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Aftosa: Promueven discutir la vacunación

Academia Nacional de Veterinaria plantea cambio de status

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Veterinarios. Fortalecer la vigilancia implica preparar a las generaciones que no conocen la aftosa.

La Academia Nacional de Veterinaria (ANV) considera que es tiempo de iniciar un nuevo proceso de discusión sobre la modificación del status sanitario de Uruguay vinculado con fiebre aftosa para subir un escalón más, lo que obligará a fortalecer el sistema de vigilancia para poder mantener mercados y evitar reinfecciones.

La institución elaboró un documento técnico que fue enviado a las gremiales de productores y veterinarios, al Instituto Nacional de Carnes (INAC) y al Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, promoviendo la discusión adaptada a la nueva realidad. Con ese documento en la mano, las autoridades de la Academia Nacional de Veterinaria, fueron recibidas por el ministro Fernando Mattos. Le acercaron la propuesta de crear un Comité Público-Privado para iniciar un proceso esa discusión.

Uruguay lleva 20 años sin focos de fiebre aftosa y año tras año, demuestra en base a ciencia que no hay circulación viral. Anualmente gasta US$ 36,9 millones en 11 componentes diferentes de gestión, que se distribuyen entre el sector público y el privado. La mitad de esos costos responden a la vacunación. Si Uruguay fuera libre sin vacuna el costo anual caería a US$ 18,8 millones, pero se incrementaría el riesgo de reintroducción, exposición y diseminación de aftosa, explica el documento de la Academia.

El documento, aprobado por unanimidad dentro de la institución que lo presentó, considera que con los niveles actuales estimados de riesgo, “una nueva estrategia nacional que gestione, mantenga y mejore las oportunidades de mercado sin vacunación es potencialmente rentable para Uruguay”.

El secretario general de la Academia Nacional de Veterinaria, Dr. Francisco Muzio, explicó a El País que la propuesta para esta nueva etapa, “es crear un Comité Público- Privado, donde estén las gremiales de productores, las gremiales de veterinarios y la ciencia, para discutir ese cambio de status y fortalecer el sistema de vigilancia”. Incluso, se plantea que dicho Comité sea nombrado por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca y se rija por la normativa técnica de la Secretaría de Estado.

Cambios. Como puntos débiles, está la necesidad de fortalecer la vigilancia sanitaria, incluso formando profesionales y educando productores, para detectar animales con síntomas compatibles (posibles casos).

“En estos 20 años sin aftosa, los veterinarios que se recibieron no saben detectar aftosa en el campo y los productores tampoco. Esa es una debilidad. Si existe una reintroducción del virus (surge una emergencia), se precisa poder detectar los casos para poder actuar rápido y controlar la enfermedad”, admitió Muzio.

A su vez, “la pérdida de recursos humanos en el MGAP debilita el sistema de vigilancia”, agregó el secretario general de la Academia Nacional de Veterinaria, que además, durante 15 años fue director general de los Servicios Ganaderos del MGAP.

Marcó como otro avance que en el Cono Sur no hay aftosa, el problema se focaliza en Venezuela y la frontera con Bolivia, pero “con cepas andinas que nunca se aislaron en los focos que surgieron en Uruguay (son otro tipo de virus y las actuales vacunas no protegen contra esas cepas). La región lleva 20 años sin aftosa”. En el mundo hoy, hay 100 países que padecen la fiebre aftosa, según datos de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE).

Como otra demostración palpable del avance contra la aftosa, Muzio recordó que la eliminación del virus C en las vacunas aplicadas por Uruguay cuando en 2001 se retomó la vacunación -se había suspendido en 1994 y en 1996 fue libre sin vacuna-, “resolvimos eliminar el virus C (se vacuna solo con serotipos A y O) porque su presencia era marginal. Demostramos que era marginal en la región”.

Ventajas. En conclusión, la Academia remarca que “las condiciones objetivas y el escenario actual en el país y la región, son sustancialmente diferentes a cuando sucedieron las epidemias 2000-2001. Es por esa razón que dentro del programa de trabajo se debe incluir un análisis de riesgo que actualice y categorice los mismos, teniendo en cuenta ese nuevo escenario, con el objetivo de hacer una vigilancia epidemiológica eficiente y muy sensible para la detección precoz de sospechas de la enfermedad”. Y agrega: en ese sentido nuestro país con gran esfuerzo de los sectores involucrados, ha llevado adelante y consolidado un sistema de trazabilidad bovina con identificación individual obligatoria de todo su stock, que es una herramienta de altísima calidad para los temas sanitarios en general y en particular para la fiebre aftosa, que debiera fortalecerse con participación de todos los actores y ampliar su espectro a actividades productivas”.

Hace tres años, el MGAP y otras instituciones, contrataron un comité de técnicos que analizó los pro y los contra de dejar de vacunar contra aftosa. Ese análisis, sostuvo que desde el punto de vista económico, avanzar hacia un status superior, no tenía un impacto significativo. La debilidad era la frontera seca con Brasil, que hoy, con Rio Grando do Sul libre sin vacuna, es una fortaleza.

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