-¿Cómo ve la actualidad del sector arrocero uruguayo?
- Maduro, integrado, con desafíos y cargado de proyectos. Maduro porque tiene una historia productiva, económica y de relacionamiento institucional que le ha permitido capitalizar experiencias y también aprender a leer los diferentes momentos del ciclo. En los últimos 10 años tuvimos 5 con un promedio de precios de US$ 10 por bolsa, a los que se descontaba el pago del fondo arrocero, este período fue negativo en el resultado económico y llegamos a un área mínima de 136.000 hás. En los siguientes 5 años alcanzamos un precio promedio de US$ 13,7 por bolsa y la ecuación cambió a positiva.
Integrado porque es un sector que se ha fortalecido en el trabajo y en la articulación de las diferentes organizaciones que lo componen: productores, industriales, INIA y gobierno. Creo que hay un avance significativo en el conocimiento y en la valoración social que tiene el arroz para el desarrollo del Uruguay.
Hay desafíos, porque luego de los precios altos, generalmente vienen los bajos. El 2024 fue un año excepcional de precios, pero India volvió al mercado y a nivel regional hay un aumento en las áreas de siembra de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
Al final, lo veo cargado de proyectos porque Uruguay tiene un sistema de producción de arroz excepcional en el mundo. No siembra el cultivo en forma continua, integra la ganadería y rota el uso del suelo con pasturas, otros cereales y cultivos de oleaginosas como la soja. Esto le confiere un atributo de sostenibilidad en los recursos utilizados para la producción. La certificación de nuestro sistema de producción es un proyecto sectorial que impulsa la ACA.
- ¿Cómo enfrentan la estructura de costos del país vs la posibilidad de agregar valor?
- La producción de arroz tiene costos altos en términos comparativos con regiones productoras comparables. En los últimos años el costo por há se encuentra en un rango de entre US$ 2000 a US$ 2200. Si desagregamos este total por moneda, tenemos que un 50% del total son costos que se generan a nivel local y se pagan mayoritariamente en pesos, un 25% se pagan en dólares siendo los insumos que importamos y un 25% que se pagan en bolsas de arroz, costo que cambia con el precio del producto. Si analizamos esta estructura, llegamos a concluir que todo nuestro esfuerzo se debe concentrar en el grupo del 50% de los costos que se generan a nivel local. Acá están los efectos tipo de cambio y tarifas.
En la industria, más del 70% de los costos están explicados por mano de obra, fletes, energía y gastos de exportación. En este subsector, el efecto tipo de cambio y precios de tarifas tiene un impacto central en la determinación de costos. Uruguay está entre los 3 países de más alto rendimiento a nivel mundial, y los kilos incrementales se logran con genética y manejo agronómico. La mejora se basa en tecnologías de procesos y no en mayor utilización de insumos.
A nivel industrial, la estrategia es diferenciar los productos de nuestros competidores, buscamos descomoditizar lo que vendemos. Esto se logra vendiendo variedades de arroz.
- ¿Qué esperan de la nueva administración en cuanto a trabajo en acceso a mercados?
- Uruguay exporta el 95% del arroz que produce por un valor anual del orden de los 600 millones de dólares. Comercia con más de 40 países en el mundo y sus principales destinos son Brasil, Unión Europea y Reino Unido, Perú, Costa Rica y México. Sumados representan más del 80% de las exportaciones totales y si analizamos por participación individual podemos observar que el mayor comprador es responsable por el 30% del total y es un país de América del Sur, el segundo es Europa con el 25% y el tercero es Perú y América Central. Es un mercado diversificado en cantidad y distribución geográfica de clientes. El principal volumen de aranceles lo pagamos actualmente en Perú, Costa Rica y Unión Europea. Las políticas anunciadas por Donald Trump sobre aranceles a los productos agropecuarios e industriales que ingresen a Estados Unidos, seguramente generarán oportunidades y amenazas en algunos de nuestros principales destinos de exportación actuales y potenciales.
Es alentador para nosotros, escuchar que uno de los pilares de gestión del ministro Gabriel Oddone es acelerar la tasa de crecimiento del país para cumplir con las demandas de la agenda social de Uruguay. El sector arrocero es uno de los tractores que suministra potencia para mejorar ese crecimiento.
- ¿Qué panorama ve para el precio del arroz en el definitivo y en la próxima campaña?
- La evolución de los precios internacionales indica que desde julio de 2023 se dieron aumentos sostenidos, explicados mayormente por la prohibición de India a las exportaciones de arroz. Esta restricción se termina a fines de setiembre de 2024 y a partir de ahí hemos tenido un enlentecimiento en las ventas y un descenso continuo de los precios. El precio final va a incorporar necesariamente esta realidad de mercado y también la evolución de los costos industriales.
La próxima campaña estará marcada por un récord en la producción mundial de arroz que alcanzará los 532 millones de toneladas, base elaborado según USDA. A nivel regional tendremos disponibles para exportar desde el Mercosur 1 millón de toneladas más que lo que teníamos en 2024, también en base arroz elaborado. El sistema de fijación de precio mayoritario en Uruguay permite acompasar la evolución del mercado durante todo el año. Esta característica implica que tenemos cierto margen gestión de las ventas y por consiguiente no presionar en momentos de sobreoferta.
Al final, se accede a los precios que marca el mercado durante el año.
