Juan Salustiano Peirano, el Principal de Cabaña La Pacífica dijo que aún no resolvieron qué hacer con el ya histórico "Colibrí Matrero". “Estamos contentos. Que un caballo compita bien está buenísimo, pero que sea un buen padre es mucho mejor”, aseguró. Sobre la cabaña, dijo que “todos los días agradezco al mojón uno, Letizia que nos inició y nos puso en el caballo Criollo, porque es una pasión, una forma de vida, una trasmisión de cultura, una forma de educar impresionante”.
Hace muchos años, su madre, Letizia Vejo, comenzó con la cría de los caballos Criollos en La Pacífica. No sólo lo hizo con pasión, sino que pronto llegaría el éxito en las distintas pistas. Uno de los objetivos entonces fue subir a lo más alto del Freno de Oro, prueba que reúne lo más destacado de la raza: morfología y función. Esa combinación que en la cabaña se han puesto como objetivo y que hoy ven los frutos y reciben los elogios. Y lo lograron. Vaya que sí.
Ahora, en la reciente Exposición de la Ficcc, realizada en Buenos Aires, La Pacífica también tuvo una actuación estelar. No sólo por el ya histórico y mítico “Colibrí Matrero”, caballo récord de la raza en el mundo, sino también por su descendencia que recogió premios y elogios. Además se lucieron en las Paleteadas, tanto brasileñas como argentinas.
Todo esto se ha logrado con trabajo, dedicación y, especialmente, con mucha pasión, esa que ha sido el estímulo para recorrer este largo camino, desde el mojón uno que les marcó Letizia, hasta todos los que vendrán con las nuevas generaciones. “Esperame que estoy en las mangas con ganado, llego a la casa y hablamos”, fue la respuesta al llamado... Es que el trabajo vuelve a comenzar todos los días... Lo que sigue es lo sustancial de un diálogo distendido con Juan Salustiano, tras volver de Palermo.
-¿Qué les dejó la Ficcc 2023?
-Fue una Expo inolvidable para Uruguay porque siendo un país más chico que Argentina y Brasil, logró estar a la altura de estos dos gigantes demográficos y en la cría de caballos. Tanto en el fútbol, como en los Criollos Uruguay tiene esa particularidad, que uno no sabe de dónde sale esa fuerza, esa convicción, pero cuando llegan los momentos importantes, Uruguay lo hace de la mejor manera.
-Se vio una paridad de nivel con la región que refleja homogeneidad en la selección y en la cría…
-De un tiempo a esta parte, Uruguay se ha nivelado mucho respecto a Brasil, que en lo que es Freno de Oro lo teníamos como inalcanzables, por su profesionalismo, porque lo inventaron, por su avance. Uruguay tiene una corriente cultural muy fuerte con Brasil y acompañó el proceso del Freno de Oro desde la época de Martirena (Osorio), Esteban Uriarte, Carlos Zaffaroni, Roberto Mailhos, Máspoli, siempre fue muy afín a esta prueba porque el norte uruguayo y el sur de Brasil es como un solo país. Entonces, siempre se siguió de cerca, hubo avances, pero Brasil estaba como un paso adelante. De un tiempo a esta parte, Uruguay ha trabajado bien, se notó en los últimos Frenos con la yegua de Campiotti siendo Bronce y Alpaca, con las de Green Belt siendo Bronce también, con algunos caballos de La Pacífica también subiendo al podio, entonces se ha notado como que se ha llegado a lugares donde antes era impensado. En este Freno Ficcc se notó también, porque la delegación uruguaya fue muy competitiva respecto a Brasil y estuvo muy cerca. O sea que, a ese podio que parecía inalcanzable, con el tiempo, trabajo, esfuerzo, se ha logrado subir.
-¿Cómo fue la decisión previa de llevar o no a un caballo histórico como el Colibrí Matrero?
-Fue una decisión muy conversada por todo el equipo, tanto Gabriel (Marty), Letizia (Vejo), como Joaquín Otegui que nos ayuda mucho en la cabaña. Hubo momentos que sí iba, otros que no. Entre tanto, el caballo se empezó a entrenar el 5 de enero, porque queríamos saber cómo estaba técnicamente. Los primeros resultados fueron que no corría, pero igual lo anotamos. La verdad es que después de intercambiar ideas, resolvimos que el caballo no iba a ir a la Ficcc por los premios, porque ya tuvo la suerte de tener un Oro Ficcc, un Bronce y tres Freno de Oro seguidos en Esteio, y sí iba a estar por la gloria, para representar Uruguay. Y ese fue el motor más importante que nos resolvió. Es un caballo increíble y se merecía una Ficcc como la que hizo. Donde ese magnetismo que tiene con la tribuna se hizo presente.
-Y no fue Oro por 8 centésimas…
-La decisión si es Oro o no, es como uno se siente ante determinadas circunstancias, esto es muy fino. La prueba estuvo muy bien jurada, pero las instancias con vacas tienen circunstancias, uno no puede en un resultado poner todo el ideal de un animal. Es como pedirle a Roger Federer que no pierda ni un Gran Slam en su historia por ser el mejor del mundo. O pedirle a Messi que gane todos los Mundiales, sería utópico. Bueno, pedirle a Matrero que gane todos los Oro también lo es. Sí es interesante que cada vez que se presenta compite en gran nivel, muestra un ángel, un magnetismo con la tribuna impresionante y cada vez que se presenta en la pista nos llena el alma a los que somos caballistas en cuanto a sus movimientos y actitudes en la prueba.
-Lástima esa prueba de andares…
-Andares es una circunstancia. La pista en Palermo es techada, con luces, y el Matrero es un caballo que, por su temperamento explosivo, es muy sensible al entorno. Pero por suerte no necesita los andares para ser competitivo. Nadie que le gusten los caballos en movimiento fue a Palermo a ver los andares del Matrero. Lo que fuimos a ver lo vimos y estamos agradecidos por ello.
-¿Qué reflexión le merece que la descendencia del Matrero ya se esté destacando en las pistas?
-Como padre en La Pacífica viene dando muy bien. Nuestra idea era mostrar algún hijo en una pista tan competitiva, en una carrera contra el tiempo. Porque también se han vendido muchos servicios y la gente lo ha usado en los tres países y queríamos tener alguna hija competitiva. Por suerte, esta Ficcc nos regaló un Freno de Plata con una hija de él (Pacífica Lasqueada), que está en su primera temporada y viene siguiendo los pasos de su padre, lo que nos llena de orgullo y de alegría. Y como cabañeros, como caballistas, si bien competimos porque es importante ese momento para mostrar lo que criamos, lo más importante es justamente la crianza, las combinaciones y la doma, que es por lo que nos movemos todos los días. Y eso, con la Pacífica Lasqueada se mostró. También con otra hija del Matrero, la Pacífica Posadeña que venía peleando el Bronce y lo perdió en la corrida de vacas, pero fue muy buena también su participación.
-Y lo ratificó con un hijo destacándose en la Morfología...
-Sí, con el Cupertino Corazón. No es poca cosa, nuestra selección está apuntada a la funcionalidad. No entendemos el caballo si no es para ensillarlo y tiene que ser funcional al ensillarlo. Ese es el foco en la cría que marcó en su momento Letizia, que hoy seguimos trabajando con ella en ese sentido y estamos muy cómodos en ese aspecto.
-Nada menos que Cuarto en una categoría de Campeones…
-El jurado da una pauta de lo que le parece en el momento y uno puede ser ganador siendo Gran Campeón o siendo Cuarto Mejor. Nos sentimos muy contentos con el Cupertino que fue Incentivo en Uruguay, ganó en Otoño, en el Prado y se terminó de validar en la Ficcc ganándole a un Tercer Macho de Palermo en Morfología y salió atrás del Reservado Gran Campeón de Palermo del año pasado. Eso nos deja muy contentos.
-¿Qué va a pasar ahora con el Colibrí Matrero?
-No podría aventurar cuál es el futuro del caballo hoy. Los momentos después de las competencias son para hacer balances, sí que estamos muy contentos con su producción. Que un caballo compita bien está buenísimo, pero que sea un buen padre es mucho mejor, porque va a dejar una descendencia buena y cumple con el objetivo que tenemos como criadores. Eso nos entusiasma a seguir trabajando. Habiendo entregado un Freno de Oro por 8 centésimas y que una hija suya haya sido Freno de Plata, es una buena oportunidad para el retiro. Aún no lo hablamos con Gabriel, pero ya hizo más de lo que nos imaginábamos algún día.
-También les fue bien en las competencias de Paleteadas.
-Sí, en las Paleteadas Brasileñas, el equipo de La Pacífica salió en tercer lugar, veníamos con una yunta uruguaya compitiendo muy bien para el segundo puesto, pero por bienestar animal, salimos de la competencia en la última vaca. Quedamos terceros, con Baltasar (mi hijo), y quintos con otra yunta, junto con mi hermana Elisa, mostrando nuevamente eso de la familia toda integrada en los Criollos. Pero en general Uruguay se mostró muy competitivo en esta prueba de Paleteadas Brasileñas con varias yuntas destacadas.
-Y terceros en el Rodeo Ficcc.
-Correcto. Con mi otro hijo, Manuel, subimos al podio en las Paleteadas Argentinas. El competir con mis hijos demuestra que en La Pacífica esto es una pasión compartida con toda la familia. Una causa común y pasión que se comparte en familia, también con los amigos, allegados y colaboradores.
-¿Qué hay para delante ahora en La Pacífica?
-Queda mucho trabajo. Estamos contentos con lo que pasó, pero ya estamos seleccionando yeguas para la próxima Ficcc. Nos gusta mucho el camino de ida. Las pistas terminan siendo la llegada, pero disfrutamos mucho el camino.
-Un camino que tiene el mojón uno en su madre, Letizia…
-Exactamente. En ese camino que va desde el mojón uno, que es Letizia. Y todos los días agradezco a ese mojón uno que nos inició y nos puso en el caballo Criollo y hoy agradezco enormemente por los futuros mojones, gente que se va incorporando, va siendo parte y sigue con todo esto que es una pasión, una forma de vida, una transmisión de cultura, una forma de educar impresionante.