Recorriendo más de 5.200 kms por los Estados de Texas, Oklahoma, Kansas, Missouri, Nebraska, South Dakota, North Dakota y Montana, la gira ganadera organizada por Selecta SRL, que reunió a 35 cabañeros, productores comerciales y empresarios, visitó cabañas, establecimientos de ganadería comercial, la central de la American Angus Association, las instalaciones del Frigorífico National Beef y un centro de toros. “El objetivo fue mostrar cómo funciona el sistema ganadero estadounidense abarcando todos los eslabones de la cadena productiva”, aseguró el Ing. Agr. Pablo Barreto Amundarain, director de la empresa que representa hace tres décadas en Uruguay a la compañía multinacional americana Select Sires.
Sin dudas es un buen momento en cuanto a valores para la ganadería en Estados Unidos, factores como la baja del stock, la pérdida de productores y la creciente demanda por carnes justifican los más de 8 dólares que se pagan por kilo de novillos. Pero tienen muchos desafíos, como las condiciones climáticas adversas que hacen optimizar la producción de comida en verano para alimentar el ganado en los duros meses del invierno. En cuanto a genética, el hincapié está puesto en las características maternales, basando la selección en lograr vacas productivas que sustentan al rodeo.
Tanto en las cabañas, como en los predios comerciales y en las plantas frigoríficas, el punto en común fue la creciente apuesta a la calidad, que viene de la mano de la genética. Los sellos de calidad que generan premios en dinero, son la mejor forma de estimular a la mejora.
Otro de los puntos en común, fue el trabajo en familia, prácticamente en la totalidad de los predios visitados la actividad la llevan adelante con el grupo familiar, sin empleados, concepto que además lo practican a la hora de recibir a los visitantes, con mucha hospitalidad y profesionalismo.
A modo de resumen, las principales características de cada parada son las que se detallan.
Duff Cattle Company.
Producción de genética de calidad que valoriza la carne.
En su cabaña ubicada en Hobart, Oklahoma, Kirt Duff, integrante de la quinta generación de su familia, que hace más de un siglo cría ganado en estas tierras, comentó su línea de trabajo que se basa en 400 madres Angus. El año pasado vendieron en su remate 150 toros, a US$ 16 mil de promedio y vientres a US$ 17 mil de valor medio, pero comentó que en el próximo remate serán en torno a 180 ejemplares, “lo que determina la cantidad de toros a vender es la calidad. Hoy tengo 240 toros que van a hacer los dos años en febrero en el momento de mi remate, pero sé que no llego a 200 de esos en cuanto a la calidad que yo quiero ofrecer pues somos muy exigentes”.

El principal de la cabaña de la que salieron toros como Waterloo, Red Boxer, Angus On, Merlot, entre muchos otros, explicó que si bien vende toros a diversos Estados, la mitad del remate más o menos se va a clientes que están en un radio de 100 millas cuadradas (unos 161 kms), a los cuales luego les compra los terneros para engordarlos en el corral y terminan sacando algo más de 300 novillos por semana, que se venden a Whole Foods. “La calidad para esa cadena de supermercados es bien importante, solo quieren animales Prime y Choice, las dos categorías de carne más exigentes de EE.UU., donde se obtienen los mejores premios y es lo que intentamos producir”. En tal sentido, Kirt comentó que los últimos 1.200 novillos que vendieron en el último mes, solo 3 fueron Select, la tercera categoría.
Aseguró que “no tiene mucha ciencia, es simplemente años de selección buscando que estas vacas sean eficientes para criar un ternero, para comer estos pastos, para verse bien cuando les desteto el ternero y para quedar preñadas de vuelta. Cualquiera que no haga eso, o que no esté en buen estado corporal, la vamos descartando. Y esos años de selección se tienen que traspasar al corral”.

En general hace varios grupos de 25 o 30 vaquillonas por toro, para probar los que se queda, o los que va a vender, dándoles un servicio al menos. “Controlamos la genética, controlamos la comida, controlamos la edad y sabemos lo que funciona”, aseguró. Embarca con unos 680 kg (unas 1.500 libras), con más o menos 22 meses “una edad de faena bastante alta para la industria de EE.UU.”. Maneja todas las vacas y todos los toros a pasto, pero los termina los últimos tres meses en corral con una dieta mayoría forraje y 10% de maíz. El 20% de sus novillos son colorados, pero estimó que en dos años será el 40, “el crecimiento del Red en EEUU es muy grande”, afirmó Duff.
National Beef.
Faena diaria de 6.000 vacunos y premios por calidad.
Ubicada en Dodge City, Kansas, una ciudad que vive básicamente de la industria del ganado, está una de las plantas del National Beef, uno de los frigoríficos más grandes de EE.UU. con una faena diaria de 6.000 vacunos.

“Los productores que trabajan con nosotros están fuertemente incentivados a utilizar genética potente en marmoreo, peso de carcasa, grasa, y área de ojo de bife”, explicó Eric Siegfried, Vice Presidente del Frigorífico, e integrante de US Premium Beef que posee el 15% de dicha industria (el mayor porcentaje accionario es del grupo Marfrig). “Nuestros dueños son feed lots, criadores y productores de genética”, explicó.
Según comentó, la industria de Estados Unidos ha avanzado mucho en cuanto al nivel en los últimos 25 años porque cada vez más cabezas de ganado están siendo faenadas en un sistema de premios por por calidad. Así, los engordadores, los feedloteros empezaron a pagar más por carcasas con mejor genética a los ganaderos que con esos estímulos apostaron a la calidad también. “Cuando el consumidor está dispuesto a pagar más por un producto elite, el productor recibe ese beneficio también”. La más alta calidad es Prime, después de eso Certified Angus Beef y luego Choice.
Esta planta comenzó a trabajar hace 27 años, en ese momento, Prime y Choice, sumaban el 55%. Hoy, del total de la industria ya es 82% para esas dos calificaciones. Y Prime, que es la más alta, pasó de 3% a 10%. “Lo que los productores pueden hacer con la genética es increíble”, afirmó y dijo que esos que usan bien la genética y tienen buen manejo, logran tener en su rodeo un 70% de Prime.
Si bien los productores pueden usar hormonas, o aditivos de crecimiento que no están prohibidos, National Beef tiene un programa natural para evitarlo, pero es un porcentaje muy chico.

Otro programa que premia es el AngusLink, de la Asociación Americana Angus, que asocia la información de los padres de esos novillos, el EPD, con la performance que tienen los animales en el campo y sobre todo en el feedlot. Esos están teniendo una ventaja de 75 a 100 dólares por cabeza comparado con un novillo normal, sólo por tener ese programa.
Aseguró que el Certified Angus Beef es un programa que quieren fomentar, de hecho, es la planta que más faena en EE.UU. con dicho sello. También hay otro de Certified Hereford.
El peso de carcasa promedio es de 430 kg. los novillos y 385 kg las vaquillonas. Y después tienen penalizaciones cuando la carcasa supera los 498 kg. Puso como ejemplo un animal faenado ese día, que terminó valiendo más de US$ 4.000, “si bien tuvo alguna penalidad por superar los 498 kg., tenía muchos premios por la calidad, entonces igual llegó a ese valor”.
La edad de faena promedio es entre 16 y 18 meses y aclaró que eso ha subido en el último año sobre todo, porque como los precios están tan altos, hay un incentivo para meterle kilos extras. El industrial dijo que desde 1964 los pesos carcasa han aumentado 2,5 kg. por año. “Un animal más grande significa un cheque más grande para el productor de ese animal y más eficiencia en el gancho”, dijo, y mencionó que “hace 17 años, una carcasa pesada era de 430 kg. y hoy es de 498 kg”.
Si bien faenan ganados de todo tipo y color, el 77% es de pelaje negro y entra en la primera especificación de Certified Angus Beef. Y mencionó que las diferencias de rendimiento no son significativas, “quizás sí con razas continentales, pero el incentivo mayor es el marbling y en eso Angus tiene una gran ventaja”, aseguró.
Mushrush Red Angus.
Ganado funcional y una novedad tecnológica.
En Elmdale, Kansas, Daniel Mushrush, junto con su esposa, sus hijos, sus padres y su hermano desarrollan la cría de Red Angus. Como novedad, explicó que este año tienen un empleado. “Somos seis personas para tres mil cabezas de ganado, tenemos 800 vacas PI, la mitad de otoño, y la mitad de la primavera y otro tanto de vaquillonas” explicó en un perfecto castellano aprendido cuando fue a estudiar un post grado en Ronda, España.

Realiza su producción en unas 6.000 hectáreas, mitad propias y mitad arrendadas, de campos naturales, pradera virgen que existe desde hace miles de años. “Tenemos el mejor pasto del mundo, pero para 60 días al año, funciona como un campo de trigo, o centeno, cuando está verde, es buenísimo, pero cuando se seca, cae, la proteína pasa del 17% al 4% en noviembre, y al 2% en enero”. En esas condiciones, aseguró que busca una vaca más rústica, más colorada, que se cuida sola, porque “todas las decisiones que tomamos son pensando en diciembre, enero, febrero”.
La clave de su negocio es que “hay que tener ganado que trabaje para nosotros y no al revés y tomamos decisiones para ayudar a la vaca para eso”. Dijo que utiliza una novedosa tecnología de collares para el ganado, “pero no es para ser cool, sino para que la vaca pueda trabajar para nosotros con menos gente y menos tiempo”.
Con su particular estilo y mucho sentido del humor, Daniel explicó que es más fácil arrendar, porque el campo está inflacionado por “los gringos que salen desde Kansas City, desde Oklahoma City y compran por mucho dinero, abogados, profesionales que nunca son de la ganadería, que vieron Yellowstone (la serie) y les dio ganas de ser cowboys. Es terrible”.

Explicó que la cabaña empezó con Red Angus “para hacer algo bien diferente a lo que hizo mi padre en los años 80 cuando el tiempo del New Type, con Simmental frame 7”. Lo logró y basa su selección en facilidad de parto, “porque tienen que tener un ternero por año y acá paren en el campo natural, con potreros de 400 o 500 hectáreas y se tienen que arreglar solas, yo no hago nada por la noche, por eso que la vaca tiene que trabajar para mí y no al revés”. Después, la fertilidad. “Porque en este modelo de negocio que tenemos, hay que tener una vaca que nos paga a nosotros y paga al banco, entonces, tiene que vivir mucho tiempo para pagarse”. Y, en tercer lugar, el mantenimiento. “Una vaca que se mantiene en el pasto que tenemos”. Dijo que “si hablo de fenotipo, casi siempre hablo de estructura, las patas buenas, porque estamos en un campo con rocas, hay piedras por todos lados”. Y también es clave que tenga buena ubre, para alimentar bien a su ternero.
Sobre el tamaño, Mushrush dijo que prefiere un frame más chico que el de EE.UU., pero buscando un equilibrio porque también hay que atender la demanda de la industria frigorífica. “No voy desde el destete directamente a feedlot, lo que hago con la genética que tengo es que en el verano le pongo un poco más frame y al encierro. Entonces somos eficientes en carcasa, tal vez 15, 20% Prime que es buenísimo para nosotros”.
Se basa mucho en las mediciones para los DEPs, “es importante para nuestros clientes, pero también lo es para nosotros, para tener todo definido”.
La cabaña, de la cual salieron toros como Dorado, y Top Secret, vende por año unos 250 toros, 200 en el remate en marzo y el resto en uno que agregó en octubre y ventas particulares en verano. El promedio del último fue de US$ 8.000, “pero tengan en cuenta que el 99% de mis clientes son comerciales”. Dijo que hay cabañas que hacen mejores valores, “pero tienen mucho humo detrás del negocio”, aseguró causando hilaridad de los uruguayos. Mencionó que para los próximos dos años espera que incluso mejore esta cifra, “hoy el ternero está valiendo mucho y en general un toro equivale a 5 terneros al destete, o 3 gordos”, afirmó.
En cuanto a la alimentación, mencionó que “todos los vecinos me dijeron que estaba loco cuando saqué todos los cultivos de maíz y soja para sembrar festuca, pero lo hice porque no era mi negocio, no tengo tractores grandes, ni cosechadoras para hacer agricultura y por otro lado tengo vacas que necesitan comer en invierno. Además, los precios del maíz y la soja en este país no son buenos en este momento, y por el contrario los precios del ternero son los más altos que hemos tenido en la historia. Entonces, si bien tuve un poco de suerte por la coyuntura, había que hacer festuca”.
Collares. Daniel Mushrush mostró un novedoso sistema de collares para el ganado. “Con este suelo lleno de piedras, no podemos hacer cerca eléctrica, además sin personal se complicaría juntar el ganado y el pasto sólo lo tenemos en verano, entonces tuvimos que importar esta tecnología de Nueva Zelanda”, comentó. Explicó que los collares facilitan el manejo del ganado a través de estímulos. Se mueven cada día a las cuatro de la mañana, formando parcelas virtuales, con un trabajo programado desde su teléfono celular. “Cuando me levanto a las seis, voy a mi silla tomando café a chequear si todas las vacas están en sus grupos previstos y me dedico a hacer las otras tareas”.

Aclaró que “no podemos decirle a ninguna vaca que puede hacer lo que no quiere hacer”. Esta es probablemente una de las reglas número uno de un collar. “Pero sabemos cómo son las vacas, cómo son con sus amigas y como son de cómodas. Y podemos controlar lo que quieren hacer. Entonces, ¿qué quieren hacer? Buscar un pasto fresco, agua y estar con sus amigas. Si lo mantienen, si se sienten seguras, están bien”.
Al tener extensiones grandes de campos, “cuando estamos haciendo tactos, o las inseminaciones, o cualquier otro trabajo, no perdemos tiempo toda la familia a caballo buscándolas, de esta forma, sé dónde está cada una mirando el móvil y puedo formar los grupos”, explicó.
¿Cómo funciona? A través de impulsos, con vibración y sonido, debajo de cada oreja, según en cuál vibra, giran para un lado u otro y si vibran a la vez van recto. “Una vaca no es estúpida, y lo compruebo cada día con la “conversación” que se da a través del collar. Ellas esperan la señal, obedecen y tienen el estímulo, por ejemplo, de encontrar el pasto fresco o el agua”, afirmó. Para emitir las señales, tienen en el campo cuatro antenas.
En cuanto al costo, es de US$ 50 cada collar.
Ohlde Cattle Company.
Un clásico de la raza, cuna de grandes toros.
En Palmer, Kansas, Tim y Trudy Ohlde abrieron las puertas de su reconocida cabaña OCC, donde realizan la cría de Angus con un solo empleado. En la cuna de grandes toros como Charlo, Traveler, Paxton, Emblazon, y de familias de vacas que iniciaron reconocidos rodeos de la raza, sólo se utiliza genética propia. “Todas mis vacas, van para atrás a tres vacas nomás, dos de ellas vivieron 18 y 19 años, otra 21 años (la 1019) y muchas tienen a ésta cinco veces en su pedigree”, dijo Tim, explicando la “line breeding” que aplica.
Dijo que busca mucha facilidad de parto, “todos los pesos tienen que estar entre 29 y 34 kg.”, mucha facilidad de engorde y mantenimiento. “Las vacas se tienen que mantener, no les damos de comer nada en el invierno, tienen que aguantar con este forraje”. También aseguró que brinda mucha importancia a las ubres, “que estén bien adheridas y con buena colocación de pezones”.
El ganado de OCC domina el nuevo Programa de Angus denominado Functional Longevity, ubicándose en el mejor 10% de la raza. Ese nuevo dato de longevidad del Angus, es la capacidad de una vaca de llegar a 7 años con 6 terneros, y hacer bien su trabajo. Dijo que su idea es que la mayoría de sus vacas lleguen a edades entre 13 y 15 años. “Tenemos la suerte de que algunas llegan a 18”.

También su genética está bien ubicada en el ranking de ubre, tanto de ligamento, como pezones, si bien dijo que “los scores que utiliza la Angus no son los ideales ya que no premia tanto los pezones chicos y bien colocados”.
Mostró vacas Angus puras, y “Angus two”, que tienen “un toquecito de Fleckvieh alemán y vacas un octavo Fleckvieh de Austria”. Y explicó, “Con cinco octavos de Angus es lo ideal. Tenía la idea que el ganado más grande, más pesado, era el mejor y un viaje a Europa me cambió las ideas y me gustó que sea ancho y profundo, ahí conocí el Friesian. El ganado que más me gustaba era el austríaco, había algunos alemanes que lo llamaban Friesian de carne y me enteré que en verdad eso tenía un poco de Angus escocés, así que volví con la idea de probarlo acá”. Al principio intentó generar una raza, después le cambió el nombre a Angus two”.
Ohlde le da gran importancia al peso al nacer. “El peso al destete o el peso al año lo puedo saber visualmente y me puedo dar cuenta fácilmente si ese ternero está en mi tercio superior de destete o mi tercio superior de peso al año, pero el peso al nacer sí es algo que rigurosamente medimos de todos los animales que nacen acá, aunque da mucho trabajo pesar todos los terneros”. Agregó que “se puede acumular genética que tenga buenos datos de peso al nacer y es el tipo de ganado que me piden en Arizona por ejemplo. No les va a interesar el peso al destete, porque si no tenés un animal que sobreviva, tampoco va a crecer”.

No está a favor de carcasas súper pesadas. “Creo que va a haber un sinceramiento y van a dejar de alimentar animales con dietas tan fuertes por 200 días o más”, dijo. “Creo que en 5 años la faena va a ser robotizada y que eso va a cambiar el tipo de animal que exige la industria: va a necesitar más uniformidad, no va a ser capaz de tener animales de 800 o 500 kg., van a necesitar algo más uniforme, parecido a 590 kg. Hoy en día se mata cualquier cosa que se le entregue por los precios altos”.
OCC vende 500 toros por año, 200 son Angus puro registrado y 300 son con algo de cruza. “Mis clientes quieren un toro negro, pero que tenga algún porcentaje de cruza”, aseguró Tim Ohlde.
American Angus Associated.
La sede de la raza en EE.UU., con 300 mil registros al año.

La quinta parada en la gira de Selecta fue a la sede de la American Angus Association, en St. Joseph, Missouri, donde fuimos recibidos por el CEO Mark Mc Cully y el COO Casey Jentz. Además de recorrer las instalaciones presentaron cifras de la raza que tiene 300.000 registros al año en EEUU y vende unos 120.000 toros anualmente a un promedio de US$ 8.334. También mostraron las nuevas líneas de investigación en genética y genómica. La cobertura de esta visita irá en una crónica especial el próximo domingo.
York Creek Red Angus.
La cuna del Foreigner, un programa maternal.
En Pordum, Nebraska, está YCRA. Allí, Grant Potatle y su familia realizan un trabajo de selección genética con énfasis en el fácil engorde, combinando un pedigree maternal y fenotipo musculoso.
Explicó que su familia ha estado produciendo en esa tierra por muchos años, “pero yo soy la primera generación de productores de genética. Mi padre es mi principal socio en este negocio, fue el catalizador de la parte financiera, y mi visión y mi manejo es lo que ha hecho el equipo que formamos en los últimos 15 años”.

Normalmente manejaban 300 vacas como madres, pero debido a las secas continuas en los últimos años y a los buenos precios que se pagan hoy, mandó de todo a frigorífico, y se quedó con 220.
La clave de este programa son los rasgos maternales y que las vacas sean eficientes. “Las vacas acá tienen que comer pasto al menos 300 días del año. Tienen que tener músculo real. La gente que usa mi genética, está muy preocupada en tener muy buenas patas, muy buenas ubres y mantener un tamaño de la vaca entre un frame 4 y 5”, aseguró. Y dijo que la mayoría de sus clientes entienden que la funcionalidad, la longevidad y la fertilidad de las vacas son más importantes que el crecimiento. “Pero creo que persiguiendo esa fertilidad de la vaca y para lograrla no hay por qué dejar de lado el músculo, Foreigner y Bourbon son dos buenos ejemplos de eso”, dijo Potatel.
Su cabaña está en una zona muy agrícola. “La competencia por el uso de la tierra es bastante grande acá y eso hace que yo tenga época de partos un poco diferente al resto de los criadores. La mayoría de mis partos son entre agosto y septiembre. Descubrimos que tener esos partos de otoño nos hace aprovechar mejor las chacras de agricultura después de la cosecha”, explicó. El forraje disponible es de muy bajo precio para él, pero es de muy mala calidad. “Por eso necesitamos un ganado que sea muy funcional, muy eficiente para criar terneros en las condiciones del invierno de Nebraska”.

Venden entre 40 y 50 toros la primera semana de febrero, con un año y medio, un poco más de edad que lo común acá. “Fue una gran decisión haber cambiado esa fecha de partos y vender los toros con un poco más de edad, ya prontos para trabajar, sin problemas”.
Vende toros en casi todos los Estados y dijo que tiene la suerte “que algo de mi genética se está utilizando en Sudamérica también”.
Un antes y un después para este programa fue el Foreigner. “Es el mejor toro que he criado, muy agresivo a la hora de criar. En cualquier grupo que lo pongas siempre va a preñar más vacas que el otro. Lo que me ha hecho utilizar tanto el Foreigner es la consistencia, cómo el imprime en sus crías el fenotipo y el músculo que mete”, aseguró.
Shaggy Meadows Red Angus.
Selección maternal de ganado colorado origen Canadá.
Jared Dick y su familia recibieron al grupo en su casa en Marriott, South Dakota, para mostrar su programa de Red Angus. “Me parece increíble el mundo en el que vivimos hoy, de tener visitantes de otras partes del mundo y me encanta que hablemos el mismo idioma que son las vacas”, dijo al presentarse.

La base de su programa es lo maternal, “buscamos vacas que funcionen en este ambiente, algo muy importante para mí es la facilidad de engorde y la facilidad de mantenimiento”. Resaltó la importancia que las vacas se mantengan durante todo el año en buenas condiciones. “Las vacas acá tienen que comer rastrojo de maíz y es bien importante que puedan comer eso en enero antes de que empiecen a parir, porque los inviernos son bastante duros”, aseguró Dick.
La base de su rodeo es de Canadá, donde “encontré ese tipo de vaca bien profunda que anda en este ambiente”. Tiene 100 vacas registradas, vende entre 40 y 50 toros por año y tiene entre 10 y 20 embriones machos que nacen por año.
Si bien siempre le gustó el Red Angus, desde el principio utilizó toros negros para abrir sangres y tener mayor diversidad genética.

La ventana de preñez para la vaquillona son 60 días, “empiezo el primero de abril con una inseminación, repaso con inseminación a los 21 días y les doy un celo más con el toro, o sea 21 días más”.
En agricultura, plantan maíz y soja y hacen toda la comida para los animales, venden maíz para una planta de etanol y la soja en general se exporta. Le destina el mismo espacio a la ganadería que a la agricultura, pues también tiene ganado comercial, con engorde de terneros.
Hadrick Ranch.
Selección genética para producir, y vender, carne de calidad.
En Faulkton, Dakota del Sur, Troy y Stacy Hadrick, junto con su familia desarrollan un exitoso programa. “Tenemos ganado comercial: 300 vacas y además 120 hectáreas de agricultura, maíz y forraje, para alimentar a los animales”. Tanto él como su esposa son la quinta generación de productores rurales de la familia, que están desde 1910 en esas tierras. Trabajan ellos, sus tres hijos y tienen una pasante que los ayuda.
“En 2012 cuando agarré las riendas del negocio de mi padre empecé a poner énfasis en los rasgos de carcasa, en producir un producto de mayor calidad para poder obtener mayores premios por la carne que producimos, porque para que te vaya bien debes estar en Prime, o arriba del Choice para calificar con el sello Certified Angus Beef”, explicó Troy. Para ello puso énfasis en la genética, “empezamos a elegir toros probados para inseminación. También pusimos énfasis en facilidad de parto porque las vacas paren en condiciones de clima muy severo y tienen que hacerlo en el campo, sin asistencia”.

Dijo que no busca crecimientos extremos, pero sobre todo pone énfasis en los rasgos de carcasa de calidad.
En 2013 fue la primera generación de terneros de inseminación artificial, los tuvieron hasta el destete y los enviaron a un feedlot en Kansas debido a que el clima es mejor, los inviernos no son tan duros y hay más comida. “La primera tropa, el 89% resultaron Choice, el 0% Prime y sólo el 32% calificaron para CAB”. Utilizando selección y datos para mejorar el marbling, fue mejorando los terneros y sus hermanas que empezaron a ser madres. Al 2020, un 48% era Prime.
Le brinda importancia al dato del área de ojo de bife, “la industria cada vez exige carcasas más grandes y esa carcasa tiene que estar acompañada con un calibre de ojo de bife adecuado”.
Para su negocio, es fundamental estar entre los 25 mejores en el ranking del sello Certified Angus Bife que los posicionó muy bien.
En 2020, con el Covid, se plantearon algunos desafíos extras, “las plantas empezaron a faenar menos y ahí es cuando surgió la idea de faenar una parte de nuestro ganado acá mismo. Llegamos a un acuerdo con una cadena de restaurantes bastante grande que está en Sioux Falls, y empezamos lentamente a ser su proveedor y luego entramos a 7 restaurantes más”.

Las ventas directo al cliente empezaron en 2021, a través de su página web. “El gran desafío posterior fue cómo aprovechar mejor las carcasas que teníamos. Al principio los restaurantes, llevaban la carcasa entera, después empezaron a seleccionar solo algunos cortes. También la logística, de saber qué cortes había que priorizar”. En la venta directa, la gente puede entrar a la web y comprar la carne desde un paquete de 4,5 kg., hasta 20 kg. y es enviado de todo el país.
Los cortes más pedidos son los lomos y el cuadril para hacer carne picada. También venden el Short ribs, ni más ni menos que el asado de tira, “no es común acá, pero está teniendo mucha demanda”, aseguró.
Lindoskovs-Thiel Ranch.
Angus y Charolais al “estilo uruguayo”.
En la reconocida cabaña LT, por la combinación de los dos apellidos de sus socios, la cuna del “LT Converse”, o “LT Foundation” por ejemplo, próximo a Isabel, en Dakota del Sur, se apreciaron sus programas tanto en Angus como en Charolais, con vacas similares a lo que se busca para Uruguay, madres de buenas patas y excelentes ubres. Es un programa que agrandan con otras razas, aprovechando el buen momento del negocio de carne en EEUU. Se apreciaron en el campo la madre e hijas del “Converse”, toro padre del plantel de LT, con mucha facilidad de parto, buenas patas y características carniceras. En Charolais, se vio un ganado con frame moderado, con buena área de bife y peso de carcasa.
Bryce Lindscov, explicó que su padre comenzó en estas tierras en 1981, y hace tres años, junto con su hermano, tomaron las riendas del negocio”. En ese corto plazo, la empresa experimentó un fuerte crecimiento: pasaron de vender 70 toros Charolais y algo más de 100 Angus, a ofrecer en el último remate 250 toros de cada raza. La expansión no termina ahí. En el nuevo local de remates, diseñado pensando en un crecimiento sostenido, “estamos preparados para llegar a mil toros en los próximos años, y vamos a sumar algo de Hereford y Simmental a nuestra genética”.

En cuanto al tipo de Angus que crían, Lindscov aseguró que “en algunas zonas de Estados Unidos las vacas se han vuelto demasiado grandes. Nosotros buscamos animales con capacidad, buena fertilidad, facilidad de parto y madres con buena leche y funcionalidad”. Y fue categórico: “si una vaca no se preña, no puede quedarse en el campo”.
Actualmente LT Ranch es líder en promedios de venta tanto en Angus como en Charolais, y la expectativa es que la demanda récord de este año se mantenga: “Quizá no sigan subiendo, pero estos valores tienen respaldo y una demanda fuerte que los sostiene”, apuntó.
Además del trabajo en cabaña, LT Ranch maneja un rodeo comercial de entre 6.000 y 7.000 cabezas, con cruzas Angus-Charolais que apuntan a mayor eficiencia de conversión. “Compramos terneros a nuestros propios clientes de toros, generalmente de 280 kg., y buscamos alianzas estratégicas para terminarlos. Algunos los terminamos nosotros”, explicó.
El sistema de cría incluye inseminación de vaquillonas a los 14 meses, y el seguimiento genético es constante. “No importa cuán buenos sean los números, si el genotipo no acompaña. Para nosotros, lo primero es la genética, luego la fertilidad, y que sean vacas que produzcan leche y tengan buena ubre. Ese es el ganado que funciona”, aseguró.

Brent Thiel, otro de los principales de LT, muy respetado por la industria y el sector ganadero en Estados Unidos, es además asesor de Select Sires. Explicó el programa con base en el manejo de los datos, haciendo hincapié en la facilidad de parto, pero sobre todo a los datos maternales, buscando un ganado moderado y muy fértil.
Se vieron hijas del Converse y muchas hijas del Foundation, en la cabaña que tiene el reconocimiento Pathfinder, sello que da el brinda la American Angus, por la excelencia genética y productiva a vacas y toros que cumplen con criterios de rendimiento reproductivo y desempeño de la progenie.
Schaff Angus Valley.
Un clásico que siempre sorprende.
Hace algunos años, la TV brasileña tenía un ciclo que se llamó “Vale la pena verlo de nuevo”, en el cual se reponían en pantalla las telenovelas famosas en todo el mundo. La visita a la clásica SAV, la cabaña de kelly Schaff, su esposa Martie y familia, se ajusta a ello, pues cada año quienes volvemos decimos que vale la pena ver de nuevo su trabajo de selección en la raza Angus, próximo a Bismark, Dakota del Norte, donde desde 1902 comenzó la actividad su bisabuelo. La cabaña de donde salieron grandes toros como Resource, Net Worth 4200, Traveler 004, Density, Recharge 3436, Grand Canyon 0969, Rainfall 6846, Jesse James 0968, Double Wide 0861, America 8018, Bismarck, Demand, Credential, Patriot, Stereo, Beneficial, entre muchos otros, este año realizó su remate número 122, siendo “el remate de una raza pura que se mantiene de forma ininterrumpida por más años en todo el mundo y yo tengo mucha suerte de poder haber continuado algo que empezó mucho antes de mi tiempo”, aseguró Kelly.

El principal foco de su programa es producir animales de excelencia maternal y con buena performance. “Le prestamos particular atención al fenotipo que considero que tienen que tener las buenas vacas, las vacas bien hechas: que tengan anchura real, facilidad de engorde, facilidad de mantenimiento, animales con buena calidad de ubres, que tengan un fenotipo que pueda sobrevivir en este ambiente”, explicó.
La mayoría de los partos en SAV son un poco más tarde que en otras zonas de EE.UU., “porque acá estamos muy al norte, la mayoría de los terneros que nacen de forma natural, son de marzo y abril, de esos tengo más o menos 700 nacimientos acá”. Además, se vio un grupo que son de embriones, “que implanté y nacieron acá y también implantamos embriones en algunos cooperadores que están en otros Estados”, dijo en el funcional galpón de ventas, que también es utilizado como corral de parideras, en el crudo invierno.

En la recorrida por varios conjuntos de vaquillonas, se vieron trabajando a toros como SAV Credential, con 3 años, SAV Badger, 7 años, “de los mejores para arreglar patas, que en el próximo remate habrá 200 hijos de él”, aseguró Kelly. También se vio a su padre, Baldridge, el SAV Courage, toro con 130 terneros nacidos este año, el SAV Rise N Shine, precio máximo hace dos años, cuya madre “es la que más ganancias me dio, con hijos que fueron precio máximo varias veces, una vaca con mucha influencia en mi programa”. También mostró a la madre del Credential, una hija de President, hermano entero de Rainfall.
Se apreció una parte de su rodeo de 500 vacas y 130 vaquillonas, alimentadas siempre a pasto. Explicó que arma grupos de 40 a 45 vacas para cada toro, pero todas tienen una chance de inseminación antes. El objetivo es producir animales de alta calidad funcional, para sacar la mayor cantidad de kilos, con destaque en que “la importancia es tener buenas madres”. “Estoy todo el día detrás de las vacas, cuando tienen su primer ternero es el momento más importante para evaluarlas, y es cuando tomo la decisión para ponerle los toros. Todas las vaquillonas son recriadas a pasto, o con forraje, mucha materia seca, porque no quiere “que se engrasen demasiado para no comprometer su vida reproductiva”. Le gusta que las vaquillonas paran antes de cumplir 24 meses.
El objetivo es tener 1.000 partos por año, 500 naturales y 500 de embriones para poder vender 500 toros.
Strommen Angus Ranch.
Genética moderada y servicio de inseminación.
En Solen, Dakota del Norte, Aaron Strommen mostró su modelo de negocio con 300 vacas, y venta de 150 toros por año. Se apreció al toro SAV Easy Street, con frame moderado, en un rodeo de 150 vaquillonas. Además, Aaron brinda un servicio de inseminación, con un equipo móvil que también exhibió. “Somos una operación familiar, tenemos 350 vacas registradas, 150 toros registrados por año, realizamos dos ventas, una de primavera y otra de otoño, cuando además vendemos alrededor de 700 vacas registradas”, explicó.

Empezaron en 2001 con 3 vacas, “utilizamos mucha inseminación y algún trabajo de embriones para llegar a la cantidad de animales que tenemos el día de hoy”, explicó, asegurando que desarrolla un programa “muy maternal, le damos mucha importancia al tamaño adulto de la vaca, a la capacidad, a la facilidad de engorde y sin duda que lo más importante para mí es la fertilidad”. Aaron explicó que “las vacas acá tienen que sobrevivir, tienen que arreglarse por su cuenta, no tenemos mucha gente para trabajar, así que se las tienen que arreglar, sobre todo en el invierno, que pueden llegar a ser bastante duros acá”.

Además del Eassy Street, mostró otros toros como Torque y Estocolmo.
McCumber Angus Ranch.
Eficiencia en condiciones extremas.
A solo 20 minutos de Canadá, en Rollete, Dakota del Norte, Matt Tastad, junto a su esposa Cynthia, y sus padres, mostraron su ganado criado en una zona de condiciones extremas de nieve y frío durante gran parte del año. Explicó que integra la quinta generación de una familia con más de un siglo seleccionando ganado, buscando que sea funcional, basado en una genética maternal, de fácil mantenimiento y fácil engorde. Por ello, otorga mucha importancia a las familias de vacas y al fenotipo. En sus puntos de prioridad de selección ubica vacas con buenas patas, ubres y mucho sello racial. Aseguró que siempre han buscado un ganado pensando en las hembras. “La vaca es lo más importante para cualquier operación ganadera”, afirmó.

El rancho fue fundado en 1964 por su padre, junto con su abuelo, lo empezaron con cinco vacas medio hermanas, y hoy, “la mitad de nuestro rodeo va para atrás, a dos de ellas. La familia de vacas de Las Rosetas y la familia de vacas de Las Meeks Weeksie”. Explicó que si bien han comprado alguna familia de vacas más, “nos consideramos un rodeo bastante cerrado en cuanto a genética. Utilizamos bastante genética propia”. Busca un ganado con base maternal, pastoril, “ganado que sea Angus de verdad”. Vacas que sean de fácil mantenimiento y que se puedan adaptar a distintos climas, a distintas circunstancias. “Para nosotros es muy importante tener una buena madre. Un ganado que no necesite asistencia, que se pueda manejar solo. No tenemos mano de obra. Todos los que trabajamos somos la familia, entonces las vacas tienen que hacer su trabajo solas. Tienen que ser capaces de parir solas y asegurarse que el ternero sobreviva”, explicó.
Dijo que la mayoría de los partos son entre mitad de enero y mitad de febrero, con clima bastante complicado, llegando hasta menos 30 grados.

“Para nosotros es muy importante también la calidad de las ubres, la feminidad. Y por supuesto que después que el ganado tenga buen rendimiento, le vaya bien, tenga buenas carcasas. Por más que no es nuestro foco”. Dijo que la productividad y la fertilidad del ganado es muy importante.
Venden 130 toros por año y 60 hembras. “La mayoría de mis clientes están en un radio de 400 km., o sea, bastante local, pero mandamos toros a todo el país, a diferentes ambientes”.
Inseminan 350 vacas todos los años, “siempre vendo algunas después preñadas, así que tengo un poco más de 300 partos cada año”.
Matt destacó a su toro “McCumber La Joya 098”, un hijo del OCC Zodiac, “ha sido un antes y un después en nuestro programa, lo hemos utilizado mucho, también hemos utilizado a un hermano entero y algunas de sus hermanas enteras del mismo lavado, son de nuestras principales donantes hoy en día”. Destacó que La Joya destacan por dar animales con facilidad de parto directa, “es fantástico cómo después se desarrollan y se convierten en animales súper anchos, con un volumen increíble, mucha profundidad, meten mucha costilla y son animales que después pueden convertir mucho forraje en carne”.
Según Matt, lo principal es buscar un ganado moderado y costilludo, ubica el frame en 5, o 5,5, “ganado que tenga facilidad de engorde y capacidad de mantenerse y también mucho la facilidad de parto. La mayoría de mis clientes venden los terneros al destete o casi antes del destete, entonces necesitan eso”, dijo.
En su último remate el promedio fue US$ 12.700 para los toros y US$ 7.500 las hembras registradas.
Topp Herefords.
Genética destacada en gran momento de la raza.
En Grace City, Dakota del Norte, está Topp Herefords, la cabaña de Ryan y Praire Topp que realiza una operación 100% dedicada a la producción de genética. Tienen 1.250 vacas que se dividen en dos momentos de parto. La mayoría de los toros se venden con 20 meses. “Para nuestro próximo remate, que es nuestro remate número 27, el 75% de los toros van a tener 20 meses y el resto van a ser de año. Y vamos a vender entre 280 y 290 toros”, explicó. Para 2027 va a ser un remate de 400 toros.

Ryan dijo que hoy hay mucha demanda por buen Hereford, “y estamos en un momento récord. Ha aumentado mucho la demanda de toros sobre todo en los últimos años”. Dijo que “la raza principal es Angus, pero el cruzamiento se ha vuelto a imponer. Y sin duda que Hereford es la primera opción”. Entonces aseguró que sus principales clientes de toros son productores comerciales que tienen vacas Angus y quieren elegir un toro Hereford. “Para que se den una idea de lo que es la demanda que está teniendo la raza, hace tres años el precio promedio de los toros Angus superaba el precio promedio de los toros Hereford en US$ 2200, en esta última temporada de remates, el promedio de los toros Hereford US$ 3.000 por encima del promedio de los toros Angus”.

Con mucho profesionalismo, aseguró al grupo de uruguayos: “quiero que ustedes me digan qué es lo que necesitan en su país. Ya sé que los americanos somos muy de decir esto es lo que tenemos, esto es lo que hay que hacer. Pero a mí me gusta pensarlo al revés. Díganme ustedes qué es lo que necesitan y nosotros les vamos a decir si lo podemos producir acá”. En diálogo con Rurales El País, además aseguró que “el mundo Hereford tiene los ojos puestos en Uruguay hoy en día. La manera más fácil de cometer un error es pensar que te lo sabes todo. Entonces en Topp Hereford siempre estamos buscando nuevas ideas de afuera, nuevas cosas de afuera y creo que Uruguay puede aportarnos mucho”.
World Wide Sires.
Un centro con toros destacados mundialmente.
Ubicado próximo a la ciudad de Billings, Montana, este proyecto familiar, con gran profesionalismo puesto en el trabajo, es uno de los puntos donde Select Sires envía toros para colectar semen. “Acá somos un centro de colecta y brindamos servicio de colecta de semen. Nunca vendimos ni una dosis, ni fuimos dueños de ningún toro. Nos gusta más solo dar el servicio. Tenemos la suerte de brindar el servicio a empresas muy grandes que están representadas en todo el mundo como Select Size y a clientes que tienen solo 40 vacas”, aseguraron los responsables de WWS. Destacaron que “tenemos un gran equipo que nos permite cuidar casi 150 toros a la vez”.

Allí se vieron toros como “McCumber La Joya”, el “LT Converse”, “Ycra Foreinger” y su hijo “Bourbon”, el “Duff Waterloo”, el “McCumber Black Pearl”, “Duff Angus On”, “Duff Merlot”, entre otros, todos los que estarán en el catálogo de este año de Selecta.
La delegación.
Los integrantes de la gira 2025 organizada por Selecta fueron: Antonio Aguerre, Mauricio Alonso, Milton Amaral, Rodrigo Amaral, Juan Pablo Barreto Assuncao, Pablo Barreto Amundarain, José María Bentancur, Sebastián Carriquiry, Jorge Dos Santos, Alejandro Elhordoy, Luis Fernández Calvette, Federico Fernández Pastorino, Francisco Kessler (Brasil), Gustavo Ilha (Brasil), Agustín Golfarini, Guilherme Kessler (Brasil), Nazario Irazábal Marra, André Laborde, Álvaro López, Lorivan Formiguieri (Brasil), Andrés Martínez Tartagial, José Mom, Nicolás Pena, Jorge Peñagaricano, Gastón Pereyra, Javier Pereyra, Renzo Pereyra, Valentín Pijuán, Juan Martín Puente, Ricardo Moraes (Brasil), Marcos Ruiz Gutiérrez (Argentina), Willian Xavier (Brasil), Agustín Zambrano, Alejandro Zambrano, Pablo D. Mestre.