Santiago Scarlato no solo asumió recientemente la presidencia del Instituto Plan Agropecuario, sino que además fue convocado a liderar uno de los programas más ambiciosos de esta administración en materia ganadera: Procría. La iniciativa, impulsada por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), busca promover sistemas criadores más eficientes, mediante una asistencia técnica sistemática y sostenida en el tiempo.

"El desafío es llegar a mil productores en cinco años, y generar un impacto medible en los índices de producción, sin subsidios ni apoyos directos, sino con trabajo técnico sobre los recursos ya disponibles”, explicó Scarlato este domingo durante su participación en Hablemos de Agro, de Canal 10.

La propuesta retoma la experiencia de programas históricos como Pronadega, combinando visitas técnicas mensuales a cada establecimiento con instancias grupales de intercambio. “No se trata de aplicar recetas ni repartir tecnología. Se trata de sentarse con cada productor, entender sus objetivos y ayudarlo a planificar decisiones estratégicas con los recursos que ya tiene”, señaló Scarlato, quien reside en Minas y trabaja desde hace años con un grupo de productores de la zona.

El programa tiene como público objetivo a productores familiares y medianos, con superficies de entre 100 y 1.250 hectáreas (Coneat 100), y abarcará tanto ganadería vacuna como ovina. “Se trata de reconocer la diversidad de los sistemas pastoriles y acompañar con asesoramiento práctico, no invasivo, para promover cambios que impacten en el resultado económico, sin elevar el riesgo productivo ni financiero”, sostuvo.

Uno de los puntos centrales de Procría es atacar la conocida “brecha tecnológica” en el sector ganadero, especialmente entre los criadores. “Hoy no nos falta tecnología. Lo que nos falta es capacidad de implementación, porque los sistemas pastoriles son complejos, el manejo del pasto es dinámico y cada decisión implica consecuencias. Saber qué hacer no es suficiente. Lo difícil es cuándo y cómo hacerlo, y ahí entra el técnico como aliado”, explicó el presidente del Plan.

El programa también busca cambiar la lógica de asistencia a través de la contratación de entre 90 y 100 técnicos, quienes trabajarán con grupos de productores en diferentes regiones. Se priorizará a quienes ya tengan experiencia previa en extensión y a quienes trabajen actualmente con grupos o productores individuales, siempre y cuando pasen por una etapa de capacitación y nivelación inicial.

“Vamos a construir una red de apoyo, donde los técnicos del Plan Agropecuario y del Ministerio no solo coordinen, sino que acompañen, capaciten y auditen a los técnicos privados”, subrayó.

Procría contará con un presupuesto estimado en 4 millones de dólares por año, de los cuales el 85% estará destinado al pago de honorarios de técnicos. La financiación provendrá en parte de un crédito del Banco Mundial ya aprobado, y el resto será complementado con aportes del MGAP.

“Es una inversión que puede multiplicarse por tres o por cuatro en ingresos adicionales para los productores, si logramos mover el porcentaje de destete en 10 o 15 puntos y mejorar la eficiencia de los sistemas”, afirmó Scarlato.

Además, se prevé medir rigurosamente los resultados prediales: porcentaje de preñez, destete, ingresos por hectárea y eficiencia del uso de los recursos. “Vamos a rendir cuentas a la sociedad y al productor. Y queremos que, después de estos cinco años, una parte importante de los productores que hoy reciben asistencia gratuita quieran seguir contratando a sus técnicos, porque ven valor en ese trabajo”, remarcó.

El éxito de Procría dependerá, en buena medida, de la articulación entre las distintas instituciones del agro. “No puede ser que el Ministerio haga una cosa, el Plan otra, INIA por su cuenta, y la Facultad por otra vía. Este programa nace con la vocación de articular saberes y estructuras públicas, y sumar a las gremiales y organizaciones de productores desde el principio”, destacó Scarlato.

Ya está en marcha una coordinación con INIA, la Universidad de la República, las direcciones departamentales del MGAP y diversas gremiales. “Todos tienen algo para aportar, y todos deben sentirse parte del programa. Queremos construir algo que trascienda el gobierno y deje capacidad instalada para el futuro”, subrayó.

Consultado sobre las críticas que ha recibido el Plan Agropecuario —incluyendo la de un expresidente que lo consideró “prescindible”—, Scarlato fue enfático: “El Plan tiene un equipo técnico con experiencia, conocimiento territorial y vínculo con el productor como pocas instituciones. Si sacamos al Plan de la ecuación, no hay otro cuerpo técnico público capaz de ejecutar, auditar y sostener un programa de esta magnitud”.

A través del Procría, el Plan Agropecuario no solo reafirma su rol como brazo técnico del Estado para el desarrollo ganadero, sino que también apuesta a construir un nuevo modelo de intervención rural: uno basado en la confianza, el acompañamiento técnico y la valorización del conocimiento aplicado al campo.

El llamado a productores y técnicos se abrirá entre junio y julio. Luego se realizará una selección y capacitación inicial, con el objetivo de comenzar las actividades en predios a partir del segundo semestre de 2025. La convocatoria estará abierta tanto a productores que ya trabajan en grupo como a productores individuales, que serán agrupados por zona y asignados a un técnico de referencia.

“Este programa no es mágico ni inmediato, pero tiene un enorme potencial de transformación si logramos que productores, técnicos y Estado trabajen en la misma dirección”, concluyó Scarlato.