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Maíz y sorgo complementan a la soja en las rotaciones de verano

Si bien la sequía afectó los rendimientos, el tándem de cultivos se afirma

CULTIVO DE  MAIZ
Cultivo de maíz.
EDDIE SEAL - BLOOMBERG NEWS/BLOOMBERG NEWS

No es novedad descubrir que los rendimientos de cultivos para grano dejaron mucho que desear este verano, como consecuencia de la ausencia casi total de lluvias en las diferentes partes del territorio. Pero tampoco es novedad decir que el maíz y el sorgo complementan a la soja en las rotaciones de verano aunque con funciones diferentes, ya que el de los primeros dos cultivos tiene como destino fundamentalmente el alimento del ganado, por lo que no solo la sinergia se da en el beneficio del suelo sino en su propio destino también.

Este aspecto ha sido particularmente visible en un año como este, donde las chacras rindieron poco y las pasturas se vieron extremadamente exigidas. ¿Por qué? Porque si bien el negocio no fue el óptimo, en las plantaciones de maíz se pudo hacer silo, cosechar antes y tener al menos algo de alimento para los animales. Ese tipo de mecanismos, en muchos casos, permitió al menos cubrir los costos. No pasó eso en las chacras de soja, y allí ya tenemos que empezar a ver si cubrían los seguros o no.

El uso del maíz en las rotaciones se está dando de forma creciente. Se estima que la última zafra hubo algo más de 140.000 hectáreas de la gramínea, cuando en definitiva podrían superarse con comodidad las 200.000 hectáreas. Los avances genéticos, la sinergia con la ganadería y los corrales y su precio en el mercado permitieron que cada vez más productores se animen a plantarlo.

Para esta campaña, es difícil decir con exactitud qué área se sembró, cuanto de ello se pudo cosechar y especialmente manejar promedios de rendimiento. En zonas del este del país, donde incluso antes ni siquiera se sembraba maíz, las lluvias permitieron rendimientos algo mejores que en las tradicionales chacras de la zona núcleo.

De todos modos, es válido recordar que los maíces de primera fueron perdidos casi en su totalidad, pero algunos de segunda, beneficiados por su amplia ventana de siembra y algo de suerte en cada campo con las precipitaciones, pudieron brindar otra performance.

Este cultivo es un gran receptor del riego, tema que ha estado sobre el tapete en el último tiempo. Aquellos maíces que reciben agua, con las nuevas tecnologías disponibles en el mercado, pueden haber superado las 14 o 15 toneladas por hectáreas. No obstante, es preciso diferenciar aquellas chacras con un manejo defensivo de las que no, siendo las primeras sembradas con una densidad baja que permite que en caso de inconvenientes climáticos extremos, si bien no toca los techos de rendimiento tampoco compromete su productividad como sí lo hacen las chacras que van a tope. Todo depende del campo, y la suerte con las lluvias, lógicamente.

Para cerrar, son cada vez más los productores que se vuelcan a sembrar maíz en campos que antes no eran considerados aptos, respaldándose en avances de la genética disponible así como cuestiones de manejo que se implementan.

SORGO

El sorgo se ha transformado en muchos sitios en un “sustituto” del maíz como alimento del ganado. En nuestro país, es difícil definir el área implantada porque no se cuentan en las estadísticas de DIEA el sorgo de uso propio.

El año pasado hubo bastantes problemas de pulgón amarillo. Por este motivo, sumado al avance del propio maíz y los anuncios de seca, se estima que la superficie de la última campaña puede haber descendido frente a la penúltima. No obstante, el control del propio pulgón, una zafra difícil en maíz y las expectativas de que el canal comercial con China cristalice, se espera que pueda volver a ajustar al alza.

Con números cerrados, evaluando la performance del maíz y a la espera de lo que suceda con la exportación de sorgo a China, se definirá la superficie de ambos en la zafra 2023/24. Lo que es un hecho, es que en las rotaciones de verano para productores ganaderos que se generan su propia comida, el maíz y el sorgo son una opción muy firme que vino para quedarse.

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