En Hablemos de Agro, el presidente de Zambrano & Cía. analiza con contundencia el impacto de las estafas asociadas a los llamados fondos ganaderos, defiende la legitimidad del sistema de capitalización y advierte sobre los riesgos de concentración industrial en manos de Minerva. También evalúa el momento del mercado ganadero, la política económica del nuevo gobierno y el rol del Ministerio de Ganadería en los primeros 100 días de gestión.
—Entremos en el tema de los mal llamados fondos ganaderos. ¿Está afectada la credibilidad hoy en el sector?
—Lo primero que hay que aclarar, para los que saben y para los que no, es que los mal llamados fondos ganaderos no tienen nada que ver ni el sistema, ni el sector agropecuario, ni las vacas. No tienen nada que ver. O sea, acá hubo una estafa o tres estafas, o las estafas que sean, que son las mismas estafas que hay en otros rubros, como el tema de Lechuga Campomar, como el tema de Corredores de Bolsa. Al tema hay que aislarlo del sector, del sistema de capitalización de ganado y de todo lo que involucre el tema del campo. Es verdad que es lo suficientemente importante porque acumula más de 7.000 damnificados. Ese es el real problema de la situación entre las tres firmas, tanto sea Larrarte como República Ganadera o Conexión Ganadera. Eso es lo preocupante, que haya tanta gente involucrada que creyó en el agropecuario, que buscó la forma de invertir y que realmente han sido afectados con eso. Estamos en el país más ganadero del mundo. Tenemos más de 12 millones de vacunos con tres millones de habitantes y algo. No existe en el mundo. La importancia del sector agropecuario, y fundamentalmente del sector ganadero, tiene que estar totalmente por fuera de todas estas cosas, estas estafas que pasaron, que es una lástima, porque la verdad que (los involucrados) tendrían que estar ya en los lugares donde que tienen que estar: presos.

—¿Considerás que es un tema de los individuos y no del negocio?
—Absolutamente. Es un mal manejo de las cosas, que habrán tenido buenas intenciones al principio. El tema es cómo termina, cómo termina con 7.000 damnificados, con un volumen importantísimo de plata, con ahorros, y evidentemente haciendo mala propaganda a un sistema y a una actividad que realmente es la que maneja la economía del país.
—¿Por qué considerás que hay tanta espuma a la vuelta de esto?
—Diría que al principio por el volumen, por el monto. Era verano, había una noticia. Pero lamentablemente ahí aparecieron personajes que se involucran en temas sin el conocimiento, sin saber, sin pruebas. Con un montón de cosas que se replican a nivel de las redes, usando los medios de prensa., Si mirás los medios de prensa serios del sector agropecuario, no le han dado ninguna posibilidad a ninguno de esos que hablan sin saber. Y no sé cuál es el motivo de lo que buscan. Lo que sí sé es que le hacen daño al sector agropecuario. A pesar de que estamos en un buen momento de valores, le hace daño porque uno ve y anda con los bancos y pregunta: ¿qué pasa en el sector, más allá del sistema o más allá de las personas o más allá de las empresas? La gente del exterior, que no sabe lo que es una vaca, se preocupa por el ruido que hay dentro del sector agropecuario, que es el principal rubro de exportación del país.
—Hay un negocio que es histórico, que es el de la capitalización de ganado. ¿Qué rentabilidad tiene el sector? ¿Cuánto deja hoy el negocio ganadero?
—El negocio del ganado en sí, en sistemas de capitalización—sea de recría, o de engorde, o de cría mismo—de acuerdo a un interés variable en función del acuerdo que haga, digamos, el que pone el ganado con el tema del campo, las rentabilidades son buenas. O sea, son rentabilidades que se adaptan perfectamente a cualquier valor de tasa de lo que son los bancos. Ahora, si vos al negocio ganadero—que es distinto—le ponés el capital de la inversión de la tierra, entonces vos tenés, por ejemplo, 1.000 hectáreas a 4.000 dólares, son 4.000.000, y 800 reses que tenés que poner adentro serán 600.000 dólares. Claro, si vos sumás, entonces ahí sí, las rentabilidades... es el 2-3%. Pero si los separás los productos... ¿Qué pasaba con esta gente? Esta gente arrendaba los campos. Entonces, si vos arrendás un campo, no es que lo compras, pero estás pagando una renta. O sea, ya bajás al negocio, le bajás la rentabilidad como si hubiera la inversión del campo incluida. Entonces ahí sí, no se pueden pagar tasas del 7, 8 o 9% como se pagaba.
—O redireccionás dinero para otra cosa...
—Creo que quedó claro que no es el sistema de capitalización que se usó. Acá —porque en realidad se desvió, se invirtió en otra cosa, se gastó en cosas personales—estafaron a las 7.000 personas que pusieron la plata. Es una estafa. Olvídense del sector ganadero. Y el daño que están haciendo quienes dan manija con respecto a la estafa... yo creo que está creándose un daño inexplicable.
—¿Por qué se llegó a esto?
—Nosotros decimos que las capitalizaciones que son históricas, lo que hace es tener a gente que no tiene acceso al crédito bancario, tener alguna forma de financiarse para aumentar su producción. Entonces, creo que el sistema es antiquísimo, el sistema recontra... Yo hablé con el presidente del Banco Central, que nos llamó para informarse. Realmente, fue muy receptivo, sin conocer el negocio.
—Hiciste mención de la preocupación del sistema bancario, que llega incluso a que haya tenido una reunión con el presidente del Banco Central, con Tolosa, al respecto. ¿Cómo fue esa conversación?
—Fue una inquietud de él, yo no lo conocía, lo conocí ahí. Nos juntamos y le expliqué lo mismo que estoy explicando acá: que ni el sector, ni las vacas (tienen nada que ver), sino que son estafas simples y claras. Empezamos a hablar del tema de la regulación. Nosotros hicimos varios trabajos, contratamos inclusive a economistas y abogados, tratando de buscar la forma en su inicio, buscar una forma legal de regulación posible con el tema. Y la verdad es que son todos burocráticos, son caras, son realmente muy difíciles. Es más, él nos pidió los trabajos y nosotros después le dimos los trabajos, porque evidentemente ellos se sienten con la necesidad o la obligación de alguna manera de buscar algún esquema de regulación. Está hablando de que van a cambiar un poco la Carta Orgánica del Banco Central para buscarle alguna vuelta, pero entendió bien que las capitalizaciones normales no pueden ni deben ser reguladas. O sea, que van a buscar, por todos los efectos contrarios que ha tenido esto. Algo va a surgir, nos había dicho que algo iba a anunciar, así que algo va a surgir. Pero también hubo inquietud a nivel del gobierno, yo tuve también una reunión con ellos, y también con la misma inquietud en cuanto a explicar la realidad, y no los bolazos que hay, sino la realidad de lo que pasó, la realidad del sector, lo entendieron perfectamente, inclusive yo le pasé también a ellos toda la documentación que le habíamos pasado al Banco Central, para que supieran claramente cómo es la situación y que lo que pasó no tiene que ver con la realidad ni del sector, ni del negocio, ni del sistema.
—Una de las cosas que mencionó Guillermo Tolosa en la Comisión de Ganadería del Senado fue hacer una especie de auditoría externa que pueda realizar un seguimiento. ¿Puede ser una alternativa esta?
—No, no. Nosotros estuvimos hablando inclusive con un muchacho que lo había contratado al Banco Central en el periodo anterior, que sigue ahora, buscando mecanismos que sean lógicos, prácticos, simples, no burocráticos y de bajo costo. Si no, lo que hay que hacer es lo que se hace, seguir con el sistema de capitalizaciones, libre y llano, y evidentemente no va a poder crecer una forma de aumentar la producción, o sea, todo lo que sea complejo no va a funcionar.
—Este es un tema de confianza. ¿Cómo se le devuelve confianza a ese inversor?
—Punto número uno, el tiempo. Punto número dos, quiénes son los protagonistas que van a seguir en el tema. Y punto número tres, que para mí es lo más importante, es la credibilidad de los operadores que en definitiva puedan estar actuando en plaza. Pero siempre en un sistema de capitalización, eso es lo que tiene que dar más claro, capitalización, contratos que no involucran a la empresa, sino que va de un inversor o de uno que compra ganado a uno que tiene campo, y entre ellos son contratos privados donde nosotros lo que hacemos es la preventa de los ganados y la supervisación del buen fin del negocio.
—¿Esto puede llegar a afectar el mercado ganadero?
—Yo siempre sostengo que en un mercado libre como tiene Uruguay, el mercado regula todo, regula los valores. La ganadería está pasando un buen momento, tuvimos una buena primavera, un buen verano, un otoño primaveral, hay disponibilidad forrajera que es el rubro principal para que la ganadería se sostenga y el productor pueda ir llevando las cosas y no tener ningún premio ni financiero ni climático y a eso le sumamos que hay un mercado ganadero en el exterior muy activo. Bueno, estuvieron en Estados Unidos así que sabrán lo que valen los ganados y la carne allá, o sea, con un mercado realmente de mucho valor que se refleja acá en la industria, se refleja en el productor, entonces vos tenés disponibilidad forrajera, tenés buenos valores internacionales que se reflejan a nivel local y hace un combo muy atractivo. Por más que aparezca la oferta de ganados, se absorbe porque hay más demanda que oferta y quizás en el tema de los campos, de la disponibilidad de campos para arrendar, quizás haya ahí un sinceramiento de valores cuando aparezcan todos esos campos que están afectados por estos que aparezcan en el mercado. Ya ha habido algunos y bueno, va a haber una ecuación que vemos marcado en la masa.
—¿Se observa una baja en el precio de las rentas ganaderas en la zona norte del país?
—Punto número uno. La disponibilidad forrajera que hablábamos, evidentemente, hace que haya menos demanda por campos para pastoreo. Hasta que venga el invierno, que está viniendo, se va a ir al pasto y se va a normalizar, supongo, en el próximo mes o fin de este mes. Obviamente, y volviendo a que el mercado regula todo, van a regularse los valores en función de la demanda.
—¿Rentas de 100 dólares hoy, por ejemplo, están en 70, 80? Para poner números...
—¿Sabés lo que pasa? Nosotros hacemos los arrendamientos en producto. Entonces buscamos más de producto, que hoy vale dos y pico, te da 50 kilos de novillos en 100 dólares. Uno dice, no, yo más de 70 dólares no voy a pagar. Pero 70 dólares, te pica y de repente... Son 30 kilos de novillos. Entonces, conclusión, yo te diría que se van a regular. El mercado los va a absorber también, porque va a haber gente siempre para rentar campo, porque, bueno, por el país que estamos. Y después los valores van a estar más en contacto con el producto, que con el valor del tipo de cambio. ¿Cuánto pueden valer? Depende mucho del tipo de campo. Hay campos mixtos, campos criadores de campo. En aquel momento, cuando hablamos de 100 dólares, era porque realmente era mucha plata, era imposible pagar, porque no pagaban estas cosas. Después, cuando vayas a un valor normal, dependiendo del tipo de campo, que es muy importante, una cosa es que tengas un campo duro, que tengas un campo mixto. La variedad es tan grande, que un campo puede valer 100 dólares perfectamente. Un campo ganadero, que lo pagas 80 dólares y un campo duro, realmente no le va a sacar la renta. Lo importante que tiene que dar, claro, es que el mercado va a regular.
—Hoy estamos en un escenario de un novillo de más de 5 dólares. ¿Ves alguna amenaza?
—Me guio por lo que uno escucha y ve, y realmente ver que la industria habla de un corto o mediano plazo con niveles sostenibles de demanda. Los que vengan de Estados Unidos, que valen 8 dólares, no sé cuánto valen la carne allá. Todo hace prever de que vamos a tener este segundo semestre, un segundo semestre parecido. Ahora, me guio por lo que habla la industria sobre los negocios futuros, lo que veo que compra la industria para sus corrales, el nivel de valores que... Entonces, todo me indica de que vamos a estar en un año de buenos precios, y sería deseable que se mantenga. ¿Por qué? Porque viste que hoy no habla nadie del tipo de cambio. Estamos en un tipo de cambio abajo de 40 pesos. Nadie habla un poco de los costos del país.
—Los precios disimulan ese tipo de cosas...
—Totalmente. Siempre buenos precios, de alguna manera, disimulan los problemas. Que cuando los precios sí bajaran, que ojalá no bajen, pero si bajaran, todos esos problemas que hay de costos de producción, de tipo cambio de exportación, eso va a volver al tapete. Y lo peor es que si uno mira, viendo la posición y la filosofía del gobierno en cuanto a mantener una inflación baja, como lo dijo el presidente del Banco Central, eso va a tener aparejado que el tipo de cambio del dólar va a ser, no digo imposible, porque no me gusta usar esa palabra, pero muy difícil que llegue a un valor que sea bueno para la exportación.
—¿Qué balance hacés de estos primeros 100 días del gobierno presidido por Yamandú Orsi?
—Una vez me hicieron un gráfico de cómo se podía describir este gobierno. Me dijeron, vos tirás una piedra en el agua y vas a ver que se empiezan a formar círculos. Bueno, yo creo que el primer círculo, que es el económico, creo que tiene un equipo muy bueno. Ministro, presidente del Banco Central, o sea, toda la plana, diríamos, de Economía, yo creo que está realmente muy buena, que es la base. Tenemos un presidente que está más bien expectante, pero que sabemos cuál es su rol en el momento. Y yo creo que después tenemos esos círculos más grandes, con un signo de interrogación muy grande, que vemos que son los que pueden ocasionarle un problema al equipo económico, que es el que realmente va a manejar, o debería manejar toda la economía. Ahora están con el presupuesto. O sea, muchas cosas para resolver, un equipo económico sólido, que en la medida que pueda hacer lo que piensa el ministro como Oddone, que realmente piensa como uno, yo creo que debería andar bien.
-¿Esos círculos más grandes cuáles son? ¿A quiénes ubica en esos círculos?
-Tenemos el ministro de Trabajo, ya tuvimos algunos problemas con la ministra de Vivienda. El Ministerio de Trabajo es el clásico, o sea, empresarios, tienen que tener inversiones, tienen que tener credibilidad, están planteando bajar las horas de trabajo. Hay un montón de cosas que realmente hacen que, bueno, es que el empresario piensa en el momento de invertir.
—¿Y al ministro de Ganadería qué nota le pones en estos primeros 100 días de gobierno?
—He tenido poco contacto, es un hombre que sabe del tema del campo, está vinculado, conoce, ha estado en todo el tema, y la verdad es que debería ser un papel de productor. Estuvo en la Federación Rural, debería conocer a los productores no solo porque es productor, sino porque estuvo trabajando dentro de la Federación Rural. Y la verdad es que hay que ver en los hechos qué es lo que pasa. Enfoca un tema de garrapata, que me parece muy bien que el Ministerio lo haga, está pidiendo más recursos, que vamos a ver si se los dan, y vamos a ver después en el fracaso o en el éxito de las cosas que eventualmente va gestionando. Así que, expectativas sí, como dije yo al principio del año, hay una carta de crédito en general para lo que es el gobierno, y para el Ministerio de Ganadería también.
—En estos días se conoció que pasa a la segunda fase de la Comisión de Defensa y Promoción de la Competencia el negocio de la venta de activos de tres plantas de Marfrig a Minerva. Ahora plantea que no sólo Colonia pasaría al grupo Allana, sino que también se compromete en 24 meses a desprenderse de San José. O sea, sería el negocio es por las tres plantas, pero quedarían sólo con una, con la Caballada de Salto. ¿Qué opinás al respecto de estos cambios?
—Primero que nada hay que aclarar que yo no estoy ni contra Minerva, ni contra Marfrig, ni contra la industria. Al contrario, creo que es gente seria que trabaja, tiene su esquema, cumple con lo que tiene que cumplir. Segundo punto, creo que todo esto que está haciendo Minerva, realmente va en perjuicio claro al productor ganadero uruguayo. No tengo absolutamente ninguna duda, porque si uno analiza el primer planteo donde dos veces fue rechazado, donde realmente yo creo que quedó más que claro, Minerva pone toda la operación de Brasil, Argentina y Chile y separa a Uruguay porque preveía que Uruguay podía tener la seriedad suficiente para hacer un análisis profundo como se hizo. Se rechazó dos veces, después se vuelve con una solución, ya empiezan las soluciones, que para mí tendría que ser borrón y cuenta nueva, y ahora te lo cuento. O sea, viene con una solución de la venta de uno de los frigoríficos, sin precio, trae a una firma Allana, que aparentemente es muy importante, pero no trabaja en carne de vacuna, dice que es un streaming, pero trabaja básicamente con carne de búfalo, lo trae de la mano a decirte te vendo de frigorífico. Está bien, es una opción, me quedo con dos, te devuelvo una. Como vio que eso no iba a andar, pero ¿por qué no iba a andar? Ellos tienen un arreglo con Allana donde tenía que haber un precio fijo para plantear el precio. Por eso salieron ahora y dijeron que vale 48 millones de dólares. No puedo decir si vale más o vale menos, me suena que vale bastante menos, pero no lo puedo cuantificar, porque nadie lo fue a ver. O sea, nadie le pidió permiso a Marfrig, porque lo dijo Marcelo, para ir a verlo. Van a comprar en 48 millones un frigorífico sin ir a verlo, que viene de la mano con un posible competidor. Viene y quiere vender un frigorífico en 24 meses. O sea, vos compras algo y ya te comprometes a venderlo, que no sabes si lo vendes o no lo vendes. Habrá quien lo compre, depende del precio que pongas. Eso es otro parche. Se saltearon una etapa ahora en la comisión que dijeron vamos a la fase 2. O sea, ellos no dejaron el proceso de la fase 1, el análisis como todo se hace, sino dijeron vamos directamente a la fase 2. O sea, están emparchando algo.
—Con el 33% de la faena, ¿vos pensás que pueden tener capacidad de incidir sobre el precio del ganado?
-¿El 33% sobre la capacidad del local o sobre la faena?
—Bueno, sobre los datos de un año de faena si sumás a la Caballada.
—No existe la faena. Lo que tenés que mirar es la capacidad ociosa que tiene la industria. ¿Cuánta capacidad tiene? Y si tiene capacidad ociosa, ¿para qué querés más frigoríficos? Eso es un punto. Después, tienen los seguros de paro especiales. Bueno, que eso es un beneficio para vos ir dejando plantas cerradas y plantas abiertas. Que no sé si lo hacen o no, pero es un beneficio que tiene la industria. Entonces, vos tenés que medir la capacidad de faena y no la faena, el porcentaje de faena hecha. Midan la capacidad de la faena, evalúen la capacidad de la faena. Y después, que si la usan o no la usan, va a ser un criterio de ellos.
—Una de las cosas que te dice Minerva, con esto gano eficiencia porque tengo más capacidad de producción. O sea, gana la escala.
—Vos tenés un frigorífico cerrado. No lo abrís, comprás otro. ¿Cuál es la escala? Entonces, ¿qué ganás? Hacés trabajar este, comprás otro, trabajan los dos y ahí van ganando capacidad.
—¿Compran pensando en incidir en el mercado y hacer bajar el precio del ganado?
—A ver, vos trabajás en Paraguay y hacés cosas en Paraguay. Yo tengo campo en Paraguay. El otro día hiciste una nota de $4.50 y lo bajaron a un dólar. Quiere decir que el productor está con bien de pasto y está bien económicamente, y de pronto se vuelve a repicar los $4.50. Ese es el fiel reflejo de la realidad. Andá, traé todos los paraguayos acá a ver qué opinan y vos sabés la realidad. Aparte, ¿por qué hay que hacer tanto parche? Lo que hay que hacer es decir, se cae todo porque ahora es agosto teóricamente y están especulando con las fechas. El gobierno tiene que decir, ¿saben qué? Se acabó. ¿Quieren comprar un frigorífico? ¿Quieren comprar Salto? Muy bien. Vengan, traten de comprar Salto. Hacemos una cosa, les ponen el precio. ¿Se acabó la historia? Comprate para quedarte con uno.
—A esta altura, ¿crees que Marfrig quiere vender estas tres plantas en Uruguay?
—No. Marfrig y Minerva tienen un lío en Brasil espantoso. Yo no sé, porque no soy de ellos. Si vos te ponés a analizar las cosas, se juntan. Aparte, tanta cosa junta. Porque los saudíes que están, tienen un porcentaje importante en Minerva. Tienen el 30 o 30 y pico por ciento. Y tienen, ahora con la fusión de BRF, tienen el 11 o el 12 por ciento. Y por eso ya le dieron cabida al reclamo de Minerva en el CADE para actuar. O sea, tienen un problema...
—Minerva hoy tiene cuatro plantas. ¿No tendría más espacio para sumar más después de lo que fue la compra de BPU?
—Acá hay un porcentaje de exportación del 27 y medio por ciento, creo que fue el máximo de exportación que tuvo una empresa. ¿Sabés lo que yo pienso? Ese tiene que ser el límite de la posibilidad que tenga para ser un mercado. Hoy es un mercado competitivo. Está funcionando. Hoy los productores tienen opciones. Hoy la industria tiene opción. Hay competencia. Vale todo. En una buena medida. ¿Por qué cambiarlo?
—Y en una hipótesis que saliera el negocio, ¿cómo juega la industria local?
—Si yo compro algo y en lugar de US$ 4.50 lo vamos a pagar US$ 3.50, los otros estarán encantados.
—O no...
—Bueno, te quiero decir. El sentido es tener una dominancia. Porque vos en la dominancia manejás el precio de la materia prima. El precio de la materia prima es un porcentaje muy importante. 80-88% del negocio. O sea que a medida que vos puedas manejar el precio de la materia prima, esa es la rentabilidad que te va a dar la industria. Yo creo que es tan claro el objetivo y es tan obvio los cambios que han habido. Compro 3, después compro 2, después compro 1. Te vendo este, te regalo el otro. O sea, que yo creo que hay que bajar a tierra. Yo haría borrón y cuenta nueva. Empezamos vuelta, rompemos toda la ficha.
—¿En esa hipótesis sería una decisión más política que técnica entonces?
—Bueno, lo que pasa es que la parte técnica ya lo dijo. Ahora lo que pasa es que le están buscando parches. Y hablando del ministro. Cuando asumió Fratti, dijo que si le daban el frigorífico a Minerva, él renunciaba del Ministerio. Claro, capaz que ahora como baja uno, sube el otro. Capaz que ahora uno se convence de que es distinto. Pero si estarán convencidos de que realmente la dominancia es una cosa que les hace muy mal. Y cuando salió la negativa la vez pasada, para mí ganó la ganadería uruguaya. No es que ganó una parte u otra. Ganó la ganadería uruguaya de seguir un mercado como el que tiene: libre, abierto y competitivo.
—Minerva prefiere comprar directo al productor y no a través del consignatario. Lo ha dicho. ¿Estás también en contra del negocio porque te afecta como consignatario?
—No es ese el problema. Ellos han dicho que están contra el consignatario. Como yo digo, si yo tuviera un frigorífico capaz que era peor que ellos, pero como tengo una profesión y una actividad y tengo campo y tengo vacas, tengo que defender las vacas que tengo, las de todos los productores que nosotros le damos el servicio de mi profesión, que de eso en definitiva vivo. Y bueno, y eso influye vender a los frigoríficos, porque aparte hemos vendido, no con ellos, pero hemos tenido dificultades con algunas otras industrias, hemos cumplido que ni se enteraron los productores. Esa es nuestra tarea y ese es nuestro objetivo. O sea que todo lo que vaya en contra, es como que vaya en contra de mi familia, todo lo que vaya en contra mía, créanme que lo voy a combatir de la mejor manera que pueda, siempre buscando la línea del raciocinio y de la realidad.