El grupo Marfrig Global Foods apunta a vender más hamburguesas y continuar marcando liderazgo en este segmento.
Marcos Molina comenzó a construir la segunda mayor empresa de proteínas animales de Brasil en Bataguassu, en el este de Mato Grosso do Sul, a principios de la década de 2000. La planta emblemática de Marfrig ganó un vecino. Al otro lado de una sencilla valla se encuentra la nueva y más moderna fábrica de hamburguesas de la empresa. La unidad, que recibió una inversión de alrededor de R$ 100 millones, fue inaugurada con celebración y se espera que agregue 24.000 toneladas a la capacidad total de producción de hamburguesas de la empresa, que ahora sumará 244.000 toneladas por año o cerca de 2,4 mil millones de unidades. Con la ampliación de su apuesta por las hamburguesas, Marfrig espera que la participación de los productos de valor agregado en sus ingresos en América del Sur – de R$ 7,1 mil millones solo en el segundo trimestre de este año – pase del 15% actual al 20% en los años, Rui Mendonça, director general responsable del área en la región, dijo a los periodistas durante una visita a la unidad. Desde 2018, la participación se ha triplicado. “La hamburguesa es el artículo cuya demanda más ha crecido en la restauración y el delivery en los últimos años. Los datos [de Ifood] muestran ventas de 45 millones de hamburguesas en el primer trimestre de este año. En retail y mayoreo la demanda creció 30% de 2019 a 2021”, dijo el ejecutivo. El aporte de Marfrig dio lugar a una unidad moderna, con al menos el 80% del proceso mecanizado. Con tecnología estadounidense y danesa, la planta está enfocada en ganar eficiencia y calidad, que transforma lotes de carne en hamburguesas en 40 minutos. Potencial. La planta abastecerá a los principales nombres del servicio de alimentos en Brasil. Los 100 empleados, que serán 150 cuando la fábrica esté en pleno funcionamiento, complementan el trabajo de trituradoras, transportadores, sensores y otros equipos automatizados. Una parte de los nuevos empleados hizo una inmersión en la planta de Várzea Grande (MT), que produce 6 mil toneladas de hamburguesas al año. Los demás ya están recibiendo capacitación en la nueva unidad. La compañía cree que la nueva empresa ayudará a generar varios otros empleos indirectos. La planta de hamburguesas nació como cliente de la “hermana mayor”. Aproximadamente el 25% de la carne que se produce en un lado de la cerca se convertirá en hamburguesas en el otro, lo que representará la mitad de la demanda de la nueva planta. La idea es atender sólo el servicio de alimentación, mientras que las demás plantas de Marfrig se dividirán entre este segmento, minorista y mayorista. Por ahora, las ventas de la producción de la nueva planta deberían estar restringidas al mercado interno. Sin embargo, al originar la materia prima de su propia industria, Marfrig facilita el camino para exportar en el futuro. “La unidad a la que le compramos carne debe estar en condiciones de exportar a un posible destino”, explicó Eduardo Puzziello, Director de Relación con Inversionistas. (Fuente: Abrafrigo).