El mercado ganadero muestra signos de firmeza en el ganado gordo y un tono más cauteloso en la reposición, en un escenario que combina alta demanda industrial y ajustes estacionales propios del ingreso al invierno. Así lo analizó Gonzalo Indarte, director de Indarte & Cía., en un balance sobre la dinámica actual de ambas categorías.
En cuanto al ganado gordo, Indarte destacó la fortaleza generalizada de los valores, impulsada no solo por la demanda interna, sino también por un sólido respaldo de los precios de exportación. “Estamos ante una industria muy dinámica en la demanda, que absorbe todo lo que aparece, con entradas cortas y firmeza en todas las categorías”, explicó. Incluso los ganados destinados al abasto, que históricamente suelen ser más resistidos por la industria, mantienen actualmente una firmeza “inusitada”.
El empresario remarcó que la fortaleza de los precios no responde únicamente a factores coyunturales de oferta y demanda local. “Los valores están avalados por los precios internacionales de exportación, que marcan el valor real del ganado gordo”, subrayó, atribuyendo a ese respaldo externo una mayor solidez y sostenibilidad de los valores alcanzados en el mercado.
Respecto a la reposición, Indarte advirtió un matiz diferente. Aunque el mercado continúa mostrando una alta tasa de colocación, observó en los últimos meses un movimiento más cauteloso, particularmente en las categorías mayores. Según explicó, el cambio se debe en parte a la proximidad del invierno: “Ya se sienten los fríos de la tarde y la noche, y eso empieza a impactar sobre el campo natural. Muchos productores que venían aguantando ganados con muy buen desarrollo ahora comienzan a ofertarlos”.
La gran producción de terneros registrada este año, sumada a una oferta abultada observada en las últimas ventas virtuales, también contribuye a este ajuste moderado. “Hay una baja en los valores, pero es un ajuste muy chico, una baja normal, que tiende al equilibrio”, precisó.
Dentro de la reposición, Indarte diferenció dos grandes segmentos. Por un lado, las categorías más chicas —como los terneros—, más sensibles a la disponibilidad de pasto en esta época. Por otro, las categorías mayores —vaquillonas y novillos entre 320 y 380 kilos—, que mantienen una muy buena dinámica de negocios. “Esas categorías más pesadas son muy ágiles y tienen fuerte demanda”, afirmó.
En resumen, para Gonzalo Indarte el mercado ganadero transita hoy un momento de firmeza y dinamismo en el ganado gordo, mientras que en la reposición la oferta estacional y el factor climático moderan los precios, aunque sin alterar la alta colocación de los ganados.