación. Hoy tenemos bajo nuestra responsabilidad la importación de productos procesados, empanados y congelados, más el uso de las marcas en el mercado local. Estamos integrando el equipo de BRF Uruguay con el nuestro, como también sucede a nivel global. Esto nos permite reafirmar presencia en el canal moderno y tradicional, con un portafolio más amplio que incluye desde cortes y hamburguesas hasta los productos Sadia”, explicó.

Consultado sobre la operativa de las plantas, Secco confirmó que se mantendrán las cuatro que hoy posee la compañía, además de la planta de Fray Bentos, alquilada desde hace varios años y en funcionamiento regular. “La decisión está reafirmada: continuamos con plena actividad en todas las plantas, sumando ahora este portafolio de importación”, indicó.

Respecto a inversiones, recordó que ya se habían anunciado mejoras en las plantas de Colonia y Salto. “Son proyectos que avanzan por etapas y que habían quedado en pausa en años particulares, pero ya se retomaron. La industria frigorífica invierte permanentemente porque está expuesta a auditorías y exigencias sanitarias constantes, además de visitas de clientes. En estas dos unidades había desafíos específicos de modernización, y a mediados del próximo año y hacia finales del siguiente deberíamos ver las obras concluidas”, aseguró.

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