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Diego Guigou: "La agricultura en Uruguay tiene recambio generacional"

El productor agrícola e integrante de la Agropecuaria de Dolores dijo que la agricultura nacional pasa por un buen momento, que a la colza hay que evaluarla también por sus beneficios en la soja o en el cultivo de invierno posterior, y que en el caso de su empresa cierran el rendimiento promedio de trigo más alto de su historia con 5.500 kilos. Guigou sostuvo que a los seguros de rendimiento hay que evaluarlos como algo estructural y no pensar que se pierde dinero en años buenos, porque en los malos “limitan la caída”. Para cerrar, puso énfasis en el proyecto de encalado, que permitiría incrementar los rendimientos pero también alcanzar productividades altas usando menos insumos.

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—¿Cómo estás viendo la actualidad del sector agrícola nacional?

—Pienso que el sector agrícola está viviendo un recambio generacional. Que haya gente joven en el rubro es característico, pero no vemos solo agrónomos que se reciben y vienen entusiasmados, sino también recambio en los productores y pienso que puede ser muy beneficioso en este momento, porque están habiendo muchos cambios en la forma en la que producimos. Todos los días aparecen conceptos nuevos como la inteligencia artificial, en la agricultura por ambiente que ya está prácticamente adoptada, y eso lleva a trabajar con tablets, con computadoras, cargar precisiones, hacer análisis post mórtem de los cultivos y todo eso se da en una agricultura que aprende año a año con rotaciones saludables. Por suerte está sobre la mesa también el tema de los seguros de rendimiento, que ponen un piso cuando los años vienen duros. Veo instalada la rotación con los cultivos de invierno, y ese tándem con el cultivo de verano potencia mucho a la agricultura de Uruguay. Estamos pasando un buen momento.

- Ha sido un tema muy en agenda, ¿existe entonces el recambio generacional?

- La agricultura en Uruguay tiene recambio generacional porque da muchas oportunidades. Una cosa es el que tiene la suerte de participar en una empresa familiar, o dirigir un establecimiento rural en campos de la familia, pero yo veo mucho más que eso. A título personal, en mi barra de amigos, que somos todos de Dolores, la mayoría terminaron trabajando en el campo o para el campo, aunque no fueran todos del “palo” inicialmente. Uno encuentra oportunidades de ser contratista y brindar servicios, el otro de tener una automotora muy relacionada al agro y buscando vincularse con el sector agrícola, otro con una empresa vial y todos dan servicios al agro. La agricultura, que es el rubro que más me gusta, tiene mucho de eso, pero también la ganadería que ha empezado a integrarse cada vez más fuerte en las empresas de la zona. Quizás más en el modo de corral, pero genera muchas oportunidades porque al agregarse tanto valor a la producción, requiere de más servicios, precisa gente capacitada, precisa usar tecnología, entonces se abren las oportunidades en los distintos eslabones de la cadena productiva.

- ¿Cómo va cerrando la cosecha de cultivos de invierno?

- Si cuando estábamos sembrando veíamos que íbamos a tener estos rendimientos, sembraríamos mucho más contentos, porque la realidad es que estábamos asustados con que hubieran muchas lluvias en el invierno. El Niño llegó fuerte ahora, pero se demoró, y eso generó que podamos captar todos los beneficios del verano seco con los nutrientes en suelos muy sueltos y preparados. Productivamente, más allá de algunos temas que tuvimos, particularmente con la cebada o la implantación de colza con algún problema sanitario, cerramos un año bueno. Por ahí los valores de los granos cayeron un poco al final y los números no lucen de la misma manera, pero yo creo que el invierno aporta a las rotaciones y ayuda a pagar la renta, teniendo un montón de características positivas que potencian los sistemas en general

-Se espera un crecimiento en área de maíz de primera y segunda. ¿Cómo ves este cultivo?

- En nuestra empresa el maíz es el cultivo que en los últimos años tuvo más crecimiento en kilos por hectárea, por tanto en productividad. Nos encanta porque si bien deja mucho rastrojo y es lindo de cosechar, permite diversificar. Realmente se le viene agarrando mucho la mano. Es cierto que se ha perdido un poco de maíz de primera en estos años secos, porque el período reproductivo se da en diciembre o enero y fueron muy erráticos los rendimientos. En las zonas de riego se está creciendo cada vez más, alcanzando productividades muy buenas en maíces que decimos que van al medio, entre primera y segunda, más bien con fecha de octubre. Ya nos animamos a hablar y poner tecnología para 6.000 o 6.500 kilos, y eso no pasaba algunos años atrás. Tiene mucho para seguir creciendo, si bien hay algunos desafíos. Cuando plantamos el maíz de segunda tenemos el tema de la cosecha de grano húmedo y la alimentación animal, que genera algún cuello de botella con una presión de cosecha fuerte. También creo que con los híbridos más cortos que puedan salir secos y entrar a mercados que el húmedo no entra, habrán más oportunidades.

-¿Cómo viene la siembra de soja?

- En la zona de Dolores veníamos muy bien. Puede haber algún tema de resiembras por la lluvia en las últimas chacras, pero no parece algo significativo. Por ahí más al norte, en Paysandú, o la semana pasada que estuve en Caraguatá, sí hay magnitudes de resiembra más grandes porque los milimetrajes fueron mayores. Ahí tenemos que decidir hasta dónde tenemos potencial por rendimientos, y hasta qué momento sembrar algo de soja o pasar a maíz, que todavía está en una fecha de salir bien. Ha sido una zafra con ventanas cortas de cosecha y siembra y eso ha hecho que todo vaya más atrasado de lo que nos gustaría. Pero bueno, también hemos tenido años de siembra tardía con productividades muy buenas, así que tampoco es que esto nos deje fuera de campeonato.

-¿Cómo ves el tema del avance en riego y viabilidad de los seguros agrícolas?

-El riego está impulsado por los proyectos de inversión, y las empresas que pudieron lo implementaron con éxito, pero ahora se están revisando las fuentes de agua, que están limitadas. En los seguros de rendimiento no estamos viendo ese crecimiento, e incluso en un año como este los productores lo ven como algo caro. Desde la Agropecuaria de Dolores estamos trabajando en eso y entendemos que tiene que ser estructural. Nos desvela poder lograr coberturas viables para todos los productores y crecer en el área asegurada. Porque cuando pasan catástrofes como la de este verano, el productor queda con la caja vacía y esto trae fletes que no se hacen, cubiertas que no se arreglan, en fin... Queda mucho desarrollo por el camino. Particularmente en la empresa lo usamos como algo estructural, y cuando te va bien, no lo vemos como dinero que se tiró, porque en años como el que pasó, limitan la caída. Y el otro tema es el encalado. El maíz, el trigo y la cebada van creciendo en producción y tienen que acompañarse con fuentes nitrogenadas como la urea, que al disolverse liberan hidrógenos que acidifican el suelo. Eso se corrige con el encalado, usando un producto nacional. Desarrollar esto y solucionarlo no solo aumenta la productividad, sino que hace que seguramente necesitemos menos insumos para obtener altas productividades.

Atardecer agrícola en Soriano
Atardecer agrícola en Soriano
Diego Guigou

La empresa cerró el rendimiento promedio en trigo más alto de su historia

—En un año complejo, ¿cómo ven a la colza?

Nosotros la venimos probando desde 2011, y hemos ido mejorando las productividades, no tanto en picos de chacra sino levantando promedios. Eso quiere decir que hacemos a todas las chacras un poco mejores, y la genética colabora. Más allá de eso, al planificar debemos hacer un Excel y ver a qué resultado podemos llegar. Con estos valores, el punto de equilibrio queda alto, pero no podemos olvidar que el año pasado fue de los cultivos con mejores márgenes. Nos gusta ver la colza en la rotación por cómo potencia la soja, con un incremento en el cultivo siguiente del 8% frente a las que hacemos sobre cebadas. Pero además nos dimos cuenta de que potencia mucho el cultivo de invierno siguiente, entonces por ahí es bueno hacer un trigo o una cebada en un campo que pasó de colza a soja. Te da un plus de un 10% en incremento. Hay que mirar el conjunto. Y lo otro es la posibilidad de diversificar los movimientos: a la colza la sembramos y cosechamos un poco antes. Eso le da movimiento a las plantas, a los camiones, vamos liberando chacras...

—¿Cómo anduvieron trigo y cebada?

--En la cebada fue donde tuvimos mayores inconvenientes. Arrancamos con problemas de calibre y después tuvimos algún tema de proteína. Fertilizamos para 6.000 kilos y no los obtuvimos. Venía marcando muy buenos rendimientos los años anteriores, pero en este el tema sanitario fue más complejo, con algún tema de mancha en red. Por ahí no fue un año tan bueno como sí lo fue para el trigo, que pienso que va a cerrar con un promedio histórico, y si no es el más alto, va a quedar ahí arriba. Nosotros, con 5.500 kilos estamos cerrando nuestro rendimiento promedio más alto. Creo que el trigo se benefició del verano muy seco que pasamos porque capitalizó todo el nitrógeno disponible, pero quiero decir también que los productores uruguayos están acostumbrados a sacar rindes altos en este cultivo. A todos nos encanta cosechar trigo.

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