
Después de varias reuniones entre directivos de la Asociación Cultivadores de Arroz e integrantes de Saman, Casarone, Coopar y Adecoagro, se fijó en US$ 17,05 el precio definitivo para la bolsa de 50 kilos de arroz sano, seco y limpio de la zafra 2023/24. La variedad INIA Tacuarí tuvo un premio de US$ 1,8, mientras que la variedad INIA Olimar logró un sobreprecio de US$ 0,725 por bolsa.
Hay dos grandes formas de interpretarlo, entre muchas otras tantas que a cada lector se le pueda ocurrir. Una es rescatar que se trata del precio más alto de la historia desde que se aplica el sistema precio convenio. La otra es interpretar como factor preponderante y negativo que se descendió en 10 centavos frente a los US$ 17,15 marcados en el precio provisorio en junio del año pasado.
Cada productor, en función de su situación, determinará si esta noticia es más buena que mala o más mala que buena. Lo que indudablemente sucede, es que en cualquier caso el panorama de este precio que se acaba de dictaminar sería sensiblemente mejor de lo que se espera para la negociación del próximo precio provisorio, visto y considerando el escenario del mercado internacional.
Acuerdos. “Pasadas unas horas encontramos que se logró un precio justo, compuesto en un año particular, con gran ebullición en la primera parte por los precios internacionales”, indicó Guillermo O´Brien, presidente de ACA, quien acaba de concluir la primera negociación del precio como principal mandatario de la gremial. “En el precio provisorio teníamos el 40% de la producción vendida, a buenos precios y con el mercado en suba, a la hora de tomar la referencia esto incidió”, agregó.
Nicholás Lawlor por su parte, gerente de Casarone y presidente de la Gremial de Molinos Arroceros, dijo que la negociación se dio en una situación compleja. “Siempre tratamos de ser mesurados para el precio provisorio y los productores intentan lo contrario. Destaco que el nuevo presidente y los directivos enfrentaron un precio a la baja, que de agosto del año pasado en adelante se vino en caída libre”, sostuvo Lawlor, agregando además que se trató de un año en el que ambos tuvieron que ceder, y valoró como muy positivo zanjar diferencias y no haber tenido la necesidad de incurrir en un arbitraje. “Hubo mucho aplomo de las dos partes, la realidad es que sostener el US$ 17,15 incomodaba a la industria porque no llegábamos, pero ambas partes pusieron de sí y eso muestra madurez: podemos pelear algunos días en un cuarto cerrado pero siempre nos damos la mano y vamos para afuera juntos. Acabamos de cerrar un precio que es bueno para los productores y no tan bueno para la industria, pero pensamos que era momento de apoyar”, afirmó.
Acerca de la composición de las ventas y el comportamiento del mercado, O´Brien dijo que India volvió en setiembre del año pasado aproximadamente a las ventas, y si bien se esperaba un descenso en los valores, no se pensaba que pudiera ser tan abrupto. Uruguay en ese momento estaba con el 23% final sin vender, y los valores fueron más parecidos a lo que muestra hoy el mercado. La baja de este precio definitivo, según explicó, es de 10 centavos por bolsa, lo que implica un ingreso menor de aproximadamente US$ 18 por hectárea.

Resultado. No siempre mayor precio significa mayor márgen. Afortunadamente, para la zafra 2023/24, sí lo fue. En primer lugar, es importante destacar que en 2007/08 se fijó un precio provisorio de US$ 17,28, pero el definitivo marcó US$ 16,41. Se puede ver que la caída entre uno y otro fue mayor que la de US$ 17,15 a US$ 17,05, pero además el valor absoluto final quedó por debajo del logrado este año. “Es una zafra que tuvo aristas similares. El sistema marca que esta es una de las posibilidades, pero el resultado final depende después también de variables macroeconómicas del país, del año, del dólar, el costo de la mano de obra, el porcentaje de elaboración, entre muchos otros”, dijo O´Brien. Además, destacó que en coyunturas de altos valores internacionales, “como puede suceder con la carne hoy”, pasan desapercibidos los altos costos nacionales.
“La zafra 2023/24 será recordada como una de las dos o tres con mejor márgen por hectárea, en torno a los US$ 700 en promedio país”, explicó el presidente de ACA, valorando que son números que hace años el arroz no tenía, y acumulados con dos zafras buenas también anteriormente han permitido sanear al rubro y perfilarlo de mejor manera hacia adelante, con un mercado que aparece como amenazante.
Futuro. “Se cerró la etapa del año pasado y empieza otra”, dijo Lawlor, consultado acerca de si este precio definitivo de alguna manera marca la tónica del mercado para los próximos meses. “Obviamente en la tertulia previa charlamos con los directivos de ACA de la siguiente zafra, lo que está sucediendo en más de 182.000 hectáreas con rendimientos muy altos genera un desafío logístico descomunal”, indicó.
O´Brien describió la situación actual del mercado con una palabra: preocupación. “Hay conjunción de sensaciones: por un lado la satisfacción y alegría de lo productivo, donde estamos terminando una zafra histórica en área y volumen, siendo que hasta enero teníamos signos de interrogación en el potencial”. Según explicó, se esperan rendimientos promedio cercanos a 9.200 o 9.300 kilos por hectárea a nivel nacional, lo que marca una excelente cosecha y entrega un volumen que estará por encima de las 1.650.000 toneladas.
Para hacer llevadera la zafra, Uruguay deberá vender por encima del 95% de su producción, en un escenario comercial contrastante donde hay dos malas noticias, la dinámica de ventas, que se ha comportado de una forma muy “fría” y los precios, que marcan referencias de 35% a 40% por debajo de años anteriores.
A esta altura del partido, Uruguay lleva vendido un 15% de la producción, lo que representa un nivel de ventas bajo. “La solución también la compone vender arroz cáscara como una válvula de alivio, pero no podemos ser enteramente eso y exportar 1.300.000 toneladas de arroz cáscara, tiene que ser bajo un mix de productos”, indicó O´Brien. “Hay que ver cómo se conforma el provisorio al 30 de junio, llevamos muy poco vendido, pero sabemos el escenario donde nos movemos”, sostuvo.
Lawlor expresó que los precios siguen en caída libre: “el año pasado el promedio de paddy estaba en US$ 492 por toneladas, este año si querés vender es a US$ 290 o US$ 300”, explicitó. “El mercado está helado, todos estaban esperando a terminar las cosechas, se vendió algo de paddy el año pasado que se cargó en marzo, se colocaron 20.000 toneladas de blanco a México, otras 35.000 de paddy a México y no hay negocios por fuera de eso, salvo el Parboiled que tiene algo vendido y va por otro carril o una “primaverita” que tuvimos en un momento con Perú”, dijo.
Tanto O´Brien como Lawlor dijeron que se esperan novedades de una licitación por 60.000 toneladas de arroz en Panamá. Allí se tomará el pulso a los valores internacionales. México, por ejemplo, cerró ventas en los últimos 15 días con un paddy en torno a US$ 300. “Son niveles muy bajos pero empieza a aparecer al menos la concreción de negocios, siendo que en mayo y junio tenemos un problema logístico porque se da el pico de salida de soja”, dijo O´Brien, quien además valoró que Uruguay está abierto a más de 40 destinos. La situación geopolítica del mundo genera incertidumbre, pero tanto O´Brien como Lawlor coincidieron que no se esperan más novedades de Estados Unidos en el corto plazo, al menos que incidan en el mercado del arroz, y si bien existe un conflicto entre India y Pakistán, dos grandes productores de arroz, aún “no hay mucho por hacer”.
“Desde ACA creemos que más allá del precio, tenemos que trabajar en lo que podemos incidir: control de gastos, control de inversiones y adelantarnos a situaciones financieras complejas, promoviendo que los productores adelanten conversaciones”, dijo O´Brien. En este escenario, no sería extraño pensar en un descenso de la superficie para la próxima zafra, pero no se va a alejar del eje de las 150.000 hectáreas.
Para cerrar, Lawlor se mostró expectante a lo que pueda suceder con las novedades de Centroamérica en las próximas semanas, “Imaginamos un paddy entre US$ 290 a US$ 300, si está por debajo será una fea señal y por encima es muy saludable”, afirmó y remató diciendo en una zafra como esta, con tanto volumen y precios bajos en el mundo, “hay que vender todo lo que podamos y en todas las formas que podamos, no podemos darnos el lujo de dejar pasar ningún negocio”