Con condiciones de temperatura y humedad acordes para su aparición y posterior desarrollo, se están registrando algunos casos de "bocopa", problema causado por el hongo Ramaria (Clavaria) flavo-brunnescens, conocido como “hongo de los Eucaliptus”.
Esta especie de hongo solo afecta al ganado y es diferente a los hongos comestibles que se recolectan en esta época del año para preparaciones en escabeche o similar, advirtió la División de Sanidad Animal de la Dirección General de los Servicios Ganaderos.
"Estamos en plena emergencia del hongo. Llevamos tres o cuatro semanas donde se nota que hay emergencia y hay que cuidar los ganados", alertó el Dr. Rafael Carriquiry, veterinario del Instituto Plan Agropecuario (IPA) que trabaja en el norte del país.
"Si el año pasado en un determinado lugar del predio emergió el hongo, hay que revisar este año. En caso de que aparezca, hay que romper los hongos en la medida de lo posible y retirar los pastoreos. En la medida que aparezca frío ya no sale y el problema se contiene", explicó el profesional.
. Los animales que comen el hongo y se enferman no tienen tratamiento y hay que vigilar muy bien los rodeos. Puede haber mortandad y los que no mueren quedan muy afectados.
Gravedad. Desde el MGAP se recuerda que la bocopa es una enfermedad de alta morbi-mortalidad y afecta principalmente bovinos y ovinos, pero también puede ocurrir en cerdos domésticos, jabalíes y equinos. El bocopa ocurre cada otoño en todo el país, desde que fuera primeramente descripta por técnicos de DILAVE/MGAP en 1957.
Se le conoce como bocopa porque los animales se babean debido a ulceraciones extensas y desprendimiento del epitelio de la lengua, sufren claudicaciones por desprendimiento de las pezuñas o cascos, y hay caída de los pelos, especialmente de la cola y hasta desprendimiento y caída de los cuernos en animales astados.
A su vez, en ovinos, y más raramente en bovinos, la enfermedad cursa con signos nerviosos severos, convulsiones y hemorragias en cámara anterior de ojos. La letalidad del alcanza al 38% en bovinos y 49% en ovinos, según datos históricos de DILAVE/MGAP.
El crecimiento del hongo es masivo en otoño, especialmente luego de veranos secos, como el presente año, por lo que es de esperar un mayor número de casos en los meses de abril, mayo y junio, que son los meses de mayor incidencia y mortalidad. A la fecha, se ha comunicado un rebrote temprano del hongo y se han detectado animales afectados en forestaciones de Tacuarembó y otras zonas del país.
Vigilancia. Desde el MGAP se recordó que la enfermedad es importante para la vigilancia epidemiológica del país ya que puede confundirse con Fiebre Aftoas o incluso Encefalopatía Espongiforme Bovina (BSE), debido al cuadro nervioso, por lo que se recomienda solicitar asistencia profesional veterinaria y comunicar los casos a los Servicios Departamentales de Sanidad Animal, y eventualmente consultar para remitir muestras del hongos o de los animales afectados a los laboratorios de DILAVE.
