El conflicto por el cierre de la planta de Conaprole en Rivera mantiene en vilo a los tamberos. Justino Zavala, productor de Aguas Corrientes e integrante de la Agremiación de Tamberos de Canelones, aseguró a Rurales El País que la situación es de “mucha preocupación” y que los productores están trabajando “al límite” sin que se vislumbre una salida.
“Nunca sabés si el camión va a llegar a tu casa, si no vas a tener que tirar la leche o conseguir algún tanque para apurar la producción. Es muy preocupante”, relató Zavala. Si bien en su zona los problemas han sido menores, remarcó que en otros departamentos los atrasos han sido tan grandes que varios tamberos se vieron obligados a desechar parte de la remisión.
Reclamo de mayor acción del gobierno
El dirigente explicó que desde hace más de un mes solicitaron reuniones “urgentes” al Ministerio de Ganadería y a la Industria, pero no obtuvieron respuesta. “Nunca nos había pasado. Siempre los ministros nos recibieron enseguida, aunque fuera para demorarnos un día o dos. Esta vez fue cero”, lamentó.
Ante esa falta de canales formales, la gremial resolvió enviar una carta al presidente de la República. “La situación productiva es muy buena, con más de 5,3 millones de litros remitidos y en aumento. Pero un problema en este momento puede tener consecuencias muy graves”, advirtió.
Un conflicto que arrastra dos meses
El conflicto comenzó con la decisión de Conaprole de cerrar la planta de Rivera, que procesa 15.000 litros diarios y emplea a 21 funcionarios. Según Zavala, la cooperativa ofreció alternativas laborales y beneficios, pero el sindicato reaccionó de inmediato con medidas de trabajo a reglamento y movilizaciones.
“Lo que tenemos hoy es un problema de logística brutal: colas de camiones, tanques llenos en los tambos y un sistema que opera en el límite. Si se rompe una máquina o hay un apagón, es un desastre”, expresó.
El productor comparó esta situación con cierres anteriores en San Carlos y Tarariras, que se resolvieron negociando sin generar traumas. “Acá no se abrió ninguna instancia de negociación. El sindicato está trancado y el directorio no puede discutir el funcionamiento de la empresa. Así no hay salida”, afirmó.
Zavala advirtió que la falta de reacción oficial aumenta la incertidumbre entre los productores. “Lo más preocupante es que parece no preocuparle a nadie. Si el gobierno no interviene y presiona para una negociación de buena fe, el riesgo es altísimo”, concluyó.