
Productividad, sustentabilidad y rentabilidad. Todo tiene que ver con todo y nada es opuesto a nada. En definitiva, la aplicación de tecnología en el sector agropecuario trae múltiples beneficios que van desde el cuidado del ambiente, el ahorro en insumos y combustibles y un mejor márgen para los productores en su negocio.
Esto sucede con la agricultura de precisión, donde Interagrovial se encuentra desarrollando varias labores para ser punta de lanza en este aspecto. Ignacio Torres, gerente de Agricultura de Precisión de la firma, dijo que todo se enmarca en el departamento de soluciones conectadas, donde hay dos pilares importantes. “Por un lado el soporte conectado en lo que refiere a conectividad de máquinas vinculadas al bienestar del funcionamiento, alertas y demás”, sostuvo, agregando que como segundo aspecto está la propia agricultura de precisión. “Ahí hay que pensar en cómo, con toda esa información que se genera, destrabamos valor desde el centro de operaciones”.
Actualmente, Interagrovial John Deere está en todos los cultivos de invierno y verano, generando información que puede ser útil para la toma de decisiones de los productores en tiempo real.
“Un logro importante es haber alcanzado con al menos una capa el millón de hectáreas, sobre la oportunidad de 1.400.000 de agricultura”, indicó Torres. Por capa, denomina a la realización de al menos uno de los trabajos en campo: llámese laboreo, siembra, fertilización, cosecha u otros. El 15% de esta superficie antes mencionada utiliza dos o más capas. “Ahí ya hay otra oportunidad con información valiosa que proviene de clientes, asesores y actores asociados que giran en torno a los pilares productivos”, agregó.
En este sentido, el convencimiento de la firma es que se está entrando en una nueva era vinculada al desarrollo de los trabajos en el campo, donde la gestión de datos puede destrabar buena parte del valor que hay allí.
“Transversalmente hay muchos desarrollos tecnológicos que se implementan en agricultura, en la de precisión, con imágenes satelitales, con drones, nuevos implementos, cruzando tecnología masiva con inteligencia articial, transfiriendo datos en sistemas de redes o multiplicándolos exponencialmente para trabajar”, dijo el gerente de Agricultura de Precisión de Interagrovial para describir el escenario actual donde desarrollan las labores.
Para todo esto, mencionó la productividad, sustentabilidad y rentabilidad como objetivos entrelazados entre sí y, sobre todo, logrables.
La agricultura de precisión entrega la posibilidad de generar datos trabajando con pilotos automáticos en siembra, evitando el solapamiento de líneas y ahorrando el 20% de la semilla. Algo parecido sucede con los cortes por sección, para que no se superponga una pasada con la otra, logrando además una distribución homogénea de la semilla y del fertilizante.
Torres dijo que todos los equipos tienen mediciones de emisiones de carbono a la atmósfera, obteniendo también el balance de nitrógeno. “El ahorro de insumos y la maximización de los usos, redunda en productividad”, afirmó.
Impacto. Torres mencionó un estudio de Price Waterhouse Cooper para España, donde pensando en la soberanía alimenticia y la seguridad a futuro, se concluyó que la herramienta para aumentar el 80% de la productividad está sujeta a la incorporación de agricultura de precisión.
También se refirió al manejo y ambientación de las capas, donde la generación de la información aparece como una ventaja para la toma de decisiones. “La revolución muchas veces está dada por la pendiente de incorporación de tecnologías, pero sobre otras que ya existían”. Para ejemplificar esto, habló de la nueva cosechadora S7 que tiene sistema de cosecha automática, usando imágenes satelitales para generar cálculos de biomasa y ajustar la velocidad de la trilla manteniendo los niveles de calidad del grano y bajando además la pérdida en cola de cosecha. Todo este trabajo, aumenta la eficiencia en un 20%.
Disruptivo. “Estas tecnologías están cambiando su modelo de negocios”, dijo Torres, porque ahora no es necesario comprar todo el sistema, sino que se cobra por uso y por año, generando así una transferencia de responsabilidades a nivel de soporte, involucrando al proveedor como socio en un modelo de negocios de “pague por uso” o “pague por ahorro”.
Allí mencionó los aplicadores con cámara que hacen eficientes los trabajos con cada tipo de maleza con la IA, pagando por el ahorro de fitosanitarios. “Es revolucionario y refleja el nivel de compromiso en el pilar productivo, y no solo la relación proveedor cliente”, sostuvo.
Para cerrar, Torres dijo que es importante que se entienda el valor de las distintas capas, ya que cuanto más información tenga el productor de cada sitio en la chacra, permite ubicar recursos de forma teledirigida en función de la productividad y el retorno que se puede lograr a la inversión concretada.