Con 1.585 operaciones de compraventa de tierras realizadas por 291.000 hectáreas, en 2022 se dio un aumento del 26% en la superficie operada respecto a 2021.
La Dirección de Estadísticas Agropecuarias (DIEA) dio a conocer los datos de compraventas de tierras correspondientes al año 2022. En ese sentido, se informó que el monto total de las operaciones en el pasado año superó los US$ 1.089 millones, resultando en un valor promedio de US$3.741 por hectárea, aumentando un 7% el valor alcanzado en 2021.
El comparativo entre primer semestre y segundo mostró un aumento en el número de operaciones de 60% (de 609 contratos a 976) y casi se duplico la superficie vendida (de 103 mil hectáreas a 188 mil hectáreas). En tanto, el valor por hectárea resultó 20% superior en la segunda mitad de 2022.
Soriano, Colonia y Río Negro fueron los departamentos en donde se dieron los precios promedios por hectárea más elevados de la región: fueron de US$ 6.926, US$ 6.904 y US$5.763 /ha respectivamente. En el otro extremo, el precio medio más bajo correspondió al departamento de Salto, con US$ 2.244/ha. Luego de siete años, Artigas no fue el departamento con el precio de la tierra más bajo del país.
Por otra parte, los departamentos con mayor superficie operada fueron Lavalleja, Florida y Durazno, acumulando alrededor de 82 mil hectáreas por US$ 290 millones, que constituyó el 28% y 27% de los totales respectivos del año.
Federico De León, integrante de la DIEA, explicó que “los grandes indicadores de la compraventa de campo respondieron de forma positiva”.
Fernando Indarte, director de la firma Indarte & Cía, expresó que un 26% “es un aumento muy, pero muy alto”. Recordó que en 2020 y 2021 hubo consultas por compraventas de campos, pero por la pandemia de covid-19 no se podían revisar por lo que muchos negocios “quedaron medio paralizados”. En ese sentido, indicó que “es lógico” que estos negocios se hayan destrabado en el 2022. “Que suba un 26% la venta de campos es un disparate. No tengo dudas que ese factor (la salida de la pandemia) es la principal influencia”, dijo.
No obstante esto, el operador remarcó que hubo muchos negocios en el este y noreste del país relacionados con forestación, recordando que ocurrieron varias operaciones de volumen el año pasado.
“La forestación es un sector que tiene muchos fondos extranjeros y uruguayos que cumplen con sus objetivos y en determinados años terminan vendiendo. También se venden campos para forestar que nunca tuvieron forestación y la zona donde más se actuó es el noreste. En el litoral actuaron fuerte los dos fideicomisos que representan a las Afaps uruguayas y en 2022 tuvieron otros tramos para invertir, algo así 70 80 millones cada uno, y se hicieron muchos negocios el año pasado. Todo esto influye en ese número final”, indicó.
