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Piden cambios en redacción de protocolo chino para sorgo

Uruguay ya envió el documento y espera una respuesta del país asiático

sorgo
Manuela García Pintos

Con el apoyo de productores y exportadores, la Dirección General de Servicios Agrícolas (DGSA) envió a China algunos cambios en la redacción del protocolo sanitario que habilitará la exportación de sorgo al gigante asiático.

“Es una corrección muy pequeña de lo propuesto por China, para tener alguna garantía más”, explicó a El País el Director de la DGSA, Leonardo Olivera. Según argumentó, la modificación propuesta en el documento que enviaron la semana pasada las autoridades de China, “iría en el sentido de mejorar las condiciones” para que Uruguay pueda llegar a ese mercado. Como siempre el comprador es el que impone las reglas sanitarias y el exportador tiene que cumplirlas, pero antes tiene que analizar si es viable hacerlo.

Concretamente, el jerarca del MGAP explicó que “se sugirió que más allá de que los embarques estén libres de las plagas y malezas que pide China, Uruguay se compromete a hacer todos los esfuerzos para garantizar lo establecido” por las autoridades del gigante asiático, que ya está importando sorgo de Argentina, entre otros abastecedores.

Garantías. La meta de la cadena productiva, exportadores y autoridades es brindar la máxima transparencia y las mayores garantías para evitar cualquier inconveniente que pueda complicar el mercado para este grano. El mayor miedo es la aparición de Sorgo de Alepo (Sorghum halepense), una maleza que es producto de una hibridación con otras especies del género.

Olivera dijo que, en general, las exigencias propuestas para la exportación de sorgo desde el gigante asiático “fueron aceptadas” y aclaró que si los cambios propuestos por la DGSA son bien recibidos, el protocolo queda aprobado de inmediato, porque así está establecido.

“Hay que esperar el recibo y la respuesta. Si se acepta la pequeña modificación se seguiría adelante”, afirmó Olivera. El documento con los cambios ya fue enviado.

En los últimos años China viene incrementando las importaciones de sorgo, especialmente desde Estados Unidos, pero también compra en Argentina, Chile y México, entre otros abastecedores. Importa el 90% del sorgo de Estados Unidos, que es el mayor productor mundial del grano.

En China, cerca de la tercera parte de la producción de sorgo se destina también a la fabricación de un licor tradicional y el resto se divide entre el consumo en el sector pecuario y humano.

Avance. La habilitación para exportar a China le abre otras perspectivas al sorgo uruguayo y le agregaría valor, favoreciendo las rotaciones agrícolas.

“Sería una alternativa para un producto que termina en los corrales de engorde o en el mercado interno”, argumentó a El País, días atrás, el encargado de producción agrícola de ADP, Ing. Agr. Diego Guigou.

Este paso logrado con China, según Guigou, “le agrega competitividad a un cultivo que viene en declive”, pero al lograrse la apertura de más mercados, generará cambios importantes en la agricultura uruguaya. El empresario no pasó por alto que “genéticamente y en materia de biotecnología, el sorgo se quedó mucho respecto a otros granos. Hace 10 o 12 años producía a la par y hoy un maíz, cuando se dan las condiciones, logra 30% más producción en cosecha que un sorgo”.

Es por eso que Guigou consideró que en habrá que trabajar mucho en biotecnología, pero en la medida que se desarrollen los mercados, seguramente se avanzará.

En las últimas cuatro zafras agrícolas, la producción total de sorgo ha venido cayendo, tanto en lo cosechado para grano seco como para grano húmedo, con rendimientos estancados en torno a 3.500 kilos corregido a 14$ de materia seca, según los datos de la Oficina de Programación y Política Agropecuaria (Opypa).

El déficit hídrico, la productividad del cultivo, la suba de insumos y los precios, desestimularon al productor, reconocen los operadores. En la última zafra 2020/21 la recuperación del precio interno compensó la disminución de 12% del rendimiento medio por condiciones de déficit hídrico, por lo que se obtuvieron márgenes positivos antes de renta.

Una vieja aspiración de los exportadores

La Dirección General de Servicios Agrícolas (MGAP) presentó al sector privado el protocolo sanitario enviado por China para habilitar la exportación de sorgo y fue discutido en conjunto. El pasado miércoles las gremiales agropecuarias nucleadas en Campo Unido y los exportadores del grano, tenían que enviar al MGAP, por escrito, los cambios propuestos en el documento.

En la reunión de evaluación, el sector privado ya había planteado cierto temor de no poder cumplir con las exigencias que establecían las autoridades chinas para los embarques, de la forma en que estaba planteado en el documento. Es clave decir que el Sorgo de Alepo se controla con éxito en las exportaciones de cebada y hay caminos para controlarlo, pero todos esos caminos implican un incremento de los costos de producción.

Una vez abierto el mercado, esos mayores costos, deberán ser compensados por los precios para que sea un negocio atractivo para el sector privado. Uruguay lleva años aspirando poder llegar con su sorgo al gigante asiático, que precisa granos para la elaboración de raciones para su industria lechera y la alimentación de cerdos y aves. El protocolo establecido para Uruguay no tiene diferencias con el argentino, salvo que en el argentino figuran 25 plagas y en caso de Uruguay, figuran 10, según había remarcado el titular de la DGSA.

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