Por segunda vez consecutiva una oveja Highlander con Texel parió cuatrillizos, todos en muy buen estado

Manuela García Pintos
Estos casos son los que llaman la atención de los ovejeros, y no es para menos. Por segundo año consecutivo Maximiliano Franco, productor de El Coronilla, en San José, se llevó una grata sorpresa: en la clásica recorrida por el potrero de las pariciones una oveja parió cuatro corderos sin ayuda y todos con un excelente estado de salud.
Esta vez la oveja dio a luz a dos machos y dos hembras. Sí, esta vez, porque el año pasado el mismo animal había parido a otros cuatro corderos. En ese caso fueron tres machos y una hembra, también en buen estado corporal.
"El domingo me di cuenta que esa oveja me faltaba de la majada y salí a buscarla. Al rato me encuentro con todo eso de nuevo. Días atrás se notaba que estaba re pesada y no podía casi caminar del peso", contó Franco a Rurales El País.

La superoveja de seis dientes, una cruza de Highlander con Texel, fue encarnerada en febrero por un carnero Texel, mismo padre de la encarnearada 2020.
"Este año tuvo dos machos y dos hembras. De los cuatro la más chiquita este año fue una hembra, pero se encuentran todos en perfectas condiciones", resaltó.
El criador destacó orgulloso que los cuatro corderos del año pasado se crían muy bien y que, de hecho, la hembra fue encarnada porque tuvo un excelente desarrollo y a la edad del servicio pesaba 53 kilos.
"Estamos muy contentos de volver a tener nuestra oveja con cuatro corderos por segundo año consecutivo y ansiosos esperando la borrega para ver si tiene la misma fertilidad de su madre, que en año nos dio ocho corderos: tres hembras y cinco machos", señaló.
