Afirman que se puede competir con países de Oceanía
Pablo Antúnez.
El Consorcio Agroindustrial de la Carne Ovina ya es una realidad y apuesta a crecer, para aprovechar las oportunidades de mercado, pero apuntando a producir y exportar carne ovina de elite para nichos de alto valor.
Ayer sábado, en el marco de la Expo Melilla, se firmó el convenio que le da vida a esta iniciativa que agrupa a todas las razas ovinas productoras de carne -sin excluir a ninguna y con apuesta a crecer-, al Instituto Nacional de Carnes (INAC), el Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU), el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria y la Asociación Rural del Uruguay. También fue invitado el Secretariado Uruguayo de la Lana, que aún no contestó si participará.
Diego Riccetto, presidente de la Sociedad Criadores de Texel y fuerte impulsor de esta iniciativa, explicó a El País que se pretende abarcar “toda la cadena, del productor -desde el momento en que nace el cordero-, pasando por la industria frigorífica hasta llegar a la exportación de la carne de elite. Asimismo también se busca incluir a todos los que tengan que ver con la carne ovina”.
La apuesta es a la calidad y no a la cantidad, como hacen los productores de Oceanía que hoy en el mundo son los que dominan con su oferta los grandes mercados.
Riccetto remarcó que la meta de este consorcio es “lograr un producto diferenciado, un cordero joven, de altísima calidad, destinado a nichos de alto poder adquisitivo”. Según explicó a El País no se descarta nada, ni los nichos étnicos, ni incursionar con cortes porcionados y certificados, especialmente resaltando los atributos que el consumidor hoy defiende y está dispuesto a pagar más por eso.
“Haber entrado a Estados Unidos con carne ovina con hueso abre las puertas del mundo -muestra el peso de las certificaciones de Uruguay y destaca una sanidad privilegiada- y facilitan la diferenciación de producto”, consideró Riccetto.
Más allá de las diferencias arancelarias o algunas otras ventajas que hoy tienen los productores de Oceanía, el presidente de la Sociedad Criadores de Texel consideró que la consolidación de este consorcio permitirá “competir sin problemas con la carne ovina de Oceanía”.
El consorcio está siendo impulsado por José Silva, que hoy es el responsable de otros que ya están funcionando con éxito en Uruguay y han mostrado un camino para valorizar producto.
Otras de las metas “es llevar a 14 millones de ovinos el stock de Uruguay”, cuando hoy está en poco más de 6 millones de cabezas. “Para eso se apostará a los pequeños productores y especialmente los tamberos que dejaron la lechería, porque el ovino es rentable”, afirmó.