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Criadores de ovinos no aflojan y van por más...

Comienza una nueva zafra de un rubro que ha mostrado estabilidad y sigue apostando al futuro

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Está comenzando una nueva zafra de venta de reproductores en el país. Empieza el futuro del rubro ovino, pues en estos próximos días los criadores volverán a apostar, una vez más, por la lana, por la carne y como siempre, lo harán con mucha pasión...

Los criadores de ovinos no aflojan. Con años mejores o peores, son tenaces, pasionales, vocacionales y defienden su producción ante todas las adversidades. Es que, sin dudas, de todos los rubros del sector agropecuario pocas cosas despiertan más pasión en sus criadores como lo hacen los ovinos. Es más que una simple explotación comercial, es algo que se transmite de generación en generación. Es una cultura que hasta llegó a ser llamada en algún momento como “una religión”, cosa que toman hasta con orgullo.

Por eso, todo lo que pasará en estos días es relevante, porque a pesar de los vaivenes de los mercados y los cambios de las modas y costumbres, el rubro ovino con sus dos grandes producciones: la carne y la lana, sigue adelante con fuerte incidencia en todo el país.

Porque, además, en tiempos complicados de padecimiento por falta de agua en muchas zonas, es un rubro con enorme contenido “social”, pues genera toda una cultura en su entorno que no sólo requiere mano de obra calificada, sino que arraiga a la gente en el campo.

El momento.

En el anuario de Opypa, se establece que el 2022 fue un año muy particular para el rubro ovino. El análisis de Antonella Riani establece que, si bien gran parte del mundo recobró la “normalidad” luego de la pandemia, China, principal destino de las exportaciones de lana y carne, decretó el confinamiento por largos periodos a gran parte de su población. (política de “Covid-Cero”), lo que impactó negativamente a las exportaciones uruguayas del rubro. También la especialista incluye la invasión de Rusia a Ucrania, el crecimiento de tasas de interés, la volatilidad de monedas, dificultades logísticas, factores que afectaron las exportaciones tanto de lana como de carne ovina.

Respecto a los valores de la lana, tanto a nivel local como en Australia, el informe de Opypa marca que se mantuvieron por debajo de los alcanzados en 2021, manteniéndose la brecha de precios entre micronajes, con notoria preferencia por las lanas más finas, frente a las lanas medias y gruesas. Y respecto al mercado de carne ovina, el informe de la oficina dependiente del MGAP analizó que, tras ese fantástico primer semestre de 2022, con valores históricamente altos, el contexto internacional y la escasez de precipitaciones provocaron un ajuste de precios a la baja. De todas formas, según Opypa, más allá de la coyuntura, “las expectativas a largo plazo siguen siendo positivas”.

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Fuente: Secretariado Uruguayo de la Lana SUL.
José Maria

El stock.

Y las expectativas vienen de la mano de la estabilidad. Es que, si se toma en cuenta la Declaración Jurada a junio del año 2022, las existencias de ovinos se registra una leve caída en el stock de 0,9% en el total, siendo la categoría capones los de mayor ajuste a la baja, (-14%), pero, por el contrario, los corderos tuvieron un aumento del 9%. Según el trabajo de Riani (Responsable de Mercados en el Secretariado Uruguayo de la Lana), el stock se vio favorecido por buenas condiciones climáticas para el ovino en las principales zonas ovejeras del país, ya que fue un año con escasez de precipitaciones. Esto, que complica tanto a otras producciones, redujo la incidencia de parasitosis y permitió lograr buenas tasas de señalada. De allí que el stock mantuvo la estabilidad que viene mostrando en los últimos 7 años, a pesar de los altos niveles de faena. En el 2022 son 6.132.563 los ovinos en el país. Cifra que si bien está lejos si se mira históricamente, se mantiene constante en el último lustro.

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Fuente: Secretariado Uruguayo de la Lana SUL.
José Maria

La lana.

En cuanto a la producción de lana, las estimaciones del Secretariado Uruguayo de la Lana, en la zafra 2021/22, incluyendo lana de cueros, creció un 3%, totalizando 25.550 toneladas de lana vellón en base sucia.

Según datos de la plataforma tecnológica con tecnología aplicada a la mejora de la competitividad de la cadena ovina, SIRO (Sistema Integral del Rubro Ovino), fueron 13.836.850 kilos de lana cosechados, con una variación interanual del 20%). La misma herramienta establece que en Salto fue donde se cosecharon más kilos (30% del total), y le siguen Artigas (21%) y Paysandú (17%).

Fueron 121 las empresas de esquila habilitadas para acondicionamiento con grifa verde.

En lo que tiene que ver con el comercio internacional, de acuerdo con datos de Aduanas, a diciembre de 2022, las exportaciones de lana y subproductos generaron ingresos por US$ 161.494.432, lo que representa un ajuste de 7,7% frente al año anterior. Se apreció un aumento del 10,7% en la exportación de Tops, que significaron el 58,1% de los negocios.

Un tema que se comprueba, es que, de los ingresos totales, 53,34% correspondió a exportación de lana peinada, 28,01% lana lavada y 18,65% a lana sucia.

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Fuente: Secretariado Uruguayo de la Lana SUL.
José Maria

La carne.

La faena anual en 2022, según datos de INAC, correspondió a 1.335.576 cabezas, con ajuste del 2,5% respecto al año anterior, cuando se registró una faena récord de ovinos.

La principal categoría faenada fueron los corderos (779.964 cabezas), que tuvieron un precio promedio de US$ 4,19 (cordero pesado), con un incremento de valor del 5,3% frente al 2021. Respecto a la exportación, el valor promedio de la tonelada de carne ovina se ubicó en US$ 4.987, con un ajuste a la baja del 3,8%, siendo China el principal mercado (48%) y luego Brasil (21%).

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Fuente: Secretariado Uruguayo de la Lana SUL.
José Maria

La zafra.

En base a los indicadores, que reflejan un buen momento del rubro, se proyecta optimismo para la zafra de venta de reproductores que comienza en estos días. La sequía que tanto complicó a los productores uruguayos en estas horas, fue beneficiosa para la preparación de las majadas y las bienvenidas lluvias serán también fundamentales para la generación de forraje para su terminación.

Entre los criadores existe optimismo y confianza por lo que vendrá. Es que, además de lana y carne, producen y transmiten pasión por los ovinos. Y no aflojan... Claro que no...

Pablo D. Mestre es editor de Rurales. Ingresó a EL PAÍS en el año 1981. Primero desempeñó tareas en el Departamento de Corrección y luego, desde el año 1992, pasó a integrar la Sección Rurales donde fue periodista, productor comercial y hoy se desempeña como Editor. Además, fue fundador y Director de La Vanguardia Melense, trisemanario que se publicó en el departamento de Cerro Largo durante una década. Es también socio director de Mesol Comunicaciones, empresa que lleva adelante, en sociedad con el diario, el Portal Rurales El País y diversas actividades en el sector agropecuario. Es también codirector del programa #HablemosdeAgro que se emite los domingos en Canal 10.

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