Fue una muestra con animales que “hacen honor a la raza por su linda presentación”, señaló tras finalizar su trabajo en pista el argentino Omar Galigniana, jurado que valoró la línea genética que produce Uruguay en Limousin.
La raza está presente en el país desde 1962, cuando ingresaron animales directamente de Francia a La Estanzuela, hecho que marcó su radicación definitiva en Sudamérica. En la pista se exhibieron una ternera y una vaquillona mayor, inclinándose el jurado por el ejemplar adulto expuesto por “Don Quito” de Francisco Acerenza San Juan. La Reservada Gran Campeona fue de “El Viejo Pancho” de Cortabarría.
El doctor Francisco Acerenza, entusiasmado por volver a competir en el ruedo, destacó que la ternera —también elegida como Mejor Ejemplar sin distinción de sexo— es “muy precoz, ya que con 23 meses de edad tiene 7 meses de preñez, pesa 536 kilos y pertenece a la línea mocha que tanto buscamos hoy”. Resaltó además “su buen tamaño, altura y parrilla costal”, atributos que permiten obtener novillos de gran peso en el campo.
En machos, los dos ejemplares fueron presentados por “El Mangrullo” de José Baptista. El Gran Campeón fue un ternero que “desde chico pintó muy bien”, aseguró el criador. “Es hijo de un toro reconocido en Argentina, con una madre destacada de la cabaña, y demuestra todas sus aptitudes carniceras, con muy buen tren posterior, amplitud de cadera y utilidad para la industria”.

El jurado coincidió en que se trata de un ejemplar “con cortes valiosos muy bien desarrollados y un cuarto trasero que forma una rueda perfecta”. Subrayó además sus “muy buenos números para la edad, con 109 de área de ojo de bife, lo que marca un desarrollo destacado, y aplomos correctos que le dan firmeza en las patas”.
Sobre la hembra campeona, volvió a remarcar su precocidad como símbolo de la raza: “Fue preñada con 16 meses y hoy, con 23 meses, ya lleva 7 meses de gestación. Es un animal equilibrado que refleja lo mejor del Limousin”.