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Generar conciencia y producir más a favor de la naturaleza: la gira de Grou Agro por Australia y el curso Ranching for Profit

Lucía Bauer y Sofía Dabezíes hablaron de similitudes en la producción y la idea de agregar valor cuidando los recursos

Lucía Bauer y Sofía Dabezies.
Lucía Bauer y Sofía Dabezies.

Visitar Australia para los productores de nuestro país es, en muchos casos, una asignatura casi obligatoria en algún momento de la vida. Al menos, algo deseable. Allí se puede comparar nuestra forma de producir con la de ellos, tomar ideas e identificar similitudes y diferencias.

Lucía Bauer y Sofía Dabezies son dos ingenieras agrónomas jóvenes, emprendedoras, intentando impulsar una forma de producción que durante mucho tiempo tuvo menos visibilización. En esa búsqueda han diseñado talleres, gira, cursos y se enfocaron en el coaching también para explorar nuestro potencial como seres humanos y como profesionales. La siguiente nota es un resumen de la conjunción de ambas cosas: una forma de ver la vida y la producción y la posibilidad de traer de Oceanía elementos interesantes para incorporar.

Grou Agro nació hace 6 años por la inquietud de trabajar en una visión ecológica de los sistemas productivos, en lo que hoy se conoce como regeneración”, dijo Lucía Bauer, directora del emprendimiento. Hoy en día, dedica buena parte de su tiempo a asesorar productores para construir capital natural reteniendo carbono, agua, nutrientes y luz solar.

“La clave es observar el suelo como un organismo vivo y desde una perspectiva de pensamiento sistémico, donde todo está interconectado”, agregó Bauer, mencionando que la complejidad de los sistemas y sus particularidades, muchas veces requiere de ingenio y creatividad para comprenderlo y actuar sobre él.

Grou Agro precisamente quiere difundir esta visión productiva por medio de talleres, giras y jornadas. Es por eso que hace 2 años generaron una sinergia con Sofía Dabezies para desarrollar y ejecutar estos proyectos. “Desde que empezamos a trabajar juntar generamos una buena dinámica realizando jornadas y giras, tanto en Uruguay como en Argentina”, dijo Dabezies.

Por este motivo surgió la oportunidad de poder armar esta gira por Australia acompañando el proyecto Gestión del Pasto que está desarrollando el Plan Agropecuario. En esta, participaron técnicos y productores (foto).

“El objetivo que se planteó Grou con esta gira fue mostrar la producción regenerativa, campos donde se realizan acciones así desde hace años, entender qué cosas podemos aprender de ellos y valorar lo que hacemos bien en Uruguay”, sostuvo Bauer.

 

Descripción. Australia es un país con una serie de características productivas similares a Uruguay en muchos casos, pero con enormes diferencias en otros. “Es un continente per sé y la variabilidad climática es grande, en este caso nos situamos en Nueva Gales del Sur, que tiene una latitud bastante similar a la de Uruguay”, indicaron.

Allí se recorrieron distintos establecimientos de diferentes escalas y tipos de producción, pero siempre con algo en común: producir cuidando los recursos, agregándole valor al producto y sobre todo respetando un concepto clave: “tener una visión a largo plazo del potencial que tiene producir a favor de la naturaleza”, dijeron Bauer y Dabezies.

En la diversidad de actividades, visitaron a un productor con un sistema de vacas lecheras retiradas, que vende hamburguesas como producto final como una manera de agregar valor, algo que ayuda a la rentabilidad. También fueron a un tambo regenerativo sin uso de agroquímicos, que es parte del movimiento “slow food”, que tiene una heladería en una ciudad turística y es también proveedor de muchos restaurantes, en parte para perseguir el mismos objetivo: el agregado de valor como un ítem de la rentabilidad.

“Pudimos ver que es notorio en Australia el cambio de conciencia en el consumidor, que busca alimentos con mayor densidad nutricional, esto hace que aumente la demanda de este tipo de productos que sanen y no que enfermen”, agregó Bauer.

Hablando de mayores escalas, veron policultivos (mezclando canola, trigo rojo y amarillo) con uso de bioinsumos, algo que “en Uruguay es considerado demasiado innovador”, tal como dijo al respecto Bauer.

En producciones ganaderas en tanto, se pudo ver que con una planificación de pastoreo adecuada a su contexto, se vieron potreros con 8 meses de descanso, correspondiendo con áreas con muy baja precipitación. “Cada campo y cada familia nos dejaron su huella, sus enseñanzas y sus reflexiones”, afirmaron.

En Australia el costo de la mano de obra es elevado, y por este motivo los productores, en muchos casos empresarios también, suelen ser los que trabajan y llevan adelante los emprendimientos. El costo de un empleado promedio es de US$ 4500 por mes. Por eso, trabajan ellos con sus familias.

Por otro lado, se trabaja mucho con los fondos de conservación, que son básicamente instrumentos por medio de los cuales los productores reciben dinero del estado por conservar el campo natural. “En uno de los campos tenían un programa de preservación de una especie que se creía extinta y por el manejo reapareció en el campo (un reptil que llaman dragón), y ahora tienen otro programa en el campo de preservación de esta especie”, dijo Bauer.

Gira de Grou Agro y el Plan Agropecuario.
Gira de Grou Agro y el Plan Agropecuario.
Sofía Dabezies.

 

Aprendizajes. El agua, tal como debiera ser y es en el mundo actual, es un factor clave. “La innovación que vimos en el manejo del agua no fue en el diseño de sistemas de agua para abrevadero de ganado, sino en cómo se enfocan en cosechar y retener la mayor cantidad de agua posible, algo esencial por su contexto de pocas precipitaciones”, argumentó Dabezies. Dentro de la gira, los participantes visitaron a Charles Maslin, un referente en el manejo del agua, alguien a quien definieron como “un productor con un enfoque un tanto innovador”.

Para lograr infiltrar y retener más agua en sus tierras, Maslin realizó taipas o muros de contención cada 200 metros en el arroyo, con el objetivo de frenar el agua cuando llueve y que infiltre lateralmente. “En los 20 años que viene realizando este manejo logró pasar de una tasa de infiltración de 25 mm en 25 minutos a una de 25 mm en 6 a 12 minutos. Esto implica mayor infiltración (más del doble), más retención de agua y mayor capacidad de resiliencia en momentos de escasez.

“Otro de los aspectos que se repetían fue ver la importancia que le dan a acumular el agua de lluvia en tanques al lado de la casa, algo que usan incluso para beber”, añadieron.

Una curiosidad corresponde al ajuste de carga en base a los milímetros de agua caídos. “Se basan en las lluvias del último año para saber la carga que precisan y luego van ajustando en primavera y otoño, según los momentos de crecimiento del pasto, según cuando llueve”, dijo Dabezies.

El ajuste se da cada 100 milímetros de lluvia, “es una forma sencilla de realizar un balance forrajero sin necesidad de medir disponibilidad potrero a potrero y a ellos les funciona”, agregó Bauer, referido a un esquema de producción que optimiza los recursos, obligado a su vez por un clima que así lo requiere.

 

Ovinos. En Australia hay 73 millones de ovejas aproximadamente. En la gira visitaron a dos referentes en el mundo de la lana merino, Charles y Tanya Massey. Charles escribió 4 libros y tiene una charla TED que recomiendan escuchar: “How regenerative farming can help the planet and human health”.

Otra de las particularidades y diferencias que notaron es el “poco” trabajo que requiere la oveja. “Con precipitaciones anuales de 500 mm, no hay casi problemas sanitarios y no se precisa tanta mano de obra porque casi no dan toma”, precisaron.

 

Diferencial. Tanto Lucía como Sofía tienen formación en coaching. La primera es coach agroecológico, mientras que la segunda es ontológica.

“Buscamos a nivel de grupo generar un espacio seguro y humano en medio de la intensidad técnica informativa y la novedad de ver todo el tiempo cosas nuevas e interesantes. Tuvimos momentos de reflexión donde pudimos detenernos, integrar lo vivido y conectar con otros desde otro lugar”, aseguraron, dando el espacio necesario a valorar y disfrutar una actividad de este tipo.

Cambio de mentalidad a sistemas más saludables

“La transición a lo agroecológico es de a poco, porque si tenés verdeos no dejás de aplicar urea pero le vas agregando bioinsumos, potenciando la biología y mejorando los ciclos de los nutrientes”, dijo Bauer. Una de las preguntas que aparece constantemente es la de costos y rentabilidad. “No sos menos rentable sino que de a poco vas dejando de necesitar insumos químicos porque los suelos tienen todo para brindar la nutrición de las plantas, pero cuando agregamos de afuera es que empezamos a romper los ciclos”, añadió, agregando que no se hace de un día para el otro, sino en un proceso. Con esto se busca potenciar la estructura del suelo, del banco de nutrientes (que es la materia orgánica) y retener más agua. “Es un cambio de mentalidad a un sistema saludable desde el suelo hacia arriba”, cerró.

Ranching for Profit, un curso enfocado en la rentabilidad

Dentro de las distintas actividades que Bauer y Dabezies están llevando adelante, están preparando la llegada por primera vez del curso Ranching for Profit a Uruguay.

Uno de los aspectos que siempre se suele mencionar en este cambio de paradigmas, especialmente en la forma de producir en el campo, tiene que ver con la rentabilidad de los sistemas y los incentivos en el negocio que permitan desarrollar estos métodos.

Del 21 al 25 de julio, se realizará este “curso intensivo y personalizado de 5 días, diseñado para ayudar a productores agropecuarios a mejorar la rentabilidad, sostenibilidad y resiliencia de sus negocios ante escenarios cambiantes de clima y precios”, tal como describen.

El programa del curso se enfoca en cuatro pilares clave: tierra, producción, dinero y la persona.

Con esta iniciativa, intentan ayudar a manejar el campo como una empresa, algo cada vez más importante en los tiempos que atravesamos y sobre todo con la conformación del negocio en Uruguay y la estructura de costos.

Se aplican principios económicos, financieros y ecológicos para optimizar utilidades y eficiencia. En definitiva, de un buen manejo integrado de los factores antes mencionados, dependerá el éxito de la empresa.

En este sentido, apunta a un cambio de mentalidad que puede marcar la diferencia en el manejo del negocio.

Según contaron Dabezies y Bauer, en la previa del desarrollo del curso, una frase que muestra la esencia de esta capacitación es: “saber manejar el ganado y sembrar cultivos no es lo mismo que saber manejar un negocio que involucra ganado y siembra de cultivos”. Este foco parece muy pertinente en el manejo diversificado de empresas que hay hoy en el Uruguay.

Para cerrar, afirmaron que ya están preparando nuevamente la participación en Agro en Punta con actividades diferentes e interesantes, donde esperan participar con una charla de nivel, viendo posibilidades también luego de hacer otras giras por Australia, Nueva Zelanda o Estados Unidos.

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