
—¿Cuáles son las primeras conclusiones de la jornada ganadera realizada en Dolores?
—Primero hay que ponerle un marco. Empezamos con esta idea el año pasado porque Soriano es el departamento que más ganado gordo saca de Uruguay. Entonces si tenemos una ganadería tan potente, la Agropecuaria no puede estar lejos de traer tecnología o información para los productores que tienen esa ganadería en esta zona agrícola. Este año apuntamos a una un poco más completa, denominada “El camino de la ganadería en la zona agrícola”, con la exposición de Alex Lópes sobre “El mercado internacional de la carne vacuna”, la de Diego Varalla denominada “Una mirada con números” y la mesa redonda final con Leonel Passarino, Marcos Guigou, Patricio Silveira y Álvaro Simeone.
—¿Cuáles fueron los principales temas expuestos?
—Vemos que la ganadería no solamente le da estabilidad a los sistemas, sino que ha potenciado a la agricultura en esta zona. Acá en Soriano es un potenciador de sistemas, que le agrega virtuosidad al negocio, es una sinergia importante. Nos permite hacer más gramíneas C4 que mejoren el suelo, capturar más carbono, somos más verdes y a la misma vez potenciamos el esquema. Es un círculo virtuoso porque muchos de esos granos se iban con costos altos de planta, con mucho flete. Podemos hacer más maíz de segunda, tenemos cultivos de invierno forrajeros que se cosechan húmedos y se sacan antes, podemos sembrar más soja de primera.
—Además, más allá de los encierros, está cobrando relevancia la ganadería pastoril...
—Efectivamente, la ganadería pastoril está empezando a crecer. Por supuesto que cada empresa es un mundo, no todas tienen el mismo objetivo productivo. Algunas son solo corraleras, pero hay otras que tienen un mix. Algunas son de ciclo completo, otras recriadoras en zonas no agrícolas, hay otras que son de ciclo completo en zonas agrícolas, en rotación con pasturas y agricultura. Cada vez tenemos mejor genética, cada vez más kilos de carne por hectárea ocupada en Soriano y por ende más kilos de grano en uso de sistemas ganaderos. Creo que el concepto más importante de la charla es círculo virtuoso.
—¿Es un fusible para colocar los granos cuando hay bajos precios o es estructural?
—Yo discrepo cuando dicen que es un fusbile, porque para mí es estructural. No puede ser que cuando los precios de los granos están bajos estemos todos como locos comprando ganado, armando encierros y guardando granos. Todo esto funciona justamente porque es estructural, en un círculo virtuoso que nos permite potenciar el resto. Podemos transformar granos en carne. ¿En cuál carne? En carne de vaca mientras se está criando un ternero, o cuando se está recriando potenciarlo, o agregar grasa intramuscular en animales que están por terminarse, que están en los últimos días antes de ir a faena para un nicho de exportación de altísima calidad. Tuvimos más de 200 personas de todo el país y quedamos muy contentos, porque queremos que se transforme en una jornada anual de referencia del sector agropecuario. Intentaremos seguirla realizando, que tenga un “upgrade” y traer figuras de relevancia internacional.
—Si pasamos a la agricultura, ¿cómo evalúan la zafra de verano?
—No puedo obviar la columna de Juan Ángel De La Fuente en Valor Agrícola: tenemos que hablar del gol de la agricultura nacional. Tuvimos problemas de precios, lo cual no nos permitió que el resultado fuera aún mejor, pero no por eso tuvimos una mala zafra. Por supuesto que quien estuvo en una zona donde la sequía pegó un poco más y los rindes no fueron los que pudimos sacar nosotros, o los productores que sufrieron el granizo, van a leer esta nota y no les va a gustar, pero en general, gracias a los rendimientos, cerramos una zafra positiva. No solamente en soja, porque tendemos a hablar siempre de soja. El maíz también tuvo un gran desempeño: hay chacras de segunda de 10.000 kilos. Los resultados fueron excepcionales.
—Teniendo esto en cuenta, ¿cómo cierran los números?
— Es un negocio de márgenes. Hay que ver por dónde viene la diferencia, si es rendimiento e por precio. ¿Cuál de las dos variables elegir? Y bueno, mientras el márgen exista, que venga por cualquiera de las dos. Tuvimos años en los que los rendimientos de colza no fueron los mejores, pero como la tonelada valía más de US$ 600 era un negocio positivo. Los cultivos de verano este año nos demostraron que haciendo las cosas bien como las hicimos y con el clima acompañando como acompañó, el resultado está, y lo obtuvimos gracias al rendimiento y no al precio.
—Tuvimos un otoño que cerró con precipitaciones frecuentes, ¿cómo se desarrolló la siembra de cultivos de invierno?
—La siembra de invierno arrancó atrasada y complicada por el agua, justamente. Hubo bastantes resiembras. De todos modos, con mucho orgullo, te digo que el productor sembró igual. Hasta el 14 y 15 de julio veíamos máquinas terminando de resembrar. Todo eso habla de la madurez del sistema. Los números no son los mejores, porque para los cultivos de invierno van a estar más ajustados, pero está más que comprendido que el doble cultivo es una necesidad en los sistemas para controlar de forma integrada las malezas, plagas y demás. Colza, carinata, camelina, avena, cebada, trigo... Todos. Cuanto más cultivos tengamos y mayor diversificación, mejor le hacemos al suelo, a la economía y al sistema.
—Sos productor “colcero” desde hace años. ¿Cómo ves el crecimiento en esta zafra de las brassicas?
—Yo te lo he dicho varias veces: la colza es el cultivo que vino a ordenar y mejorar las rotaciones de invierno. Nos permite controlar malezas, manejar otro sistema radicular y hacer una oleaginosa en invierno. Además no tiene tantos problemas de pérdida de calidad por lluvias en cosecha y eso es importante. Lo mismo ocurre con la carinata, un cultivo nuevo que le estamos agarrando la mano. En mi caso es la primera vez que siembro carinata, va a ser la primera vez en la historia de la empresa que hagamos este cultivo. Con la camelina es distinto, la veo como un complemento y no un cultivo para ser tomado en cuenta en sí mismo, pero puede ser una alternativa complementaria muy interesante.
—En la última semana el Ministro Fratti anunció la suspensión momentánea de la entrega de permisos para exportación de ganado en pie para faena inmediata, A su vez, el ministro Oddone sostuvo que no habrían motivos para intervenir en este mercado, lo cual generó una gran polémica en el sector, ¿cuál es la visión de la gremial que usted preside?
—Nosotros somos muy creyentes del libre mercado, porque consideramos que es el padre de las economías sanas. En los lugares donde hay más crecimiento, hay libertad para comercializar con quien sea y como sea. En nuestro país, que es chiquito, estamos reclamando constantemente por una mejor inserción internacional en los mercados. Todo esto se viene logrando con mucho trabajo. Una vez que lo tenemos, no podemos “tirarlo por la borda”, debemos cuidarlo. Por eso, el libre mercado tiene que ser nuestra premisa principal, tenemos que tenerlo tatuado en la frente. No es bueno el intervencionismo de ninguna forma, ya sea en cantidad, precio o en ningún tipo de retención. Nosotros vemos con muy buenos ojos la respuesta y preocupación del ministro Oddone y de la Presidencia, que han frenado esta decisión ministerial y le han puesto cordura a la decisión.

Encalado, riego y seguros agrícolas
—¿Cómo vienen trabajando con las nuevas autoridades en el riego?
—Con el cambio de autoridades vino una oleada muy importante de interés sobre el proyecto de la represa en el arroyo “El Águila”, en la cuenca del río San Salvador. Nuestra información está abierta y nuestro único objetivo es el bien de los productores de la zona. Por eso el proyecto está en muchas manos. Tenemos información no oficial de que está siendo analizada muy seriamente, esperamos en poco tiempo tener un feedback oficial. De ser realidad, podremos regar más de 9.000 hectáreas en la cuenca.
—¿Y los seguros agrícolas?
—El sistema va recobrando madurez y nuevamente empieza a haber oferta de más compañías, por suerte. Seguimos creyendo que tenemos que trabajar en un sistema de seguros más robusto y un poco más económico, allí hay un camino a recorrer. El cambio de autoridades nos ha quitado un poco del foco porque tuvimos que atender algunas otras urgencias y generar nuevamente los contactos y la confianza. La Asociación Agro-Pecuaria de Dolores ha trabajado muy bien con todos los gobiernos, dentro de ellos los anteriores del Frente Amplio, así como con el de la Coalición Republicana, y estamos seguros de que vamos a trabajar muy bien con el gobierno actual.
—Por último, el proyecto del encalado. ¿Hay novedades?
—Lo primero a decir es que estamos finalizando la primera etapa, que va a arrojar un informe cerrado de cuatro años de evaluación a campo. Los resultados han sido muy buenos, pero vamos a cerrarlo ya con números. Seguramente haya también algún cálculo de necesidades de cal por hectárea, dependiendo del tipo de suelo y un montón de información que estamos utilizando y que va a surgir de este proyecto. Y la etapa 2, que está en curso, es fundamental porque le vamos a poner números al impacto de encalar en Uruguay. Esta parte viene algo atrasada porque estamos cerrando la primera. Intentaremos llegar a con novedades a la Expo Prado, y si no será en nuestra jornada de cultivos de invierno, pero este año va a ser.