El 2023 fue un año complicado para el sector agropecuario como consecuencia de una de las sequías más grandes de las que se tenga registro.
A su vez, para el sector agrícola, venía como zafra sucesora de una de las mejores en rendimientos de la historia de Uruguay como fue la de 2022. Esto también acompañaba una tendencia favorable en precios y producción desde la salida de los principales “coletazos” de la pandemia a nivel internacional.
Esto, sin dudas, afectó la dinámica de inversión. Y si hablamos de inversión en el sector agropecuario, la adquisición de maquinaria, ya sea nueva o usada, juega un rol preponderante.
De todos modos, según confirmaron fuentes de distintas empresas dedicadas a la venta de maquinaria en el país, se puede decir que la caída en venta de equipos fue menor a lo que podía esperarse.
La merma en la comercialización osciló entre un 25% y un 30%, especialmente con los indicadores de los tractores.
“Hay que tener en cuenta que veníamos de un 2022 excepcional, por lo que se podría decir que tomando en cuenta eso y las condiciones del 2023 la caída podría haber sido mucho peor”, dijo Fermín Laffitte, principal de Pertilco.
“Los tractores tienen mucho que ver también con el valor de la carne”, sostuvo Laffitte, señalando que la merma en la venta de estos equipos, especialmente aquellos de 100 a 120 caballos, tiene mucho que ver con los indicadores de venta de hacienda gorda en el país y la tonelada de carne exportada que, como bien se sabe, no atravesó ni por asomo su mejor momento por un considerable período de tiempo de 2023.
Por su parte la agricultura, responsable de la compra de la mayoría de los equipos grandes, como las cosechadoras, tuvo una zafra para el olvido con la soja y el maíz muy golpeados por el déficit hídrico.
EXPECTATIVAS. El 2024 se presenta como un año que tiene un panorama optimista.
“Tuvimos una buena zafra de cultivos de invierno al cierre de 2023, el arroz atraviesa un buen momento y los cultivos de verano parecen venir con muy buen potencial, si bien hay algunas siembras tardías o irregulares”, agregó Laffitte.
En este sentido, la mejora esperada para contrarrestar la caída de 2023 podría ser de un 15% por encima en los indicadores de venta de equipos.
Sobre el tipo de cam bio, Laffitte dijo que sin dudas tuvo un papel preponderante.
“La caída de rentabilidad fue importante asociada al dólar, golpeando el margen”, sostuvo, agregando que fue un año “mejor de lo pensado en ventas pero peor en resultados”.
DINÁMICA. Después de algunos pedidos que se atrasaron por la pandemia y algunos meses posteriores de normalización, se podría decir que el mercado ya funciona en sus parámetros habituales, exceptuando algunos equipos puntuales de mayor porte.
La venta de repuestos en 2023 fue similar a la de la zafra anterior, y es importante destacar que los proyectos de inversión han dado un espaldarazo grande a las ventas.
