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La balanza se inclinará a favor de la oferta

Ing. Agr. Rafael Tardáguila | rafael@tardaguila.com.uy

El mercado internacional de la carne vacuna está transitando por un año complicado. A las dificultades económicas de China, el principal importador mundial del producto, se suman saldos de exportación elevados de dos de los tres principales exportadores mundiales, Brasil y Australia, por lo que hay un desbalance a favor de la demanda que mantiene presionados a la baja los precios del producto. Pero están dadas las condiciones como para que el año próximo esta situación comience a dejar espacio a un nuevo equilibrio, con una demanda internacional que encontrará mayores dificultades para hacerse de la mercadería a bajos precios.

Las expectativas para este año, en principio, eran de una moderación de la demanda china por carne vacuna, dejando atrás casi una década de crecimiento sin interrupciones. Sin embargo, la realidad está siendo otra: China sigue comprando volúmenes crecientes del producto, aunque los importadores presionan los precios a la baja, con relativo éxito gracias al enorme saldo exportable, fundamentalmente -pero no solo- de Brasil. En base a ello, transcurrida ya la primera mitad del año, ahora las proyecciones son de un récord en las importaciones chinas de carne bovina, con un gran salto respecto a lo que se preveía pocos meses atrás. La aspiradora sigue prendida, aunque ya no con la actitud de pagar cualquier precio, dado que las condiciones del mercado interno no son lo que eran un par de años atrás y a la posibilidad de los exportadores brasileños de aceptar precios más bajos e, igualmente, seguir haciendo un buen negocio, dado el bajo precio de la hacienda en ese país.

En la última proyección sobre demanda y consumo de carnes en China, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos corrigió fuertemente al alza tanto las expectativas de consumo como de importación. Ahora supone que en el año China importará 3,9 millones de toneladas peso carcasa, con un salto de 450 mil toneladas respecto a la anterior previsión para este año. El cambio es significativo no solo cuantitativamente, sino también cualitativamente. El volumen crecerá en lugar de bajar respecto al año anterior.

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Por supuesto que se trata de una excelente noticia para los proveedores del mercado internacional, dado que hay un excedente que mantiene presionados los precios a la baja. Brasil está en el pico del ciclo de liquidación de existencias, por lo que su saldo exportable es récord, superando con holgura los 3 millones de toneladas. En el caso de Argentina, aunque se prevé una menor producción este año, su consumo interno está muy disminuido por el escaso poder adquisitivo de la población, por lo que también se prevén exportaciones crecientes. Desde el otro lado del mundo, en Oceanía, las exportaciones de Australia también se expandirán este año.

La buena noticia es que ese mayor saldo exportable de los principales proveedores del mercado internacional encuentra una demanda con interés comprador. Ni que hablar en el caso de Estados Unidos, donde la producción doméstica es muy baja y sus necesidades de importación enormes, lo que ha llevado a precios históricamente altos. Pero, además, se suma China, con compras voluminosas más allá del tira y afloje por los precios y con una mejora de los precios en las últimas dos o tres semanas que abre la esperanza de un segundo semestre con un ánimo comprador que permita sostener precios más altos.

Es interesante observar esta situación en perspectiva, porque la evolución del saldo exportable será en caída el año próximo. ¿Cómo se comportará el mercado en 2025, cuando el saldo exportable de los tres principales exportadores (Brasil, Australia, Estados Unidos) sea menor? La expectativa es que desde el Mercosur el año que viene las exportaciones sean unas 250-300 mil toneladas inferiores a las de este año. También se prevé que la producción en Australia comience a moderarse; los precios de la hacienda a faena en Australia se recuperaron alrededor de 60% desde los pisos del último trimestre del año pasado, cuando estaban por debajo de los brasileños. En tanto, Estados Unidos seguirá con una producción en caída y precios históricamente altos.

En ese contexto, todo indica que los precios de la carne vacuna en el mercado internacional en 2025 deberían ubicarse un escalón por encima del año en curso, siempre que la demanda mantenga el interés comprador en niveles similares a los actuales. Ahí está la principal luz amarilla. ¿Cómo se comportará la demanda china? ¿Será suficiente como para sostener precios más altos o moderará su consumo? Las condiciones de la economía china no lucen florecientes. La principal amenaza sigue estando por el lado del sector inmobiliario, pero las ventas minoristas en el segundo trimestre del año evolucionaron de forma mediocre. Beijing está tomando medidas para apuntalar la demanda doméstica. Será clave que estas logren su objetivo.

Cómo se comporte el consumo en momentos claves del año, como los feriados del Año Nuevo entre fines de enero y principios de febrero, será determinante para la demanda futura del principal importador mundial. Pero, en principio, aunque nadie supone una suba de los precios del mercado internacional a los picos de un par de año atrás, lo lógico es que se ubiquen un escalón por encima de los de este año.

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