Por Pablo Mestre, desde EE.UU.
Durante una de las paradas de la gira técnica organizada por Selecta en Estados Unidos, Weston Merrill, integrante del Departamento de Agricultura del estado de Montana, recibió al grupo de productores y técnicos uruguayos para compartir su visión del momento que vive la ganadería norteamericana y los lazos crecientes con el mercado sudamericano.
“Estamos viviendo una época muy buena en términos de precios. El ganado vale, y eso pone contentos a todos”, comenzó diciendo Merrill, aunque también advirtió que el escenario actual es consecuencia de un fuerte ajuste. “Hubo una gran sequía nacional, muchos productores no pudieron alimentar sus rodeos y se vendieron muchas vacas. Eso redujo el stock madre y, por consecuencia, bajó la oferta. Por eso hoy vemos precios tan altos”, explicó.
Más allá del contexto coyuntural, Merrill destacó el trabajo sostenido que se realiza en Estados Unidos para vincular genética con calidad de carne. “La Asociación Angus ha hecho un trabajo excelente, y el mercado lo reconoce. Todos buscamos producir carne de mayor calidad porque es lo que pide el consumidor, y en definitiva, es quien paga”, aseguró.
Además de su rol institucional, Weston Merrill es productor comercial, sin cabaña, pero con fuerte interés en la mejora continua. “Tenemos muchas herramientas a disposición, incluso a nivel de los productores más chicos, para mejorar la calidad de carne. Y eso es clave”, afirmó.
En su función dentro del equipo de comercio internacional de Montana, Merrill también valoró la creciente relación con Sudamérica, en particular con Uruguay. “Montana se destaca por contar cómo produce sus alimentos: lentejas, arvejas, trigo, carne. Eso nos permite conectar con el consumidor final de una manera más profunda. Queremos construir relaciones, no solo vender productos”, remarcó.
Consultado sobre la carne uruguaya, fue categórico: “La carne de Uruguay tiene una reputación muy sólida, no solo en Estados Unidos, sino en todo el mundo. Es sinónimo de alta calidad”.
Sobre los desafíos que implican los aranceles y las políticas comerciales internacionales, Merrill fue diplomático: “No tengo control sobre eso, pero creo que ahí es donde se ve la importancia de construir relaciones a largo plazo. Cuando hay confianza y calidad, los mercados siempre vuelven. Y cuando las barreras bajan, esos vínculos dan frutos”.