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La carne es indispensable en la dieta sostiene la comunidad científica

Nuevos estudios en el mundo defienden el producto. La producción natural de Uruguay y las certificaciones tranquilizan a consumidores

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La carne es el alimento más completo y es indispensable, porque entre otros componentes, el hierro es esencial para el crecimiento, el neurodesarrollo y el sistema inmune, remarcan los científicos en base a investigaciones objetivas.
Nuevos estudios en Uruguay mostraron que la deficiencia de hierro en el niño tiene efectos directos comprobados sobre la incidencia de anemia en la infancia y el desarrollo infantil. Esos estudios realizados por el equipo multidisciplinario de médicos, neonatólogos, obstetras, laboratoristas y nutricionistas del Centro Hospitalario Pereira Rossell, demostraron que el déficit de hierro está asociado con un menor consumo de carne durante el embarazo.

Uruguay produce unas 578 mil toneladas de carne bovina y es el sexto exportador mundial con unas 407 mil toneladas. Entre 70% y 75% de la producción se exporta a más de 150 mercados, incluidos los de alto valor (China, Japón, Corea del Sur, Estados Unidos y Unión Europea, entre otros) y el resto se destina a consumo interno.

Esta semana, el Comité Científico de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Asean) del gobierno de España presentó una nueva investigación defendiendo la carne, en medio de las preocupaciones europeas por la sustentabilidad y el cuidado del medio ambiente. Esa desesperación incluso impulsa algunas barreras ambientales.

La Asean aconsejó incluir carne en la dieta porque contiene las principales fuentes de proteínas de alto valor biológico, que a la vez, son fácilmente asimilables por el organismo.

Ventaja.

Uruguay va por el camino productivo correcto y está preparado para transformar en ventajas algunas amenazas. El sistema productivo uruguayo tiene otra ventaja, está prohibido por ley el uso de hormonas y anabólicos en el engorde de ganado, se produce con base pastoril, en algunos casos incorporando los granos distintas fases del engorde o terminación de la hacienda, pero siempre respetando el bienestar animal y el medio ambiente.

“Con más de 2300 investigadores de más de 75 países, las señales del Congreso Europeo de Producción Animal fueron claras”, sostuvo el investigador uruguayo Fabio Montossi, Director del Programa Nacional de Carne y Lana de INIA. La Unión Europea esta jugada a “una producción amigable con el medio ambiente donde la reducción emisiones de gases de efecto invernadero, de aplicación de fertilizantes sintéticos y agroquímicos son la prioridad de la agenda. También están los temas de una producción ética. Sin embargo, este modelo podría llevar a una reducción de la productividad e ingreso de los productores, e inclusive un aumento de precios a los consumidores y de aumento de importaciones”, dijo Montossi que está participando del congreso. “Estas decisiones políticas la debemos seguir de cerca, los investigadores, los productores, toda la cadena cárnicas, y nuestros gobiernos en América del Sur. Esto tendrá implicancias importantes en la competividad de nuestros sistemas productivos y las cadenas agroindustriales, o sea toda la sociedad. Debemos transformar amenazas en oportunidades. En la ciencia estamos haciendo los deberes para prepararnos”, afirmó.

¿Cómo nos ven?.

Uruguay es reconocido como uno de los mayores exportadores y consumidores de carne roja del mundo. Según la revista Meat Sciences, revista científica originaria de Países Bajos, basándose en un estudio del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), Uruguay produce hoy la mejor carne del mundo y está entre los cinco mayores consumidores mundiales de proteína animal, pero ocupa el primer puesto en el consumo de carne bovina.

El consumo promedio en el mundo de todo tipo de carnes alcanza los 34 kilos por persona al año y en Uruguay llegó en 2022 a 92,5 kg/hab/año, observándose un crecimiento de 1,3 kg/hab con respecto al año anterior. Desde el año 2018 se venía observando un descenso consecutivo de la demanda de carne, situación que se revierte en los años 2021 y 2022 (datos INAC). En la Unión Europea llegó a 91,2 kilos por habitante en 2021.

En el marco de un estudio realizado por investigadores del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria de Uruguay (INIA) y de Nueva Zelanda que fue financiado por INIA, que formó parte de un estudio global sobre tendencias y hábitos de consumo que impulsó la revista Meat Secience, Uruguay mostró la importancia de la carne en la dieta local. Los principales investigadores del mundo participaron de este estudio global, con base científica, que en caso de Uruguay abarcó 600 consumidores, en el marco de un trabajo de campo que realizó Equipos Consultores. Por Uruguay participaron Carolina E. Realini y Mustafa M. Farouk (investigadores de AgResearch - Nueva Zelanda), Gastón Ares y Lucía Antúnez (Facultad de Química), Gustavo Brito, Marcia del Campo, Fabio Montossi y Santiago Luzardo , (Programa Carne y Lana de INIA Tacuarembó), y Caroline Saunders (Lincoln University - Nueva Zelanda).

El estudio, que esta semana fue presentado en el Congreso de Producción Animal de la Unión Europea, mostró que “el 84% de los uruguayos tienen una dieta carnívora. El 10,5% de los consumidores siguen una dieta que no incluye carne de ningún tipo. De estos consumidores, el 8,2% siguen una dieta vegana, vegetariana, o pescetariana. A partir de los valores analizados en cuanto a la incidencia de los factores socio demográficos estudiados se pudo constatar que las mujeres, los más jóvenes (18-20 años) y los individuos con mayor educación (terciaria) son los más proclives a adoptar este tipo de dietas”.

Consumo.

También reveló que “existe una clara intención de la población respecto a no alterar su consumo de productos cárnicos (65%). Sin embargo, un 24% de los consumidores adultos de carne están dispuestos a reducir su consumo, particularmente mujeres y consumidores con mayor nivel de instrucción.

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Dentro de ese grupo, el 32%, 37%, 37%, 51%, 59%, y 68% de los participantes tienen intenciones de reducir el consumo de carne aviar, ovina, todos los tipos de carne, porcina, fiambres y embutidos y vacuna, respectivamente”.

Los consumidores que se categorizan como veganos, vegetarianos o pescetarianos solo representan el 8,2% de la población, sin embargo, esta proporción aumenta en mujeres, en los más jóvenes y personas con mayor nivel de instrucción. Las razones subyacentes asociadas a estas dietas están vinculadas a aspectos medio ambientales, de salud humana y de bienestar animal, según mostró el relevamiento.

También quedó claro que la cantidad de uruguayos dispuestos a reducir o aumentar su consumo de carne a futuro es similar. Las proteínas de origen vegetal y sintéticas aparecen como potenciales sustitutas a la carne, pero esta opción involucra a una menor proporción de la población que estaría proclive a incluir estas en su dieta, en particular los análogos sintéticos a la carne producidos en un laboratorio y/o fabrica.

Los sistemas de certificación -con mayor énfasis en los de procesos-, en particular la carne producida a pasto, que contemplen el cuidado del bienestar animal y el medio ambiente, y que sea trazada y tenga marca, aparecen cómo información valorada por los encuestados y una oportunidad para promocionar el consumo de carne en la población nacional. Esta información identifica públicos objetivos a priorizar en estrategias de promoción del consumo de carne, en especial mujeres, jóvenes y personas con mayor nivel de instrucción e ingreso. Se recomienda informar a la población sobre los beneficios de la carne en la salud humana como parte de una dieta balanceada. También hace falta educar al consumidor local sobre cómo se produce cuidando el ambiente, ganados y personas.

El próximo remate del consorcio será el primero del año 2026, el 21 de enero

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