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En noche de festejo y reconocimientos, se lanzó la Marcha Funcional de Caballos Criollos

La prueba de comportamiento de la raza, denominada “Carlos Máspoli”, se realizará del 4 al 18 de junio en Flores

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La edición número 52 de la Marcha Funcional llevará el nombre de Carlos Máspoli, un reconocido criador y criollista de Trinidad, Flores. “Él es un criollista de ley, para todos es el Patrón, así lo queremos y así lo respetamos”, contó Miguel Larriera, quien además se confiesa orgulloso de contar con el privilegio de ser su amigo personal. Máspoli es criador de las reconocidas atahualpas, una sangre que ha crecido y sido reconocida en el país y la región obteniendo premios y reconocimientos en todas las pistas. Comenzó con sus primeras yeguas en 1982, comprando ejemplares en el viejo local Melilla con el propósito de tener animales de buena morfología y funcionales para el trabajo en el campo.

Poco a poco se fue involucrando en las actividades de la raza de la época y ese empuje fue el inicio de todos estos años criando y disfrutando los criollos. “Él siempre estaba hablando con caballos, nos acercó a ese mundo, yo me acuerdo desde chiquita de verlo disfrutar y así me fue contagiando su pasión…”, confesó Soledad, su hija menor, que ha sido secretaria de la organización y lo ha acompañado en diversas giras, juras y exposiciones.

Además, fue pionero y participó de la primera Marcha Internacional en Argentina en el año 1989, donde concurrió con tres yeguas obteniendo una actuación destacada.

Carlos ocupó diferentes cargos en la Agremiación y en la Sociedad, buscando a través de la tarea de directivo contagiar e impulsar la raza. Presidió diversas comisiones y trabajó por el Criollo. “Verlo siempre dedicado, ver que siempre lo que hacía en torno al caballo lo hacía con tanto amor me conmovía, además tuve la suerte de poder acompañarlo y aprender de cada gira o evento”. subrayó Soledad.

Más allá y gracias a ese tiempo de trabajo en la raza, hoy queremos dar lugar al reconocimiento: a la labor, a la dedicación, al trabajo incansable y sin medida, a la pasión, pero sobre todo a esa defensa acérrima del caballo como vía para unir a la familia y convertir el disfrute, cerca o ensillando un Criollo, en algo que trasciende generaciones y constituye un modo de vivir la raza.

Y porque algunas cuestiones son más causalidad que casualidad, ese trabajo que iniciaron criadores como Carlos y otros que sería imposible detenerse a nombrar, y que han continuado con convicción y dedicación las generaciones siguientes, es lo que permite que las cosas sucedan. Solo el amor por los caballos puede unir tanto a un grupo de personas que dejan su tiempo personal, otras pasiones y obligaciones para laburar en pos de los Criollos. Y encima parece ser un negocio todo ganancia, porque el resultado es más tiempo con amigos, disfrutar los pingos y reunir a la familia.

En ocasiones es complejo marcar un mojón y ponerle fecha a estas cuestiones que se mueven desde la pasión y es por esto que a los criollistas de Flores les resulta difícil marcar una fecha de comienzo de la actividad. Cierto es que desde que la Sociedad está organizando eventos hay siempre algún locatario armando una movida y buscando promover la raza, pero también es real que principio tienen las cosas y seguramente la organización de la Marcha Funcional en 1980 sea una buena referencia de ese inicio.

Desde ese momento comenzaron las reuniones más formales, donde los criadores de la zona se juntaban para organizar diferentes actividades y dar crecimiento a la raza en el departamento. Esta Agremiación hoy se convierte en sede de la Marcha por séptima vez, luego de organizarla en 1980, 85, 90, 95, 2005 y 2010. Mucha agua ha pasado debajo del puente, cientos de pruebas y miles de Criollos han dicho “presente” en este tiempo que hoy reúne a un grupo humano de criadores entusiastas que están trabajando de forma incansable para dar el mejor marco a esta instancia de selección de la raza que es la 52ª. edición de la Marcha Funcional.

Charlas de galpón, anécdotas de ruta, prosas de fogón, se viene el tiempo de ensillar ilusiones mañana y tarde, se viene el tiempo de reivindicar la resistencia y recuperación de nuestros criollos, se acerca el tiempo de oír: “¡Al camino y buena suerte…!”.

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