
—Contame de tus inicios en el sector agropecuario. ¿Cómo te fuiste acercando a la producción?
—Soy la tercera de cinco hermanos. Me crié en Florida, pero siempre yendo al campo de mis abuelos en el departamento de San José, aprendiendo lo que eran las tareas del campo y empezando a querer y disfrutar esa vida. Luego mis padres, en conjunto con mis tíos se hicieron cargo de la administración, por lo que las idas se volvieronn aún más frecuentes. A mi padre siempre le gustó el tema de la genética, lo recuerdo como un estudioso de los pedigrees de los toros y las vacas pampas. Empecé acompañándolo a los remates, a las exposiciones, a recorrer pariciones y así fui aprendiendo a “mirar” a los animales con ojo crítico, desde mi lugar. Desde entonces me atrapó la raza Hereford.
—¿Decidiste irte a estudiar a Montevideo y sabías que ibas a volver a trabajar vinculada al rubro?
—Sí, desde ahí tuve claro que quería que fuera agronomía. Cuando me fui, papá me pidió que me encargue de los trámites en la ARU, así que poco a poco fui aprendiendo el oficio. Siempre recuerdo un día en que hubo que ir a vender toros a una feria en Zapicán y me mandó sola. Era una zafra complicada pero vendimos todo. ¡Misión cumplida! Por eso mi vínculo con la raza viene desde la cuna. Luego en facultad conocí también a mi esposo Federico. Nos casamos y decidimos irnos a vivir al campo, el mismo donde seguimos desde toda la vida. Tenemos 3 hijos: Salvador, Francisca y Alfonso, además de dos nietas: Sara Delmira.
—¿Se puede decir que comparten la pasión por el campo y por el Hereford?
—Sí, Fede también es un apasionado de la raza así que cuando por 1998 se nos dio la oportunidad de comprar unos vientres planteleros, con gran esfuerzo nos lanzamos. Ahí empezó Ganadera Inquieta, primero con un matrimonio amigo y hoy ya solos. Vendíamos los toros en el campo, luego empezamos a participar de las pruebas de Kiyú, exposiciones en el interior... Un día nos invitaron a participar del primer remate de Madres Superiores, nos entusiasmamos y preparamos los animales a bozal y acá estamos...
—¿Cómo se da tu llegada como directiva a la Sociedad de Criadores de Hereford?
—Mi llegada fue cuando “Nano” Alfonso generosamente me invita a que sea su vicepresidente en el 2021. Yo no tenía ni idea de cómo funcionaba esto, pero fui aprendiendo. Desde 2024, ya en la presidencia de Nicolás Shaw, venimos trabajando en un plan estratégico, por lo que muchos de los objetivos que me toca presidir van en concordancia con los proyectos que definimos, aunque obviamente cada uno con su impronta.
—¿Cuáles son esos objetivos?
—Algo clave para mí, es estar muy cerca de los socios, conocerlos, tenerlos mapeados y poder llegar hasta ellos directamente, escuchar sus inquietudes y generar actividades de campo donde podamos dar herramientas que les sean útiles en la toma de decisiones. Otro punto clave será trabajar en el posicionamiento de la marca Hereford, tanto en el sector productivo, resaltando los atributos de la raza, así como en la cadena cárnica, especialmente frente al consumidor final. Estamos por cumplir nada menos que 80 años como sociedad, son muchas décadas de liderazgo y de aporte genético a toda la ganadería, es esta raza la que llevó a posicionar nuestras carnes en la más alta consideración internacional y a nuestros queridos pampas como la imagen misma del Uruguay. ¿O hay algo que nos represente mejor que unos pampas sobre un verdeo de cualquier rincón de este país?
—Y avanzando también con la investigación...
—A su vez, en el 2026 se cumplen nada menos que los 50 años de “Los Toros de Kiyú”, son 50 años de la prueba de comportamiento pastoril. No sé si habrá otro caso en el mundo de una prueba objetiva con esta consistencia. Son muchos animales evaluados, muchas cabañas participando y muchos datos generados, siempre junto a INIA y para provecho de toda la ganadería nacional. La Central es una herramienta excepcional con la que contamos en la SCHU, lugar de visita ineludible de delegaciones nacionales y extranjeras vinculadas al rubro, y polo de investigación tecnológica que se derrama en beneficio de toda la cadena. La investigación es y seguirá siendo siempre de vital importancia para nosotros.
—¿Es especial para vos ser la primera mujer en presidir la raza?
—No es algo que señalaría como un mérito en sí mismo, pero entiendo que sí habla de apertura y de un cambio de paradigmas, en el que las mujeres hoy en día tenemos un papel protagónico en lugares donde antes era impensable llegar.
—¿Cómo ves la actualidad de la raza?
—La raza, tanto en esquemas puros como en cruzamientos, es una herramienta fundamental para cualquier tipo de sistema productivo. En la cría se comporta de manera eficiente y tenemos una vaca que además de ser tremendamente fértil es pesada, y todos los que miramos números sabemos de la importancia económica del peso de la vaca de invernar para un sistema criador. Pasamos por la fase de recría, y entre tantas cualidades me gustaría resaltar la mansedumbre: cualquiera que trabaje en ganadería, en tantos sistemas intensivos que hay hoy, tipo “Voisin” por ejemplo, no deja de ponderarnos esta característica del pampa, solo por nombrar una entre tantas. Y si seguimos en la cadena, te cuento que nos llegan permanentemente devoluciones muy positivas de los corrales de engorde, sobre todo por lo que es su eficiencia de conversión, característica presente en nuestros EPDs, y que además por su relación con la emisión de metano es cada vez más importante. Pero si vamos al producto final, tenemos un novillo con la indiscutible calidad de carne que aportan las razas británicas, pero que además es un novillo pesado, que al final del día es lo que la industria necesita y por lo tanto, claramente, paga más.
—¿Qué es lo más importante que ves hacia el futuro?
—Yo veo que la raza cumple cada vez más con aquel viejo eslogan de “todos los aspectos considerados”, y creo que además de ser una excelente opción por sí misma, deberíamos potenciar su aporte como raza cruzadora, algo que como país ganadero tenemos en el debe, ahí vemos claramente una tecnología de procesos y no de insumos como es el vigor híbrido, que en tiempos de números ajustados no tiene ningún sentido dejar pasar.

Nueva directiva, Rural del Prado y toros de Kiyú...
En pocos días comenzará una nueva edición de la Expo Rural Prado, actividad que nuclea lo mejor de la genética nacional y donde Hereford no puede estar ausente. “Tenemos un aumento de las cabañas participantes y es momento de afianzar lazos con nuestros socios y con las firmas sponsors que nos acompañan durante el año”, adelantó Perdomo sobre las diferentes actividades que se esperan del 5 al 14 de setiembre.
A su vez, pegado al término de esta gran actividad, comienza la zafra de reproductores en diferentes puntos del país, la que siempre tiene como punto de partida la venta de los toros de Kiyú. “El domingo 14 de setiembre nos esperan los “Toros de Kiyú”, abriendo lo que será una zafra intensa con remates en todo el país y para la que tenemos muy buenas expectativas: con pasto y estos precios, los toros estarán muy demandados”, sentenció.
Directiva. Además de la asunción de Lucía Perdomo como principal de la Sociedad de Criadores de la raza, asumieron los demás participantes de este nuevo período.
La directiva que acompañará a Perdomo estará integrada por el Ing. Agr. Nicolás Shaw Burci (vicepresidente), la T.A. María Giovanna Astore Galeandro (secretaria) y el Cr. Agustín Fernández Abella (tesorero).
Como vocales se desempeñarán el Dr. Agustín Álvarez Fernández, Dr. Santiago Bordaberry Herrán, Cr. Javier Aznárez Elorza, Sr. Luis I. Bordaberry Fontana y Lic. Fernando Alfonso Bordaberry. La nómina se completa con un equipo de suplentes y una comisión fiscal integrada por profesionales y productores de larga trayectoria en el sector.