La regularización de las precipitaciones permitió a distintos sectores productivos ordenar los trabajos. En el sector vitivinícola, aconteció precisamente esto.
Las lluvias ayudaron a recuperar el perfil de los suelos, y rellenar aguadas bajas. Los cultivos se encuentran ahora en la dormancia invernal, etapa productiva en la que el agua no afecta, sino que ayuda a recuperar el suelo para la primavera, donde comienza un nuevo ciclo vegetativo.
En invierno además, se dan los trabajos de poda, preparando la vid para la próxima zafra, sacando las ramas y atando las estructuras.
Los vinos uruguayos han tenido un crecimiento importante en los últimos años, especialmente en lo que refiere a la calidad, obteniendo galardones en certámenes internacionales y posicionándose también en la elección del público del mercado interno. La vendimia de 2024 permitió producir unos 67,5 millones de litros de vino.