El mercado ganadero va incorporando las últimas lluvias, algo positivo para la oferta forrajera de corto y mediano plazo, pero también la llegada próxima del invierno, cuyos efectos seguramente serán más duros de lo normal, al estar precedido de una dura sequía.
La oferta de ganado pronto para faena es escasa y los productores se resisten a seguir bajando el precio de venta de los lotes bien terminados. La industria, en cambio, apunta a precios menores a los de las semanas previas, salvo algunas plantas que pueden combinar negocios kosher y otros, y ofrecer precios mejores. La referencia de precio de exportación que divulga Inac no estaría justificando un descenso como el que se pretende desde la industria en el mercado del gordo, pero hay que recordar que son negocios concretados hace semanas; los negocios más recientes se hacen a valores menores.
Con este escenario el precio del novillo mantiene un eje de referencia en los 4,00 U$S/kg a la carne, pero con variaciones importantes según la planta y los lotes. Algunos frigoríficos concretan negocios a valores inferiores. En el caso de las vacas las transacciones se mantienen en el rango de 3,70 a 3,80 U$S/kg, aunque también con variaciones importantes. En el caso de ganado de reposición los recientes remates por pantalla mostraron algunas reducciones adicionales en los valores, Aunque más moderadas que en remates previos. La lluvia sostiene los valores y las perspectivas del sector siguen siendo buenas.
GRANOS. En el mercado internacional los precios han frenado la caída y tuvieron un balance semanal moderadamente positivo, en la medida que se perciben algunas incertidumbres climáticas mayores. En cualquier caso, el escenario de precios ha cambiado sustancialmente respecto a zafras anteriores y los valores medidos en dólares son notoriamente más bajos. Hay que recordar que a nivel internacional se está configurando un escenario con tasas de interés mayores, lo que implica precios en dólares menores en los productos que se transan internacionalmente. El precio del petróleo ha consolidado su reducción, si bien persiste alta volatilidad, y eso incide en el valor de los granos y otros productos.
La baja en el exterior se sigue traduciendo al mercado local, con un descenso en el maíz (en este contexto, más positivo que negativo, dado que es insumo nutricional clave para compensar la seca) y en la soja.
