—¿Cómo empezaste en el agro?
—Mi padre arrancó con muy poco, más que nada prestar servicios de forraje, que era el motor fuerte de los trabajos de antes. Después fuimos arrendando algún campo, porque campo propio no teníamos prácticamente nada, me sumé con él a prestar servicios de forraje y hacíamos nuestra agricultura en algún lote. Cuando arranqué yo, arrendábamos y empecé con 13 hectáreas, muy poco. Hoy en día tenemos casi mitad y mitad el área de todo lo que hacemos.
—¿De qué zona son?
—Estamos en Soriano, en paraje Buena Vista, que sería entre Dolores y Nueva Palmira. Estamos en el centro. Mi viejo empezó hace muchos años, llegó a tener hasta cuatro enfardadoras trabajando simultáneamente, después empezamos a buscar por otro lado porque el servicio cambió el sistema: hoy en día el productor tiene su propio equipo, y por este motivo empezó a necesitar de menos servicios. Ahora estamos metidos con la agricultura aunque seguimos haciendo servicios: de forraje, de preparar la tierra y de sembrar también.
—¿Cómo fueron tus inicios?
—Yo tengo 29 años y empecé más que nada para darle una mano a mi viejo, aunque después me empezó a gustar la agricultura. Arranqué a andar en tractores a los 12 años, después estuve fijo en una hileradora a los 15 años por ahí, y hacía las zafras. A los 15 o 16 años ya andaba con esa herramienta y me encargaba prácticamente solo, y no paré más.
—¿Qué es lo que más disfrutás hoy?
—Me encanta andar arriba de los “fierros”, todo lo que conlleva reparar los equipos, salir a trabajar, me encanta todo eso. Antes me gustaba mucho la cosechadora, hoy en día capaz que no tanto. Pero tiene que ver con todo lo que lleva y el paso del tiempo. Para especificar un trabajo, te diría que me gusta sembrar.
—Tenés canal de Youtube, página de Instagram. ¿Por qué decidiste empezar a mostrar todo esto?
—A mí como hobby me encantan las cámaras, los drones, me gusta todo eso. Arranqué por eso, después me gustó para mostrar lo que hacíamos. Hoy en día las redes sociales han cambiado mucho, antes era solo subir fotos y nada más, hoy hay muchas más opciones. Me gustó explorar todo ese mundo, y en Youtube más que nada empecé porque no habían canales en español. En Argentina había mucha gente que subía contenido, pero era el primer canal de acá. Al ser el primero pensé que podía llegar a mucho público y fue así, en las primeras instancias llegaba a mucha gente. Hoy en día menos, porque no estoy subiendo tanto contenido. Me gusta mostrar y enseñar lo que hacemos en el campo, que sepan la importancia que tiene. Quizás es mostrarles cómo funciona algo que para nosotros es muy normal, muy básico, pero que mucha gente desconoce. Por qué hacemos tal cosa, por qué movemos tierra en unas zonas y en Argentina prácticamente no se hace, por qué explotamos diferentes cultivos según el tipo de suelo, el control de malezas, por qué cosechamos en determinado punto y un montón de otras cosas que para nosotros es algo de todos los días, pero sirve para informar un poco de este mundo.
—¿Qué tipo de comentarios recibís?
—La mayoría de los comentarios son de impresión, es decir, de gente que no conoce. También hay comentarios instructivos que ayudan y hay que tener en cuenta, porque es gente que sabe y te da su punto de vista, pero en su mayoría son comentarios de gente agradecida por mostrarles algo que no tenían idea.
—¿Cómo anduvo la última campaña de verano?
—La zafra fue variada. En nuestra zona casi todo el mundo pensaba que le iba a ir muchísimo mejor. La verdad que los análisis que se hicieron fueron muy alejados de la realidad de los rendimientos. Sinceramente no quise ni hacer el promedio de esos kilos, pero anduvo entre 1500 a 1700 kilos de soja. Los primeros campos que se sembraron tuvieron sojas que llegaron a los 3.000 kilos, pero fueron un par. Con 10 días de diferencia hubo otras chacras que no llegaron ni a los 2.000 kilos. Se ve que afectó mucho esos días que no hubo luz, no había sol y a los cultivos les pegó mal. Acá creo que fue la peor zona, hubo algunas otras más complicadas, pero no llegaron a los 2.000 kilos en promedio quizás.
—¿Qué cultivos hacen y cómo vienen las chacras?
—Nosotros sembramos sobre todo trigo y cebada. A las chacras de cebada le pegaron fuerte las heladas, sobre todo en las zonas más bajas de los campos, y no ha llovido nada todavía. Hace tres meses que no llueve, cayeron solo tres milímetros en una semana que es lo mismo que la nada, vienen golpeados por eso. No están mal los cultivos, pero si llueve algo van a poder salir con todo. Ya les echamos la primera tanda de fertilizantes líquidos apostando que va a llover este fin de semana, pero los cultivos están necesitando agua urgente. Para los cultivos de verano sembramos soja prácticamente toda el área.
—¿Usan seguros agrícolas?
—Seguros de rendimiento sí, usamos. Estamos obligados porque un año nos salvó, sinceramente. En 2023 si no hubiéramos tenido el seguro habría sido complicado. No es algo que te de un beneficio enorme, pero aunque sea te da una plataforma para seguir remando.
—¿Prueban nuevos cultivos?
—Siempre estamos con ganas. Esta zafra por ejemplo hicimos maíz, que hace muchos años que no hacíamos. Hicimos 45 hectáreas para variar un poco el lote. Pero últimamente nos vamos a lo seguro por el tema de las rentas, principalmente. Pero siempre tenemos ganas de hacer algún lote, para manejar mejor el tema de las malezas, para mejorar algún campo, por el tema de las rotaciones y demás. Soja, trigo, cebada y a veces hacemos algún lote de colza. Antes hacíamos más área de colza, pero cambiaron los números de negocio y por eso recortamos.
—¿Cómo deciden las rotaciones?
—Depende del campo. Tratamos de no repetir el cultivo de un año a otro, por las enfermedades, los hongos, el tema de los rastrojos. Vamos variando. Hay ocasiones que no nos queda más remedio que repetir trigo sobre trigo, depende cómo venimos con la siembra, porque siempre tenemos que sembrar algo atrás de la cola de la cosechadora.
—¿Cómo manejan los pronósticos climáticos?
—No nos cambia demasiado porque algunas veces la información no se cumple del todo, y no nos podemos jugar por completo a eso. Tenemos algunos lotes muy bajos, cerca de arroyos donde sabemos que la cebada si llueve no prospera, pero no nos podemos guiar en un 100% por el pronóstico previo.
—¿Cómo manejan el tema precios?
—En trigo y cebada no solemos vender mucho. En soja siempre tomamos algún contrato porque hay que pagar los insumos cuando se levanta la cosecha. Lo hacemos porque nos pagan antes y ese dinero funciona para cubrir rentas y estos otros pagos. Siempre hay que jugársela un poco antes de cosechar.
—¿Cuál consideras que es el mayor desafío de la agricultura en la actualidad?
—Lo más difícil sigue siendo el clima. Cuando nos ayuda, todo sale bien. Está el tema de los seguros, que hay que tenerlos por el clima, y es una explicación de eso. Nosotros en volumen no podemos cubrirlo con la caja de ahorros. Lo que más nos afecta como agricultores es esta variabilidad.
—¿Qué es lo que más te gustaría lograr con tus canales?
—Primero todo empezó como un hobby y después que me fue bien y la gente se empezó a sumar lo sentí como una responsabilidad, más que nada en Youtube porque siempre me están pidiendo videos y veo que los comparten. A veces me quedo un par de meses quieto sin subir contenido y además ahora soy padre, pero cuando vuelvo a aparecer, la gente sigue estando. Eso me entusiasma un montón. Pero ya te digo, para mí lo principal es mostrarles la realidad de lo que pasa en el campo, lo bueno y lo malo, cuando nos va bien y cuando nos va mal, cuando algo se rompe o cuando todo anda bien. Más que nada lo hago para que vean todo lo que rodea el campo y todo el trabajo que lleva.