El consumo de carne en Uruguay, un elemento central en la dieta de su población, enfrenta un escenario de cambios y desafíos que se reflejan tanto en el comportamiento de los consumidores como en las dinámicas del mercado. Para entender mejor este panorama Rafael Rodríguez, representante de la Unión de Vendedores de Carne, dialogó con Valor Agregado de radio Carve en donde compartió su balance sobre las ventas durante las fiestas de fin de año y sus perspectivas para este 2025.
Según Rodríguez, el cierre de 2024 trajo resultados mixtos para el sector. Mientras que las ventas durante Navidad fueron razonables, impulsadas por especialidades como pollo relleno y colita de cuadril, el panorama fue distinto en Año Nuevo. “En fin de año, las ventas fueron bastante escuetas. Muchas personas viajaron y compraron carne en su destino, lo que afectó el movimiento local”, explicó.
Además, la falta de algunos cortes específicos debido a problemas de suministro complicó la situación. Rodríguez destacó que, aunque los precios se mantuvieron mayormente estables, algunos cortes como el asado subieron ligeramente en precio debido a su escasez.
El desafío de sostener el consumo de carne ovina
El representante también subrayó el esfuerzo realizado en años recientes para promover el consumo de carne de cordero, una alternativa que había ganado terreno en la mesa de los uruguayos. Sin embargo, la falta de disponibilidad de ciertos cortes hizo que esta tendencia se revirtiera. “El asado de cordero tuvo muy buena aceptación, pero cuando no hay continuidad en el producto, es difícil mantener el interés del consumidor”, comentó Rodríguez.
Al proyectar el 2025, Rodríguez fue cauto, señalando que no espera grandes cambios en el consumo general de carne. “La carne en Uruguay es prácticamente insustituible, pero para que otros productos como el pollo ganen mercado, los precios deben ser más accesibles”, afirmó. Sin embargo, reconoció que la carne aviar sigue siendo más cara en Uruguay que en otros países de la región, como Brasil, donde su precio es significativamente menor.
Rodríguez también hizo hincapié en las marcadas diferencias de consumo según las zonas de Montevideo. “En barrios como Pocitos, las familias compran lo justo, mientras que en otras zonas, como Colón, se adquieren mayores cantidades. Incluso la forma de alimentarse cambia según el perfil del consumidor”, señaló.