Por Pablo Mestre, desde EE.UU.
José María Bentancur Blanco lleva en la sangre la historia de una familia ligada a la ganadería nacional. Nieto de Don Nelson Bentancur Banus —“El Pobrecito”— y al frente de cabaña San Quintín, este año cumplió un pendiente: sumarse a la gira técnica organizada por Selecta en el centro y norte de Estados Unidos. Lo hizo junto al grupo de criadores uruguayos que recorrió ocho estados en busca de genética, ideas y referencias para seguir fortaleciendo la producción nacional.
“La gira la veníamos postergando hace años y por suerte esta vez se dio, gracias a la invitación de los Barreto. Estamos recontra contentos con lo que estamos viendo, y también sorprendidos por algunas líneas que siguen marcando fuerte, como la de OCC (Ohlde Cattle Company)”, explicó Bentancur. En ese sentido, valoró especialmente el enfoque funcional de muchas de las cabañas visitadas. “Vimos vacas con más de 10, 12 y hasta 15 años, funcionales, adaptadas. Oldi nos contaba que tuvo a la madre del toro 854 hasta los 21 años. Eso habla de la longevidad y el criterio con el que seleccionan”, destacó.
Bentancur también reconoció que, si bien la terminación a corral es casi total en el modelo estadounidense, hay líneas de selección muy compatibles con los sistemas pastoriles del Cono Sur. “Hay que rascar un poco más, pero encontramos rodeos enfocados en la eficiencia, en mantener vacas rústicas y funcionales. Y esa genética no solo se puede adaptar a Uruguay, sino que ya lo ha hecho. OCC dejó una huella muy clara en la región”.
Consultado sobre la situación actual de la ganadería en Uruguay, fue optimista: “Venimos de una zafra de terneros muy buena y el clima ha acompañado en estos dos últimos años. Hoy la situación es fuerte, firme, y pinta para cerrar un 2025 muy bueno”, aseguró. De cara a la zafra de toros, cree que la primavera será clave. “Siempre es un empujón para el ánimo del productor. Si el clima ayuda en los primeros meses, hay buenas señales para una zafra sólida”, concluyó.