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Trigo, cebada y colza vienen atravesando las heladas

Los cultivos están bien instalados y los precios muestran optimismo

Trigo.
Trigo.
Agricultuber

Los últimos días registraron temperaturas históricamente bajas en nuestro país, y en muchos casos los campos y chacras amanecieron con heladas de magnitud.

Los cultivos de invierno se encuentran en etapas iniciales del ciclo productivo, y hasta que no terminen estos días, no se podrá evaluar a ciencia cierta qué daños pueden haber ocasionado en el potencial de rendimiento, en caso de haber perjuicios. En conversaciones con distintos productores, está claro que las heladas registradas afectan más a la colza, por las características de la oleaginosa y también por la etapa en la cual se encuentra: bastante más avanzada en el ciclo que los trigos y cebadas sembrados en junio y julio.

La semana pasada, en entrevista con Rurales El País, Facundo Capandeguy y Soledad Almada coincidieron en que en líneas generales, la totalidad del área de invierno está sembrada, con buenos nacimientos y con chacras bien instaladas.

Al igual que en lo que puede suceder con las afectaciones por heladas, el cultivo más perjudicado este año fue la colza, ya que en momentos de la siembra las lluvias se repitieron con frecuencia, generando pocas ventanas con clima para entrar a sembrar y esto puede haber ocasionado la decisión de cambiar de cultivo.

Precios. La situación de valores ha mejorado frente al escenario instalado algunas semanas atrás. Este repunte en los precios, sumado a una mejora en el clima de mediados de junio en adelante, impulsó a los productores a terminar de sembrar sus chacras y “animarse” a hacer el área que tenían planeada.

La semana pasada cerró con referencias de US$ 215 para el trigo, US$ 215 para la cebada y US$ 465 para la canola.

Con estos precios, insertando el esquema de costos y con un panorama de buenos rendimientos, permite pensar a los productores en un negocio que cierre el ejercicio positivo.

Esto se ha visto en la intención de siembra de los distintos cultivos.

El año pasado el trigo anduvo en las 266.000 hectáreas según los números de DIEA, e inicialmente se esperaba que esta campaña pudiera superar esa cifra. Lo atípico del clima termina determinando que haya que esperar hasta el final para evaluar qué superficie se pudo implantar efectivamente.

Para este año, las malterías se preparan para incrementar su superficie. Por parte de Maltería Oriental, se esperan 95.000 hectáreas, al tiempo que Ambev tiene estipuladas unas 125.000 hectáreas de cebada. De este modo, se espera superar con comodidad las 200.000 hectáreas, y a eso hay que agregar la cebada forrajera.

Para la colza es más complejo calcular la superficie aún, que puede haber decrecido frente al año pasado.

Primavera. Para la siembra de primavera, se espera que la demanda por soja y maíz exija la disponibilidad de semilla, que por problemas climáticos no permitió a las empresas guardar todo lo que querían. Las conversaciones comienzan a darse en julio, pero con la cosecha de verano y los atrasos en la siembra de invierno el panorama está más demorado.

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