Los importadores de carnes para el abasto están esperando la luz verde del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca para concretar negocios. La Resolución de la Dirección General de los Servicios Ganaderos podría ser publicada en los próximos días. “Sentimos que ahora sí está cerca la habilitación que propusimos los importadores para tener cortes más baratos”, dijo a El País Jorge López, Director de Abasto Santa Clara.
La entrada de esos cortes con hueso desde Brasil (falda y asado), siempre congelados y en cajas, porque la carne enfriada tiene menor duración, permitiría hoy volcarlos al abasto interno a entre 15% y 20% menos que el valor actual del mismo corte producido localmente, destacó López.
Según dijo el Director de Abasto Santa Clara, “el actual precio del dólar de Uruguay y los sondeos de valores realizados en los frigoríficos de Brasil, permitirían que esa baja de precio le llegue también al consumidor”.
Los importadores hoy ven un poco más difícil poder ingresar carne bovina con hueso enfriada por su vida útil y por las complicaciones que puede traer a nivel de Aduanas la operativa si no está bien aceitada. “Hay mucha oferta de carne bovina en Brasil y Paraguay”, reconoció López. La habilitación de importación desde Brasil regiría para Rio Grande do Sul, Santa Catarina, Paraná y Mato Grosso do Sul que son Estados libres de fiebre aftosa sin vacunación. Quedaron un peldaño por encima respecto a Uruguay.
Mientras tanto, el ingreso de carne bovina desosada y madurada, envasada al vacío para volcarla al abasto, sigue muy firme. “La importación viene muy bien pero no se puede traer más pulpas desosadas porque hay mucha oferta en el mercado local”, explicó el Director de Abasto Santa Clara.
Respecto al consumo, López dijo que “no aumenta”, por más que el precio de la carne con hueso uruguaya y el de las pulpas importadas “haya bajado hace poco”. Lo que continúa en ascenso es el consumo de cerdo y pollo, más allá de que este último producto haya subido $ 25 por kilo en los últimos días, debido al incremento en el precio de los granos y la mortandad provocada por la falta de gas.
Avances. Por otro lado, el Director General de los Servicios Ganaderos del MGAP, Dr. Diego De Freitas, confirmó a El País que junto con la División de Industria Animal se está trabajando en la resolución para habilitar el ingreso de carne con hueso de Brasil para el mercado interno.
Sería el paso previo para la importación de bovinos en pie con destino a faena inmediata en plantas dedicadas al mercado interno.
Los abastecedores uruguayos tienen interés en importar asados bovinos desde Rio Grande do Sul, donde se trabaja con razas de origen británico y el producto es muy similar al producido localmente.
“Sanitariamente no hay riesgo, porque ese Estado de Brasil -al igual que otros tres- está un peldaño por encima de Uruguay en su status sanitario (es libre de fiebre aftosa sin vacunación)”, detalló el jerarca del MGAP. Más de los aspectos sanitarios, la habilitación de la importación de carne bovina con hueso de Brasil para el mercado interno, pasa por una decisión que también es política.
Tiempo atrás, al abasto uruguayo ya estuvo entrando carne con hueso de Argentina para bajar el precio del producto. Tanto el vecino país como Uruguay están con el mismo status sanitario de libre de aftosa con vacunación. En cortes desosados está habilitado el ingreso desde Brasil, Paraguay y Argentina, siempre con destino al mercado interno.
Carniceros. Los carniceros también apoyan la importación de carne con hueso, porque consideran que dinamizaría el consumo interno.
“Creo que la importación de asados pegaría fuerte, porque pienso que este corte en el mercado interno está sobrevaluado. La demanda es muy alta, tiene picos de venta en algunos días especiales (como Fin de Año y Primero de Mayo) donde nunca alcanza”, explicó el secretario de la Unión Vendedores de Carne (UVC). Hebert Falero.
“La importación permitiría que el precio del asado se nivele más con la realidad”, agregó el empresario.
Para las carnicerías, el asado es un corte que tiene un rendimiento bajo. Rinde alrededor del 50% porque la manta no tiene una cantidad de carne pareja.
Tampoco hay un solo asado, en los comercios hay varias calidades, destacándose como los más comunes el asado de campo, el procedente de animales de feedlot y el que corresponde a bovinos criados para cumplir con la Cuota 481, la destinada a ganados jóvenes terminados a granos durante los últimos 100 días previos a la faena para la Unión Europea.
En una manta de asado hay cuatro o cinco kilos con buena cantidad de carne y otros 6 o 7 kilos que tienen un menor rendimiento. Es por eso que el carnicero tiene dos o tres precios de asado aunque venga de la misma manta de carne que le entregó el frigorífico.
El asado de feedlot tiene una buena terneza pero no rinde tanto para el carnicero porque tiene mucha grasa. Finalmente, el correspondiente a la Cuota 481, es de alta calidad, con menor grasa y la misma terneza que el procedente de ganados de feedlot.
Por otro lado, hay que aclarar que no todos los frigoríficos venden el asado en media res, también colocan en las carnicerías cortes especiales. De las 13 costillas que tiene la manta de asado, hay frigoríficos que sólo venden asado a 8 costillas, que tiene un valor superior y el resto lo deshuesa y vende a China.
Cabe aclarar también que las carnicerías no tienen un precio de asado uniforme. De pronto el carnicero promociona el asado y sube el valor de otros cortes como las pulpas sin hueso, adecuándolo a sus números y costos.
En las grandes superficies, el kilo de asado de campo de novillo está en el eje de $ 369, pero hay asados frescos de calidad superior a $ 598. Si el consumidor quiere un asado de feedlot vale $ 791/kg.
Falero recordó que las listas de precios de años atrás, el asado “siempre valía más barato que la media res. Hoy día está igual o incluso por encima del valor del kilo de la media res”. Asimismo, el comerciante entendió que la importación “reactivaría el consumo en el mercado interno. Si el precio de este corte fuera otro, seguramente se vendería más volumen”, dijo el Secretario de la UVC.
La gremial que años atrás importó directamente carne bovina sin hueso y pollo de Brasil, ahora esperará a que una vez habilitada la importación, “ver cómo se desarrolla el mercado, sondeando los precios de Brasil”, para que ese corte que entra a precios inferiores, le llegue también a menos valor al carnicero y así mantenerlo al público, buscando reactivar el consumo en el abasto local.
En Brasil no hay ganado gordo; precio tiende al alza
No hay tanta oferta de ganado gordo en Brasil. Según el analista de Safras & Mercados, Fernando Henrique Iglesias, “la tendencia es mantener el buen ritmo de las exportaciones con el fin del confinamiento en China. Los frigoríficos dedicados a la exportación deberían actuar de forma más agresiva en la adquisición de ganado”, afirmó el analista.
El mercado mayorista volvió a presentar precios firmes durante la presente semana.
El entorno empresarial continúa sugiriendo una suba en los precios de la carne vacuna en el corto plazo, en línea con la entrada de los salarios a la economía, motivando la sustitución entre mayoristas y minoristas. Según los datos publicados por la Asociación Brasileña de la Industria Frigorífica (Abrafrigo), el cuarto trasero de novillo gordo quedó semanalmente en R$ 22,15 el kilo. La punta de aguja todavía tiene un precio de R$ 15,50 por kilo. El cuarto delantero tenía un precio de R$ 15,90 por kilo. La faena de bovinos brasileños en el primer trimestre del año en curso creció 5,5% frente a igual período del año pasado y alcanzó 6,96 millones de cabezas, según Abrafrigo.
Esta semana, los precios del ganado gordo cayeron 1,6% medidos en reales, a lo que sumó una devaluación de 2,9% de la moneda. Todo eso hizo bajar el precio del Novillo Mercosur, el índice calculado por Faxcarne a US$ 4,13 por kilo de carcasa, haciéndole perder al indicador 10 centavos respecto a la semana anterior y llevándolo al mínimo nivel desde enero.
Faxcarne dijo que el valor del novillo gordo en Brasil, en los estados exportadores, perdió 18 centavos de dólar en la semana que está cerrando y lo llevó a un valor de US$ 3,72 por kilo de carcasa.
Brasil tiene una relación consumo- exportación diferente a la de Uruguay. Exporta menos de lo que se consume internamente .
El abasto en 2021 demandó 260.000 ton y el 26% se importó
El perfil del uruguayo está muy concentrado en el consumo de carne bovina. Al cierre de 2021, según los datos del Instituto Nacional de Carnes (INAC) vinculados con el abasto interno, cerró con un aumento en la ingesta de proteínas de origen animal, trepando a 91,2 kilos por uruguayo al año, lo que marcó un crecimiento de 3.9 kilos con respecto al año anterior.
Según el INAC, este comportamiento revierte la tendencia de descenso consecutivo en la demanda de carne que venía observándose desde el año 2018.
El mercado interno demandó un volumen total de 260.000 toneladas de todas las carnes el año pasado y de ese volumen, el 26% correspondió a carne importada, con Brasil como principal destino.
A su vez, la carne aviar es la segunda más consumida y este producto mantuvo en estos dos últimos años una trayectoria ascendente, con un crecimiento más pronunciado en 2021 (2.9 kilos por habitante al año ).
La carne de cerdo es la tercera en el ranking de mayor consumo. Luego de registrarse en el año 2020 una caída en el consumo, en el año 2021 se observa un ascenso de 1.0 kilos por habitante al año.
Hubo una nueva retracción en el consumo de carne ovina.
Según los datos del INAC, el consumo total de proteínas proviene mayoritariamente de la faena nacional, con excepción de la carne porcina, que tiene como principal origen la importación.
Considerando el total de carne, proveniente de todas las especies y de ambos orígenes (nacional e importado), el principal destino de la carne es el abasto (se destina a la venta en supermercados y carnicerías) representando en el año 2021 el 82%, mientras el 18% restante se destina a la industria (se destina a la industrialización).
Respecto a los precios, las variaciones acumuladas a diciembre 2021 en términos nominales mostraron una tendencia al alza para todas las carnes, destacó el INAC. El análisis de precios en términos reales mostró tendencias distintas entre especies. Los precios de las carnes bovina y ovina mostraron tendencia alcista, en tanto los aumentos de precios de las carnes aviar y porcina fueron inferiores al Índice de Precios al Consumo (IPC).
