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Gerardo Zambrano: “El problema no es ni el sector, ni los sistemas, sino quienes manejan los Fondos”

"Si hay una corrida los bancos tienen encajes; en estos sistemas el encaje deberían ser las vacas...”

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Gerardo Zambrano Antón, presidente de Zambrano & Cía.
Leo Mainé

-¿Cómo ve el tema de los Fondos para inversiones en ganado en el país de los que tanto se ha hablado en los últimos tiempos?

-Es un tema importante porque está en el foco el sector agropecuario que ostenta la condición de cristalinidad, de certezas y de cumplimiento. Estos Fondos hacen negocios con inversores del sector, pero de fuera de éste fundamentalmente, en las capitalizaciones de hacienda y vinculado al sector agropecuario, con distintas formas de inversión. El sector agropecuario no se puede ver perjudicado por este tipo de cosas, porque no tiene absolutamente nada que ver. Y los sistemas tampoco.

-¿Entonces, de qué se trata?

-El tema no son los sistemas, el tema es la gente que los maneja o que los forma. Nosotros tenemos desde hace muchos años el Agrobono, el Agrocapital, ahora con algunas inversiones en tierra, para forestar y para producción de madera de calidad. Y se trata con inversores fuera del sector donde, en la medida que los negocios sean claros y genuinos, no hemos tenido ningún problema, ni vamos a tenerlos en la forma de cómo encaramos los negocios. El tema, que fue lo que pasó con estas empresas que son de público conocimiento, y con alguna más, es que tienen que pagar un arrendamiento, desarrollar esquemas de producción eficientes y pagar intereses a los inversionistas. Realmente es bravo. Todos los que tenemos campo, y vivimos del campo, sabemos que es inviable, a no ser que exista algún esquema de valorización del producto por inflación o por tenencia. Entonces, sabemos que pagando renta, pagando intereses, por más eficientes que seamos en la producción, la rentabilidad es baja y donde haya cambios importantes de valores de a lo que se compra, a la posibilidad de la venta, como ha habido, se profundizan aún mucho más las dificultades.

-¿Cómo afecta al sector?

-En la medida que mantienen la inversión adecuada, hacen muy bien al sector agropecuario, para el que tiene el campo, para el inversor, tienen rentabilidad razonable, no disparatadas ni algunas que se ofrecían que eran inviables de creer que pudieran pagarse. Dinamiza al sector, así como a la economía y las finanzas.

-¿Dónde está la clave?

-Son negocios de capitalización de ganado, entonces las vacas por supuesto tienen que estar, son el respaldo a la inversión. Es como los bancos, tienen un encaje y en este negocio el encaje son los ganados. Ahora, si uno no tiene los ganados, o roba los ganados, o hace algo con los ganados, entonces no tiene nada que ver ni el sistema, ni el sector. Lo que tienen que ver son quienes manejan el sistema y eso es lo que ha pasado con estos grupos grandes y algunos no tan grandes y hay que tener mucho cuidado en ese aspecto.

-¿Qué falló en esos casos puntuales?

-El campo siempre ha sido un sistema y un rubro de confianza. No quiere decir que no haya problemas, porque los han habido, pero si uno mira, hubo otros problemas grandes, económicos que no tienen nada que ver con el sector agropecuario y lo que falló no fue el sistema. El sector agropecuario es básicamente creíble, confiable, con rentabilidad acotada pero razonable y que cuando uno hace las cosas bien, no tiene ningún problema de que las cosas salgan bien. Inclusive en el sistema nuestro, cuando uno por determinadas circunstancias del mercado o del clima posterga una producción adecuada, el hecho de estirar el plazo hace que el negocio retome su rentabilidad normal. Entonces, en la medida que uno tenga la espalda para hacerlo y la forma de cómo hacerlo y muestra la realidad y la confianza con que se manejan las cosas, no hay ningún tipo de problema.

El agro es confiable, si bien con rentabilidad acotada, pero cuando se hacen las cosas bien no hay problemas...

-¿Estas noticias, afectaron de alguna manera a los Fondos que desarrolla su empresa?

-Nosotros no tenemos ni consultas respecto a este tema, pero sin ninguna duda hace daño, crea incertidumbres, puede crear problemas en otras empresas. Reitero, los bancos cuando hay alguna corrida tienen los encajes, en estos sistemas, el encaje son las vacas, en la medida que están las vacas, no tendría que haber ningún problema con nadie, esa es la realidad. Y después, está la parte contractual.

-¿En qué sentido?

-Leí unos contratos que hacían alguna de estas empresas, y es increíble cómo hay gente que puede firmarlos, donde en realidad no aseguran nada, sino que están a resultado. Entonces, si uno está a resultado y el resultado es malo, tendrá que atenerse a las consecuencias. Pero repito, el sistema es bueno, es importante mantener una vinculación con la gente que no está en el sector, dinamiza sin ninguna duda el negocio y evidentemente cuando uno hace las cosas bien las cosas salen bien.

Balance del 2024

-¿Qué balance hace del año 2024 en materia agropecuaria?

-Fue de menos a más, arrancamos con dificultades a nivel de mercados y de precios, quizás con un mejor clima frente al año anterior, que había sido calamitoso, por la seca enorme. Después, ni el otoño ni el invierno fueron lo suficientemente favorables como para sacar adelante lo que venía arrastrándose de antes. El pronóstico de una Niña complicaba a todo nivel y eso postergó quizás algunas decisiones de inversión. Cosa que después no pasó, la primavera fue excepcional a todo nivel y en todo el país en cuanto a producción de pasto. Hay un cambio importante a nivel del mercado internacional de la carne y en el mercado local, que hace que terminemos un 2024, en ganadería, de una forma muy positiva. Lo vemos en los remates de Plaza Rural, en los valores del ganado gordo.

-¿Para los otros rubros del sector?

-Vemos dificultades a nivel del sector agrícola, por los costos que el país tiene de producción, entre otras cosas, y los valores internacionales que han caído a niveles que nadie pensaba. No veo en el corto plazo una recuperación de valores a nivel agrícola lo suficientemente posible para que cambie la situación. En la lechería, han mejorado mucho los valores y se ha concentrado en menos firmas, pues han cerrado muchos tambos, los que han podido permanecer en eficiencia y en tamaño creo que van a pasar un momento mejor sin dudas. Tenemos una producción de arroz que ha sido espectacular, cierra el 2024 bien por el valor del cereal, lo que ha hecho crecer algo al sector y con muy buena expectativa para adelante. Tenemos un tema forestal que ha sido importante en cuanto a lo que es la demanda de tierras. La forestación es la que ha empujado ese tipo de campos con condiciones muy especiales y los valores al alza. No ha pasado así con los campos agrícolas que se han mantenido y el interés ha mermado. Tampoco con los campos ganaderos superficiales, donde la explotación se basa en el tema del lanar fundamentalmente, aunque también está el vacuno. El ovino con mucha dificultad en el valor de la lana y las dificultades que tiene también la carne al no haber un consumo ni interno ni regional satisfactorio. Y los campos mixtos, que son hoy los más demandados, donde la agricultura coordinada con la ganadería, son los más atractivos en cuanto a esquemas de producción.

Expectativa para el 2025

-¿Qué espera para el sector agropecuario en el año 2025?

-Parecería que la tendencia del inicio es también de menor a mayor. Motivos: un tema climático que fue la primavera totalmente favorable, entrar en un verano con pasto y con un clima como el que tenemos, para todo tipo de producciones es importante, en ese aspecto se arranca bien. Por otro lado, tenemos los valores internacionales que siguen respaldando a las distintas producciones, salvo la agricultura y los granos, tanto lechería, el arroz, como la ganadería, como la carne, parecían ser atractivos y esperemos que se mantengan en ese aspecto. Hay un tipo de cambio que ha mejorado sustancialmente, un poco el reclamo permanente, ha corregido, no lo suficiente que quede claro, y aparte, tenemos la amenaza de Brasil, que es un país netamente productor de alimentos y de lo que nosotros producimos, con una economía compleja y con un tipo de cambio que va más rápido que nosotros. Habrá que estar atentos a esto.

-¿Por dónde pasa el desafío?

-Terminamos siempre en lo mismo, el costo de producción, el costo de vivir, el costo del Estado y las limitantes que tenemos a nivel de aranceles en los países a los cuales exportamos. La importancia que tienen para la rentabilidad de las distintas áreas y las posibilidades y el bajo crecimiento económico en función de una población que decrece en lugar de crecer y que afecta al país y a todos los sectores, incluyendo el agropecuario.

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Pablo D. Mestre es editor de Rurales. Ingresó a EL PAÍS en el año 1981. Primero desempeñó tareas en el Departamento de Corrección y luego, desde el año 1992, pasó a integrar la Sección Rurales donde fue periodista, productor comercial y hoy se desempeña como Editor. Además, fue fundador y Director de La Vanguardia Melense, trisemanario que se publicó en el departamento de Cerro Largo durante una década. Es también socio director de Mesol Comunicaciones, empresa que lleva adelante, en sociedad con el diario, el Portal Rurales El País y diversas actividades en el sector agropecuario. Es también codirector del programa #HablemosdeAgro que se emite los domingos en Canal 10.

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