El Gerente de Central Lanera Uruguaya (CLU), Diego Saavedra explicó a El País que la decisión de no recibir lotes mayores a 21 micras, pretende “evitar el ingreso de oportunistas al sistema, no es más que eso”. Aclarando la postura de la empresa dijo: “queremos evitar el ingreso de gente que no pudo colocar la lana en otro lado y viene a refugiarse o acordarse de la cooperativa y sus beneficios en este momento”.
Saavedra aclaró que la medida no tiene nada de particular. “Es una decisión que tomamos todos los años. Sobre fines de septiembre cerramos todas las inscripciones, porque en un sistema de precio promedio, justamente, lo que tenemos que evitar es la especulación”.
Agregó que como la CLU había cerrado la zafra anterior un poco más tarde, “postergamos el cierre y la decisión fue cerrar las inscripciones y dejar la puerta entre abierta para lotes de menos de 21 micras. Esto era una comunicación interna que se hizo pública porque alguien decidió hacerlo. Era para nuestras cooperativas socias y no explicamos esto porque las cooperativas ya saben que cerramos las inscripciones”, remarcó el gerente de la CLU.
El mercado mundial de lanas, especialmente en el segmento de lanas medias y gruesas, vive un contexto de inseguridad. Por un lado está la guerra entre Rusia y Ucrania, así como sus efectos sobre los países de la Unión Europea. Las lanas se asocian a segmentos de elite y la incertidumbre de no saber qué pasará frena la demanda. A su vez, China que es el gran importador de lanas lavadas, cardadas y penadas está confinada por su política de Covid19 cero, lo que retrae el consumo. De todos modos ha comprado lanas más finas. A todo eso se agregó que Estados Unidos está con problemas en su moneda.
Según aclaró Saavedra, en un año normal “hubiéramos cerrado totalmente las inscripciones, hoy las mantenemos semi abiertas para esos lotes más finos. A los remitentes habituales que tengan lotes inscriptos se les van a levantar”.
